CRÓNICAS: Carlos III
CRÓNICAS: Carlos III
Por: Lucía P. de García
Toronto.- Como preludio a su coronación el sábado 6 de mayo 2023, en marzo se presentó ante el mundo el primer retrato del Rey Carlos III del Reino Unido. En el óleo, pintado por el artista Alastair Barforf, el monarca viste traje azul marino a rayas, camisa blanca, pañuelo y corbata rosa pálido; en su muñeca izquierda luce un sencillo y bello brazalete tejido con fibras naturales, que simboliza la diversidad de la vida, causa que abandera. Según el autor del retrato, la inspiración le llegó en febrero en el palacio de Buckingham, durante la recepción a favor de la biodiversidad. Allí captó la calidez del rey con todos los invitados y su sensibilidad al recibir de Domingo Peas, líder amazónico de Ecuador, el significativo obsequio.
A las dos semanas su obra estaba lista: a los 74 años de edad Carlos III asume sus funciones con mirada serena, la misma que contrasta con la mirada triste que tenía a sus cinco años tal vez porque su madre, con la cual compartía momentos felices, estaba ocupada en las obligaciones de la corona adquirida al morir su abuelo. Quizás porque el internado escocés de Gordonstoun, donde pasó su adolescencia, le marcó con el maltrato de sus compañeros y con la educación rígida que impartía, la misma que no compaginaba con su amor a la Naturaleza y su gusto por la pintura y la literatura. O porque al tomar conciencia de que era el heredero del trono por ser hijo de la Reina Isabel y del Príncipe Felipe, avisoró un destino lleno de responsabilidades.
Fuere o no así, Carlos ingresó a la Universidad de Cambridge en 1967 para estudiar antropología, historia, arqueología y arquitectura en el Trinity College. En el Colegio Universitario Aberystwyth aprendió galés. Tras ser investido por la Reina Isabel como Príncipe de Gales, en 1970 ocupó su escaño en la Cámara de los Lores. Culminó su carrera militar en las Fuerzas Aéreas y en la Armada Británica en 1976. Desde entonces ha presidido más de 200 organizaciones sociales, artísticas, educativas, científicas y se ha comprometido con la defensa del medioambiente.
Su matrimonio en 1981 con Lady Diana Spencer parecía un cuento de hadas complementado con el nacimiento de los príncipes William y Harry, no fue así. Su antigua relación con Camila Parker causó el divorcio de la pareja en 1996. La muerte de la querida princesa en un accidente de tránsito un año después sacudió la monarquía. Se acrecentó el resentimiento del pueblo contra Carlos y Camila. La Reina Isabel y el Príncipe Felipe fueron criticados por el poco apoyo que le brindaron a la princesa en aquellas circunstancias. Los escándalos protagonizados por varios miembros de la familia real, expuestos ante el mundo pese a los esfuerzos por ocultarlos, fueron la comidilla diaria. Cuando llegó algo de calma, Carlos y Camila se casaron en 2005.
En los últimos tiempos se han dado otros sucesos: en 2011 el matrimonio de William y Catherine Middleton, tienen tres hijos. En 2018 el de Harry con la estadounidense Meghan Markle, la pareja se separó de la Corona Británica en 2020 y con sus dos hijos fue a vivir en Estados Unidos, donde han concedido entrevistas que han causado controversia y disgusto a la familia real. En 2021 el fallecimiento del Príncipe Felipe. En 2022 de la Reina Isabel, quien antes de morir determinó que luego de asumir el trono Carlos III, su esposa recibiera el título de Reina Consorte.
Conforme la monarquía constitucional, el Rey será una figura simbólica y políticamente neutral. Deberá designar el gobierno del líder del partido ganador, disolver formalmente el gobierno antes de elecciones generales. Presidirá actos ceremoniales en los ámbitos de salud, tecnología, artes, cultura, ciencia, preservación medioambiental. No podrá expresar abierta y libremente sus opiniones, no tendrá su propio pasaporte, tampoco su propia licencia de conducir.
De acuerdo al sentir del pueblo, se aspira que Carlos III flexibilice ciertas normas arcaicas de la corona. También que se ajuste a la realidad de los 54 países que integran el Commonwelth desde 1931, los mismos que fueron colonias de la Gran Bretaña y hoy son semiindependientes, independientes o aspiran total emancipación. Tal sería el caso de Canadá, de acuerdo a una encuesta del Instituto Angus Reid, la misma que indica que el 60% de los consultados no desean la monarquía y se niegan a reconocer a Carlos como rey, el 66% no acepta a Camila. En Quebec, el 88% está de acuerdo en deshacer los lazos con el reinado cambiando la Constitución.
Quienes conocen mejor a Carlos dicen que sus experiencias de vida le harán un buen soberano: ha visto el comportamiento de 15 Primeros Ministros del Reino Unido y generaciones de líderes locales y mundiales. Señalan que seguirá con sus acciones filantrópicas a favor de los jóvenes británicos, agricultura ecológica, conservación del medioambiente, no sólo porque cuenta con una fortuna personal avaluada según el medio británico The Guardian en 2.500 millones de dólares, o porque la venta de cada uno de sus cuadros paisajistas valorado al menos en 30.000 dólares la destina a las entidades que patrocina, sino porque es generoso de verdad. Aseguran que es genuino su amor por la Naturaleza y que será un adalid de la vida del planeta.
Por lo pronto, 2.000 invitaciones oficiales se han repartido en sobres de material reciclado detallado con papel de oro. Su delicado diseño y trabajo en acuarela lo hizo Andrew Jamieson, cuidando que armonicen el escudo del Reino Unido, elementos de la corona, las flores de la región y la figura folklórica que representa la primavera. El evento será en la abadía de Westminster, lo celebrará el Arzobispo de Canterbury y lo transmitirá al mundo la cadena británica BBC. La difusión incluye actividades que terminarán el lunes 8. Luego, el futuro lo dirá…
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