CRÓNICAS. Otra vez toca Emigrar

CRÓNICAS. Otra vez toca Emigrar

Por: Lucía P. de García

Toronto.- En pleno neoliberalismo, el 8 de Marzo de 1999 se produjo el Feriado Bancario en Ecuador. No fue fortuito, se empezó a planificar en 1994 al crear la Ley de Instituciones Financieras que liberó la circulación de capitales, las tasas de interés y los créditos vinculados, facilitando que entre los bancos se hicieran préstamos y fugaran capitales. En 1998 Jamil Mahuad fue electo Presidente de la República con apoyo económico de la banca. Tras enviar al Congreso reformas a la Ley de Régimen Monetario eliminó la Junta Monetaria. Al Presidente del Banco de Guayaquil, Guillermo Lasso, le nombró Gobernador del Guayas, luego, por decreto le creó el cargo de Superministro de Economía, valorando su Presidencia en la Asociación de Bancos Privados 1993 y la representación de éstos como vocal de la Junta Monetaria en 1994. 

Al agudizarse la crisis el gobierno procuró el “salvataje bancario”, pero ni los préstamos del Banco Central funcionaron y 16 quebraron. El Estado asumió las deudas. En diciembre de 1998 el Congreso creó la Agencia de Garantías de Depósitos AGD para garantizar a los clientes. En marzo 1999 Mahuad aseguró en cadena nacional que no habría feriado bancario pero hubo. El pueblo angustiado acudió a bancos y financieras a salvar su dinero, sólo encontró candados y corazones herméticamente cerrados. La debacle monetaria pulverizó ahorros, pensiones, negocios. Se desataron suicidios, desesperación, destrucción familiar, el mayor éxodo de la historia ecuatoriana se dirigió a España, Italia, Estados Unidos. El 9 de enero del 2000 se produjo la dolarización. El sucre se devaluó en 400%, un sueldo de 100 mil sucres pasó a equivaler 4 dólares. La reacción popular forzó a Mahuad a dejar el poder el 21 de enero 2000.

La tragedia traspasó fronteras. Llegó a Canadá. Varios compatriotas que habían regresado al Ecuador para adquirir una propiedad o poner un negocio perdieron los ahorros de toda su vida y tuvieron que volver para empezar desde 0. Un sacerdote cuyo nombre no recuerdo vino a Toronto a secar lágrimas, a dar fuerzas a los sufridos, a pedir que se exhorte a otros padres y madres que no dejen a sus hijos pues muchos de ellos quedaron al cuidado no solo de parientes sino de amigos o vecinos, sujetos a toda clase de abusos, constituyéndose en una generación de tristeza, orfandad, pesadilla y tormento, desgracia que no podía aliviarse con remesas ni con los bonos con los que el Estado pagó a los perjudicados, las mismas que los bancos compraron sin compasión a la tercera parte de su valor, beneficiándose una vez más.  

Olvidando o perdonando el Feriado Bancario el pueblo eligió Presidente a Guillermo Lasso en 2021, quien dijo que no sabía del mismo porque estuvo de Superministro menos de dos meses, algo que el propio Mahuad desmintió. Mientras el dinero que el país necesita para resolver sus problemas de inseguridad, pobreza extrema, desempleo, delincuencia, narcotráfico, corrupción en las más altas esferas gubernamentales, las arcas internacionales se llenan y ¡se devuelve propiedades a los ex dueños del Filanbanco! El neoliberalismo reina. La emigración masiva crece desafiando peligros extremos en Darién, mafias coyoteras, extorsión, violaciones, muerte ante las que muchos ecuatorianos declaran con dolor y despecho “otra vez toca emigrar…”