El desplazamiento es el objetivo principal en las llamadas “renovaciones”, dice informe
El desplazamiento es el objetivo principal en las llamadas “renovaciones”, dice informe
– Un nuevo informe afirma confirmar que los desalojos de inquilinos con fines de renovación, tienen menos que ver con la renovación de viviendas y más con el aumento de la renta, algo que muchos inquilinos de Toronto han sostenido durante mucho tiempo como un hecho, pero pocos los han escuchado
TORONTO.- El informe del defensor de la vivienda Philip Zigman y el trabajador legal comunitario Cole Webber se basa en más de 160 edificios en Toronto donde los inquilinos tienen o están enfrentando renovación y por ende desalojos.
Zigman dice que las entrevistas con los inquilinos y las múltiples declaraciones públicas hechas por los propietarios dejan en claro que las renovaciones son simplemente para robar dinero del bolsillo de los inquilinos.
“Los mismos propietarios que proponen desmantelar y renovar por completo una unidad, a propósito están descuidando por completo la propiedad hasta que la gente se muda o hacen todo lo posible para desalojar a los inquilinos con otros avisos de desalojo, con otro tipo de presión, acoso, intimidación”, dice.
“Es tan obvio que esto no se está haciendo por un interés sincero en mejorar las condiciones de vida de los inquilinos existentes. El desplazamiento es el objetivo principal para que los propietarios en su avaricia puedan aumentar los alquileres de los nuevos inquilinos”.
El informe se centra en primer lugar en las condiciones que hacen posibles las renovaciones.
“Es legal en Ontario que un arrendador desaloje a un inquilino para realizar renovaciones extensas… y muchos inquilinos son nuevamente desalojados sin que los arrendadores infrinjan ninguna regla ni ninguna ley de desalojo”, explica Zigman.
El problema fundamental, dice, es la falta de reglas que impidan que los propietarios aumenten el alquiler del próximo inquilino después de que el anterior se vaya.
“Desafortunadamente, siempre que a los propietarios se les permita aumentar el alquiler entre inquilinos, se les incentivará a expulsar a los inquilinos a largo plazo para atraer nuevos inquilinos cobrando más. Y la renovación es solo una estrategia que usan los propietarios para hacer eso”, dice Zigman.
En segundo lugar, el informe detalla las experiencias de los inquilinos que se han enfrentado a la coerción para desalojar sus apartamentos.
Zigman dice que los inquilinos generalmente informan que el arrendatario ejerce presión para mudarse cuando un edificio se vende a nuevos propietarios y éstos quieren ganar más dinero.
“A menudo, lo que sucede es que el nuevo propietario se acercará a los inquilinos de manera informal al principio para hablar sobre un plan para renovar y es muy claro desde el principio que el plan del nuevo propietario no involucra a los inquilinos existentes. No es un esfuerzo de colaboración, son solo excusas y es ‘vamos a renovar, tienes que irte'”, dice, y agrega que las ofertas de pagos por desalojar a menudo se hacen como un incentivo para irse.
Según Zigman, los inquilinos que no cumplen a menudo ven que los propietarios comienzan a descuidar sus propiedades.
“Así que despedirán a los superintendentes, dejarán de sacar la basura, dejarán de palear la nieve. Hacen que a menudo sea imposible realizar tareas de mantenimiento. Todo esto y muchas otras tretas, son solo para tratar de que las condiciones en el edificio se deterioren para que la gente se frustre y se mude”, dice.
Los inquilinos también informaron haber recibido repetidos avisos por falta de pago del alquiler o incumplimiento de las reglas del apartamento.
“Entonces, si los inquilinos aún se quedan, vemos que los propietarios aumentan la presión. Comienzan a acosar a las personas con llamadas telefónicas o mensajes de texto, preguntándoles cuándo aceptarán la compra de su salida. Una cosa que vemos a menudo son las frecuentes inspecciones de unidades. Y luego, eventualmente, podrían escalar buscando el desalojo a través de la junta de propietarios e inquilinos, que intenta que los inquilinos sean expulsados a través del proceso legal y, finalmente, un alguacil”, dice Zigman.
Pero los inquilinos se han estado defendiendo, dice Zigman, y el informe documenta que se está convirtiendo en una contramedida importante.
“Desafortunadamente, a pesar de que los propietarios dicen [públicamente] ‘hacemos esto para ganar dinero, lo hacemos porque es increíblemente rentable’… sigue siendo legal que lo hagan. Entonces, los inquilinos han optado razonablemente por organizarse juntos y tratar de presionar a sus propietarios fuera del proceso legal en lugar de depender de un proceso que sanciona el despojo”, dice.
“Hay inquilinos en edificios en toda la ciudad que en los últimos años se han defendido con éxito y… sus propietarios retiraron los desalojos antes de acudir a la junta de propietarios e inquilinos”.
Por ejemplo, varios inquilinos en un edificio de Lawrence West se están uniendo para luchar contra los nuevos propietarios de su edificio, quienes han dejado muy claras sus intenciones de renovar y volver a alquilar a precios mucho más altos.
“Lo sabemos con certeza porque vimos la publicidad, está en Internet y todo: estos apartamentos cuando estén renovados, el de una habitación costaría mil dólares más. Los apartamentos de dos y tres habitaciones cuestan casi el doble del alquiler”, dice Debbie, la inquilina de la planta baja.
“Creo que ese es el propósito de querer desalojarnos para que pudieran hacer las pequeñas renovaciones y ganar el doble de dinero”.
Varios inquilinos en su piso ya se han mudado, dice, pero Debbie y su esposo no tienen intención de mudarse de su hogar de ocho años.
“Formamos un grupo y empezamos a tener reuniones y demás para decidir qué nos gustaría hacer o qué podemos hacer. Hicimos mítines en el verano y luego hicimos caminatas por el vecindario donde imprimieron folletos con toda la información y lo que estaban haciendo los propietarios y fuimos y sensibilizamos a la gente sobre la situación”, dijo.
Hasta el momento, el arrendador se ha negado a reunirse con ellos. Debbie dice que no permitirá que ningún equipo de renovación ingrese a su casa y espera que su resistencia obligue al propietario a retirar los avisos de desalojo enviados a los inquilinos.
Abra Shiner, una inquilina en un edificio de Queen West, también continúa luchando contra la renovación de su hogar durante más de dos décadas.
Ella está luchando contra un cáncer terminal y una petición de la comunidad para instar a sus nuevos propietarios a retirar su aviso de desalojo obtuvo más de 32,000 firmas en febrero.
Desde entonces, dice que abrió un expediente con Toronto Licensing and Standards para que los propietarios hicieran algunas reparaciones necesarias que se habían descuidado. Aparte de eso, la situación parecía haberse calmado.
“Hicieron un poco de trabajo. Nadie realmente dijo mucho y en ese momento mi salud era estable y todo parecía estar bien. Y luego, hace un par de semanas… todo sucedió a la vez. Mis escaneos mostraron un crecimiento en mi cáncer y, al mismo tiempo, los propietarios pusieron una solicitud para enmendar el estatuto de zonificación en la ventana de la entrada”, dice ella.
Abra explica que los planes para el edificio incluyen convertir cuatro unidades de viviendas de bajos ingresos en tres apartamentos de lujo, además de agregar un segundo espacio comercial en la planta baja.
“Es increíble cuántos de mis vecinos han sido renovados y luego los apartamentos, después de someterse a renovaciones menores, quedan vacíos porque nadie puede pagarlos. Los apartamentos de al lado, que también fueron renovados en unidades de lujo, están vacíos. La tienda de abajo al lado está vacía… realmente no es lo que necesita nuestra comunidad o nuestra ciudad”, dice ella.
Ha continuado con sus esfuerzos para celebrar reuniones de mediación con los nuevos propietarios para explicar su situación y por qué le es imposible mudarse.
“No creo que sobreviva a una mudanza. Es mucho estrés y no hay ningún lugar al que pueda ir dentro de mi presupuesto que me mantenga cerca del hospital donde estoy comenzando la radiación, con suerte, esta semana”, dice ella.
La audiencia de Abra en la Junta de Arrendadores e Inquilinos se acerca en junio, pero espera poder convencer a su arrendador de que retire el aviso de desalojo antes de esa fecha.
Ontario propone reforzar las protecciones de los inquilinos
Mientras tanto, Ontario propuso recientemente nuevas protecciones contra las renovaciones; acción que se debió haber tomado desde hace ya mucho tiempo.
Incluyen exigir a los propietarios que entreguen a los inquilinos un informe de una persona calificada que indique que la unidad debe estar desocupada para permitir que se lleven a cabo las renovaciones. También se requeriría que los propietarios den a los inquilinos un período de gracia de 60 días para volver a mudarse una vez que se completen las renovaciones con el mismo alquiler que pagaban antes.
El ministro de Vivienda, Steve Clark, también dijo que está proponiendo cambios para duplicar las multas máximas por delitos bajo la Ley de Arrendamientos Residenciales a $100,000 para individuos y $500,000 para corporaciones.
Además, se nombrarán 40 adjudicadores adicionales y cinco empleados de oficina para la Junta de Propietarios e Inquilinos para que pueda operar de manera más eficiente y reducir el retraso.
Zignman dice que es poco probable que las medidas sean efectivas ya que “no cambian fundamentalmente los requisitos existentes para los propietarios o el proceso legal para desalojar a los inquilinos por renovaciones extensas”.
“No cambian las condiciones que hacen posible y rentable la renovación”.
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