CRÓNICAS. ¡Madres a la Carga!
CRÓNICAS. ¡Madres a la Carga!
Por: Lucía P. de García
Toronto.- La Madre ha sido honrada desde la antigüedad como una diosa, de ella nace la vida. Por ese portento ha sido venerada por las antiguas civilizaciones a través de mitología, creencias, leyendas. Nuestro planeta es esa Madre Tierra de la que venimos como sus hijos humanos, hermanados con animales, plantas, elementos, todo lo existente, en una unión absoluta, indivisible, que si bien está interrelacionada es a la vez interdependiente y complementaria, perfección materna digna de ser venerada, respetada, cuidada con amor.
Con el tiempo la humanidad ha olvidado su origen. Creyéndose dueña del mundo ha sobreexplotado y abusado de los recursos hasta convertirse en parásito de la Madre Tierra. De nada han valido las advertencias científicas, el abuso está acabando con la vida. Poco o ningún caso han hecho gobiernos, entidades poderosas, figuras grandilocuentes. La situación se agrava al punto de convertirse en urgencia. ¿Más, quien tomará la iniciativa para realmente salvar nuestro mundo? Las madres. Sí. Nosotras tenemos el poder de liderar esta guerra salvadora.
Actuemos ya. No sólo por solidaridad y gratitud con nuestra Madre Tierra sino por nuestros hijos, nietos, parejas, por nosotras mismas. Desde nuestras pequeñas trincheras, el hogar, reclutemos la tropa dentro de nuestras propias familias e invitemos a otros voluntarios dispuestos a cooperar. Apliquemos una estrategia infalible: la educación. Enseñemos a recuperar la pureza del aire y de las fuentes de agua mediante bombardeos de verdor que preserven campos, bosques, selvas. Concienciemos sobre la importancia de ahorrar agua, no desperdiciar alimentos. Empuñemos las armas nobles que conocemos: reciclaje, reparación, reutilización. Batallemos para cambiar energía fósil por eólica, solar; eliminar plásticos; economizar luz, calefacción, ventilación. No desperdiciemos el papel. Recurramos a bicicleta, transporte público, vehículos híbridos. Utilicemos productos ecológicos. Apoyemos las campañas por la paz, contra las armas biológicas, atómicas, minas marinas y terrestres.
¿Cuándo iniciar nuestra guerra salvadora de la vida y reivindicadora de la humanidad? El Día de la Madre. Recordemos que en 1870 Julia Ward Howe propuso la instauración de una fecha que simbolice el dolor de las madres ante la muerte de sus hijos en la Guerra de Secesión Americana. Y que en 1914 Anna Reeves Jarvis logró que el presidente Wilson Woodrow oficializara el segundo domingo de mayo como el Día de la Madre. La mayoría de países aceptó.
Al acercarse la fecha, aprestémonos a dirigir esta guerra de amor hacia nuestra Madre Tierra con determinación, valentía y con un estruendoso ¡Madres a la Carga!
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