Nueva oleada de migrantes irregulares azota desde este viernes a Estados Unidos
Nueva oleada de migrantes irregulares azota desde este viernes a Estados Unidos
– La caída del Título 42 de Trump, que permitía expulsar sin procesos a migrantes irregulares así pidieran asilo, tiene en guardia a las autoridades fronterizas.
Desde esta madrugada, la frontera sur de Estados Unidos está en guardia ante la oleada de migrantes irregulares que quieren entrar a como dé lugar desde México para intentar resguardarse en ese territorio y buscar asilo.
La razón es que a las 11:59 de la noche de este jueves –hora de Washington– se levantó el llamado Título 42, una norma activada durante la pandemia para supuestamente frenar el covid y que impulsó el entonces presidente Donald Trump, pero que en la práctica se utilizó alrededor 2,8 millones de veces para expulsar a migrantes irregulares.
En esa norma se escudaban las autoridades estadounidenses para bloquear la entrada de los más de 200.000 migrantes que intentaban cada mes llegar a Estados Unidos con la esperanza de salir de la miseria o huir de la violencia y la corrupción de países como Colombia, Venezuela, Salvador, Guatemala y otros.
l Título 42 llegó a su fin después de idas y venidas en los tribunales, donde los republicanos –que acusan al presidente demócrata Joe Biden de laxista– hicieron lo posible para mantenerla en vigor. Pero fracasaron.
En todo caso, el gobierno estadounidense lleva más de un año preparándose para ello con una batería de medidas que incluyen recompensas para los migrantes que empiecen a tramitar sus solicitudes antes de llegar a la frontera mediante la aplicación móvil CBP One, los programas de reunificación familiar –Colombia está entre los países que pueden acceder este proceso– o los permisos humanitarios para cupos de venezolanos, haitianos, nicaragüenses y cubanos.
Pero también hay castigos, como el endurecimiento del acceso al asilo para aquellos que no adopten estas “vías legales” o no tramiten su caso en un país de tránsito hacia Estados Unidos. Una decisión que le ha valido a Biden comparaciones con su predecesor, el magnate Trump, partidario de una política migratoria dura.
En dos ciudades fronterizas del lado mexicano, Ciudad Juárez y Matamoros, los cruces de migrantes han aumentado esta semana, de acuerdo a lo que constató un equipo de la AFP.
Pero algunos venezolanos que viajan en grupo prefieren esperar a obtener cita a través de la aplicación CBP One una vez que este viernes se amplíe el horario y funcione 23 horas al día.
El venezolano Andrés Sánchez dijo que cruzar el río “no es opción, porque vamos a perder todos los derechos de un proceso legal si nos dan la oportunidad de entrar a Estados Unidos. Podemos entrar, pero nos pueden echar para atrás automáticamente porque entramos ilegalmente”
Se refiere a la aplicación del Título 8, que ya se viene usando y permite expulsar a todo aquel que entre sin visa o la documentación necesaria.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, insistió en que “aquellos que no usan vías legales para entrar en Estados Unidos no son elegibles para el asilo”.
Salvo excepciones, serán expulsados a sus países de origen, y en el caso de los cubanos, nicaragüenses, haitianos y venezolanos, a México.
En este contexto, el gobierno de Biden ha desplegado a 24.000 agentes policiales en la frontera, junto con otros 1.100 nuevos coordinadores de la patrulla fronteriza.
El alcalde de El Paso (Texas), Oscar Leeser, alertó que “va a ser algo difícil, muy difícil todos los días, y todavía tenemos que seguir preparándonos para lo desconocido”.
De hecho, en Bogotá hay varados más de 200 colombianos indocumentados que comenzaron a ser deportados desde el miércoles. La situación puede ser caótica.
Desde esta madrugada, la frontera sur de Estados Unidos está en guardia ante la oleada de migrantes irregulares que quieren entrar a como dé lugar desde México para intentar resguardarse en ese territorio y buscar asilo.
La razón es que a las 11:59 de la noche de este jueves –hora de Washington– se levantó el llamado Título 42, una norma activada durante la pandemia para supuestamente frenar el covid y que impulsó el entonces presidente Donald Trump, pero que en la práctica se utilizó alrededor 2,8 millones de veces para expulsar a migrantes irregulares.
En esa norma se escudaban las autoridades estadounidenses para bloquear la entrada de los más de 200.000 migrantes que intentaban cada mes llegar a Estados Unidos con la esperanza de salir de la miseria o huir de la violencia y la corrupción de países como Colombia, Venezuela, Salvador, Guatemala y otros.
El Título 42 llegó a su fin después de idas y venidas en los tribunales, donde los republicanos –que acusan al presidente demócrata Joe Biden de laxista– hicieron lo posible para mantenerla en vigor. Pero fracasaron.
En todo caso, el gobierno estadounidense lleva más de un año preparándose para ello con una batería de medidas que incluyen recompensas para los migrantes que empiecen a tramitar sus solicitudes antes de llegar a la frontera mediante la aplicación móvil CBP One, los programas de reunificación familiar –Colombia está entre los países que pueden acceder este proceso– o los permisos humanitarios para cupos de venezolanos, haitianos, nicaragüenses y cubanos.
Pero también hay castigos, como el endurecimiento del acceso al asilo para aquellos que no adopten estas “vías legales” o no tramiten su caso en un país de tránsito hacia Estados Unidos. Una decisión que le ha valido a Biden comparaciones con su predecesor, el magnate Trump, partidario de una política migratoria dura.
En dos ciudades fronterizas del lado mexicano, Ciudad Juárez y Matamoros, los cruces de migrantes han aumentado esta semana, de acuerdo a lo que constató un equipo de la AFP.
Pero algunos venezolanos que viajan en grupo prefieren esperar a obtener cita a través de la aplicación CBP One una vez que este viernes se amplíe el horario y funcione 23 horas al día.
El venezolano Andrés Sánchez dijo que cruzar el río “no es opción, porque vamos a perder todos los derechos de un proceso legal si nos dan la oportunidad de entrar a Estados Unidos. Podemos entrar, pero nos pueden echar para atrás automáticamente porque entramos ilegalmente”
Se refiere a la aplicación del Título 8, que ya se viene usando y permite expulsar a todo aquel que entre sin visa o la documentación necesaria.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, insistió en que “aquellos que no usan vías legales para entrar en Estados Unidos no son elegibles para el asilo”.
Salvo excepciones, serán expulsados a sus países de origen, y en el caso de los cubanos, nicaragüenses, haitianos y venezolanos, a México.
En este contexto, el gobierno de Biden ha desplegado a 24.000 agentes policiales en la frontera, junto con otros 1.100 nuevos coordinadores de la patrulla fronteriza.
El alcalde de El Paso (Texas), Oscar Leeser, alertó que “va a ser algo difícil, muy difícil todos los días, y todavía tenemos que seguir preparándonos para lo desconocido”.
De hecho, en Bogotá hay varados más de 200 colombianos indocumentados que comenzaron a ser deportados desde el miércoles. La situación puede ser caótica.
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