OPPENHEIMER. Estados Unidos-Gran Bretaña, 2023. Un film de Christopher Nolan. 180 minutos.
OPPENHEIMER. Estados Unidos-Gran Bretaña, 2023. Un film de Christopher Nolan. 180 minutos.
Cillian Murphy en OPPENHEIMER
Por Jorge Gutman
OPPENHEIMER. Estados Unidos-Gran Bretaña, 2023. Un film de Christopher Nolan. 180 minutos.
El versátil e intelectual realizador Christopher Nolan aborda en su duodécimo film la figura del renombrado físico judío estadounidense Julius Robert Oppenheimer (1904-1967) a través de cuatro décadas de su vida mediante un drama histórico y político a la vez.
Como es su costumbre Nolan vuelve a desafiar al espectador mediante una narrativa no cronológica aunque su contenido resulta fácil de ensamblar.
Basado en el libro American Prometheus. The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer escrito por Kai Bird y Martin J. Sherwin, el guión del realizador reseña la vida estudiantil de Oppenheimer (Cillian Murphy), los estudios de ciencia realizados en Harvard y de posgrado en Europa para posteriormente destacarse por sus trabajos efectuados en la Universidad de Berkeley, resaltando su presencia de eminente físico.
Como firme creyente de que es necesario demostrar la superioridad de su país frente al cruel enemigo nazi durante la Segunda Guerra, es encomendado por el general Leslie R. Groves (Matt Damon) para liderar el Proyecto Manhattan que conducirá a producir la primera arma atómica. Trabajando durante 4 años con un equipo integrado por remarcables científicos en un laboratorio secreto instalado en Los Álamos, zona desértica de New Mexico, el proyecto cobra realidad con el exitoso ensayo nuclear efectuado el 16 de julio de 1945. Es así que el nombre de Oppenheimer queda registrado en los distintos medios de difusión y aclamado por el público de Estados Unidos como indiscutible héroe nacional y “el padre de la bomba atómica”.
A pesar de haber finalizado la guerra en mayo de 1945 Oppenheimer no se opone a la decisión del gobierno de Estados Unidos para que esa bomba sea utilizada en Japón -que fue aliado de Alemania pero que aún no se había rendido- supuestamente para “salvar vidas”. Con buen criterio el detonante- que tuvo lugar el 6 de agosto de 1945 en Hiroshima y en Nagasaki tres días después- no es mostrado por Nolan aunque es bien sabido que ese atroz bombardeo cobró la vida de 200 mil personas inocentes.
Simultáneamente se asiste a aspectos personales del físico; es así que como hombre de izquierda durante su juventud simpatizó con el partido comunista de su país sin haberse aliado, como así también mediante contribuciones apoyó a los republicanos durante la Guerra Civil de España. Sentimentalmente estuvo ligado con la activista política Jean Tatlock (Florence Pugh) no obstante de haber contraído enlace con Kitty (Emily Blunt) y llegando a tener dos hijos; aunque como apasionado científico estuvo principalmente aferrado a lo suyo, su frustrada mujer lo apoyó en los momentos más decisivos.
Desde el punto de visto caracterológico, el realizador efectúa un magnífico estudio de su personalidad mostrándolo como un hombre dificultoso, no muy simpático, mujeriego y dueño de un exacerbado ego, a la vez que exterioriza su sentimiento de pena frente a la sangre derramada en Japón cuando el presidente Truman (Gary Oldman) lo felicita por el exitoso bombardeo.
Cuando comienza la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia, Oppenheimer se opone firmemente a utilizar la bomba de hidrógeno como mecanismo de defensa y amenaza para su país porque considera que puede causar la destrucción del mundo. Su integridad y lealtad a la patria empieza a ser cuestionada y es así que atravesará un período sombrío en plena época del macartismo,. Habiendo sido asesor de la Comisión de Energía Atómica (AEC) de Estados Unidos bregando por el freno de la carrera armamentista, queda separado de su cargo por su presidente Lewis Strauss (Robert Downey Jr) como consecuencia de la secreta audiencia de seguridad realizada por el Congreso donde aparece como acusado y sospechoso de estar vinculado directa o indirectamente con el comunismo.
Realizado el film de manera clásica, Nolan no escatima el empleo de largos diálogos durante las escenas de la preparación de la bomba atómica; si las discusiones científicas intercambiadas entre Oppenheimer y su equipo pueden resultar de interés para quienes están interiorizados en el tema de la física cuántica, el gran público no alcanza a comprenderlas en su debida dimensión, resultando a la postre abrumadoras. Esa observación no excluye algunos excepcionales momentos de esta producción nutridas de remarcable belleza visual; eso se aprecia fundamentalmente en la magistral imagen captada de la gigantesca explosión producida en el ensayo nuclear; en tal sentido la fotografía de Hoyle van Hoytema es nada menos que excepcional.
Las interpretaciones constituyen otro elemento vital que contribuye a valorizar la encomiable labor de Nolan. En ese aspecto Murphy, prácticamente omnipresente a lo largo del relato, se ha posesionado por completo del personaje central logrando máxima autenticidad a través de los diferentes matices que van reflejando su personalidad a lo largo del tiempo. A su lado Downey Jr, en el mejor rol de su carrera transmite magníficamente la animosidad de Lewis Strauss hacia Oppenheimer quien por ambiciones políticas destruye su imagen a través de las declaraciones efectuadas durante la audiencia. Además de las irreprochables intervenciones de Damon, Blunt y Pugh, entre otros integrantes del elenco se destacan Tom Conti como el gran Albert Einstein, Kenneth Branagh dando vida a Niels Bohr -héroe y mentor de Oppenheimer-, Casey Affleck animando a un oficial militar de inteligencia, Jason Clarke como el abogado acusador del enjuiciado, Rami Malek, Benny Safdie, Josh Hartnett y Matthew Modine.
Dada su estructura, Nolan permite que la película adquiera un fluido ritmo gracias al montaje de Jennifer Lame. Finalmente la música de Ludwig Göransson, constituye un arma de doble filo; si bien por una parte permite contrastar el épico sonido con el silencio a fin de suscitar emoción, en algunas instancias la banda sonora impide seguir los diálogos.
En esencia, el director ha logrado un muy buen film rindiendo tributo al legado de un trágico héroe con un claro mensaje que bien puede tenerse en cuenta hoy día dada la dramática situación que se vive en el mundo donde la amenaza de un ataque nuclear no debe ser desestimada.
BARBIE. Estados Unidos, 2023. Un film de Greta Gerwig. 114 minutos
Ryan Gosling y Margot Robbie en BARBIE
En 1959 nadie estaba en condición de imaginar que la muñeca Barbie creada por Ruth Handler y comercializada por la empresa americana de juguetes Mattel, causaría una sensación mundial. Es así que 64 años después, la famosísima adolescente de cabellera rubia adquiere vida en la pantalla, generando otro rotundo éxito mundial desde su estreno acontecido la semana pasada.
En Barbie la realizadora Greta Gerwig, conocida por Lady Bird (2017) y Little Women (2019), sigue con su impronta de no claudicar y defender a rajatablas el empoderamiento de la mujer. Ahora bien, para abordar la icónica muñeca se basó en un guión preparado conjuntamente con Noah Baumbach que adopta el carácter de comedia de fantasía integrada de números musicales.
En el prólogo de esta historia una narradora (Helen Mirren) explica cómo las niñitas que solían jugar con sus muñequitas quedaron deslumbradas con la aparición de Barbie. De inmediata la acción se traslada al utópico mundo de Barbieland donde la juvenil muñeca Barbie (Margot Robbie) no oculta su felicidad en el medio en que se halla; allí está rodeada de las otras Barbies que incluyen a la presidenta (Issa Rae), la física (Emma Mackey), la doctora (Hari Nef), la abogada (Sharon Rooney), la sirena (Dua Lipa) como asimismo la que es miembro de la Corte Suprema (Ana Cruz Kayne). En ese edén femenino son las mujeres que toman las decisiones en tanto que los hombres ocupan un rol secundario: entre ellos se encuentra Ken (Ryan Gosling) quien está fuertemente atraído por Barbie, su compinche Allan (Michael Cera) y varios otros Ken (Scott Evans, Simu Liu, John Cena, Ben Adir).
Todo marcha sobre rieles para la escultural y hermosa Barbie cuando un buen día al despertar le acecha la idea de la muerte, además comprueba que tiene sus pies planos y que su cuerpo manifiesta problemas de celulitis. Es por ello que sus compañeras le recomiendan recurrir a la rara consejera Barbie (Kate McKinnon); esta mujer después de diagnosticarla, le aconseja viajar al mundo real y ubicar a la persona que le ha lanzado esa suerte de pensamiento sombrío a fin de que resuelva su problema. De allí en más valiéndose de su coche como medio de transporte Barbie deja su paraíso fantástico para ir a la ciudad de Los Ángeles pero antes de llegar a destino descubre que su admirador Ken se ha infiltrado en el vehículo a fin de acompañarla en su misión.
Grande es la sorpresa de Barbie al comprobar que en el mundo real impera una sociedad eminentemente patriarcal donde las mujeres son dejadas de lado, contrastando por completo con su vivencia en Barbieland. Durante su permanencia Barbie saldrá al cruce de la enojada y crítica adolescente Sasha (Ariana Greenblatt) quien es la que le causó su inquietud donde está acompañada por su madre Gloria (América Ferrera) quien ofrece un pronunciado monólogo feminista; asimismo se producirá el encuentro de Barbie con su veterana creadora Ruth Handler (Rhea Perlman).
Aunque en su segunda mitad no todo es completamente coherente, como el caso de la injertada presencia de ejecutivos de la empresa Mattel liderados por su director (Will Ferrell), el film es meritorio por varias razones. En primer lugar es importante destacar su notable elenco en el que por la importancia de sus roles brillan Robbie quien lleva el peso de la película como la ideal muñeca rosada y sobre todo Gosling cuya insuperable actuación cobra relieve en gran parte del relato transmitiendo excelentemente la fragilidad de su personaje. A eso se agrega el regalo a la vista configurado por el magnífico diseño artístico de Sara Greenwood, el excepcional vestuario concebido por Jacqueline Durran y la impecable fotografía de Rodrigo Prieto.
En conclusión, habiendo adoptado un camino audaz en la concepción del mítico personaje la realizadora ofrece un claro mensaje feminista a través de una comedia provista de encanto, frescura, desenfado y comicidad que deja una sensación agradable al finalizar su proyección.
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