Argentina suma en 2022 un millón de nuevos pobres, hasta el 39,2% de la población
Argentina suma en 2022 un millón de nuevos pobres, hasta el 39,2% de la población
Un residente de la villa 31 de Buenos Aires sale de su vivienda. AGUSTIN MARCARIAN (REUTERS)
– Según el índice difundido este jueves para el segundo semestre del año pasado, el 8,1% de los argentinos no gana lo suficiente para comprar alimentos. La inflación augura un 2023 aún peor
Casi todos pierden con la inflación desbocada en Argentina, pero los más perjudicados son los que menos tienen. En 2022, la pobreza subió hasta alcanzar al 39,2% de la población, a pesar de la caída del desempleo y del crecimiento de la economía. El aumento de precios actual hace prever que empeorará aún más este 2023. Según los datos oficiales difundidos este jueves, el grupo más castigado son los niños. Uno de cada dos menores de 14 años vive en un hogar con ingresos insuficientes para comprar bienes básicos como alimentos y ropa y afrontar gastos vinculados a vivienda, transporte, educación y salud. En el extremo más vulnerable, el 8,1% de la población es indigente, es decir, ni siquiera le alcanza para comida.
En total, la cantidad de pobres en Argentina ascendió a 18 millones, un millón más que a mitad de 2022. La cifra representa un incremento de casi tres puntos en solo un semestre y supone un retroceso hasta los niveles de mitad de 2021, cuando Argentina comenzaba a reactivarse tras la pandemia de covid-19. En el peor momento de la crisis económica provocada por las restricciones sanitarias, la pobreza escaló al 42%.
La cifra difundida este jueves es una pésima noticia para el Gobierno del peronista Alberto Fernández. Llegó al poder en 2019 con duras críticas contra su predecesor, Mauricio Macri, por “haber sumergido a millones de personas en la pobreza”, pero culminará su mandato este diciembre con una realidad aún peor.
En su informe, el Instituto Nacional de Estadística y Censos da cuenta de la brecha entre el aumento de los ingresos familiares, un 37,3% en el segundo semestre de 2022, y el 44,4% que subió la canasta básica. Ahí está el nudo del problema. El ingreso promedio de los hogares pobres el año pasado fue de 83.758 pesos (unos 390 dólares a la cotización oficial), mientras que la canasta básica rondó los 132.000 pesos (613 dólares).
La cifra de indigencia mejoró siete décimas gracias sobre todo a la amplia cobertura de los subsidios estatales para la población más desfavorecida. Esas ayudas económicas y los comedores gratuitos en los barrios pobres son la última red de protección contra el hambre en un país donde los alimentos se encarecen a un ritmo aún más rápido que la inflación.
Los datos de pobreza reflejan que hoy en Argentina tener trabajo no es garantía suficiente para poder acceder a bienes y servicios básicos. El desempleo es del 6,3%, pero la población pobre roza el 40%, seis veces más. Los más afectados son los trabajadores sin contrato, que quedan excluidos de las subidas salariales pactadas por los sindicatos y están todavía más desprotegidos que los demás frente a una inflación que supera el 100% por primera vez en tres décadas.
Críticas opositoras
A menos de medio año para las elecciones primarias y con la vista puesta en las presidenciales de octubre, la oposición en bloque salió a criticar al Gobierno de Fernández. Horacio Rodríguez Larreta, alcalde de Buenos Aires y precandidato a presidente por Juntos por el Cambio, consideró que el aumento de la pobreza es “el precio de gobernar mal”. Para el titular del radicalismo en la Cámara Baja, Mario Raúl Negri, se trata de “la herencia más catastrófica” del gobernante Frente de Todos.
La exgobernadora macrista de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, advirtió que es “un dato que nace viejo” porque “la situación en 2023 es más grave todavía”. Vidal destacó que es inédito que con crecimiento económico y creación de puestos de trabajo crezca la pobreza y apuntó hacia la escalada de precios. “La inflación derrumba la economía de quienes peor están. Porque son los que más gastan en alimentos, los que no tienen posibilidades de acceso al crédito, los que más sufren los aumentos constantes de precios en bienes y servicios básicos”, señaló en un texto difundido en sus redes sociales.
Los macristas arrojan los datos de pobreza al peronismo a modo de bumerán. En septiembre se conocerá la cifra del primer semestre de 2023, pero se da por descontado que será superior al 40%, al menos cinco puntos más que en 2019, cuando concluyó la presidencia de Macri. Sin embargo, durante su gestión la pobreza también aumentó, al igual que también lo había hecho en el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner. Para intentar ocultar esa realidad, el Indec dejó de publicar esas estadísticas.
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