Evo Morales anuncia que será candidato a la presidencia de Bolivia en medio de la guerra con Luis Arce
Evo Morales anuncia que será candidato a la presidencia de Bolivia en medio de la guerra con Luis Arce
Evo Morales, expresidente de Bolivia, durante una reunión del Grupo de Puebla en Buenos Aires, el pasado 21 de marzo. NATACHA PISARENKO (AP)
– El expresidente boliviano, que gobernó durante tres períodos (2006-2019), busca quedarse con el liderazgo de la izquierda
Evo Morales, presidente de Bolivia tres veces electo entre 2006 y 2019, oficializó su deseo de ser candidato en las elecciones de 2025, en medio de la dura batalla que libra con el presidente Luis Arce por la dirección de la izquierda boliviana. “Obligados por los ataques del Gobierno, su plan para proscribir al MAS-IPSP [Movimiento al Socialismo – Instrumento por la Soberanía de los Pueblos] y defenestrarnos con procesos políticos, incluso eliminarnos físicamente, hemos decidido aceptar los pedidos de nuestra militancia”, justificó. Su anuncio antecede en pocos días la realización del congreso del MAS, al que solo asistirán los seguidores de Morales, mientras que los incondicionales de Arce preparan su propia reunión.
En una declaración posterior en la radio Kawsachun Coca, la emisora de los sindicatos cocaleros que Morales preside desde hace más de 30 años y que conforman su más leal baluarte, el exmandatario se identificó con el líder aimara Túpac Katari, quien fue descuartizado por su rebelión contra la Corona Española en 1781. Comparó al “Gobierno, el imperio, la derecha, los medios de comunicación” con los cuatro caballos que tiraron de las extremidades del rebelde hasta destrozarlo. E insistió: “Me están obligado. Tanto contra Evo; todos contra Evo”.
El anuncio no sorprendió a los bolivianos, que habían visto los últimos meses al expresidente luchando denodadamente por no perder el control de su partido con el objetivo implícito de usarlo para tratar de volver al poder. El primer escollo que debe vencer en esta ocasión, que si se concreta será su séptima postulación a este alto cargo, es la oposición que tiene dentro de su partido, sacudido por un movimiento de “renovación” que se vincula con el Gobierno de Luis Arce y del vicepresidente David Choquehuanca. Este movimiento ha logrado atraer a importantes grupos de dirigentes de la estructura partidaria fiel a Morales, que no se sumarán a lo que se anticipa como la proclamación sin discusión de este en el congreso partidario que se realizará el 3 de octubre en Llauca Ñ, una localidad cocalera. Los “evistas” temen que, además de organizar un congreso paralelo, lo que se da por descontado, sus rivales aprovechen el poder que hoy poseen para arrebatarles la sigla, para inhabilitar legalmente la candidatura de su conductor y para dañar su reputación. En su publicación, el expresidente asegura que conoce “el plan que tienen. Si no van a poder parar el Congreso Ordinario de Llauca Ñ e inhabilitarnos, van a usar a una mujer para atacarnos, tal como hizo la derecha”. En 2016, Morales tuvo que reconocer que había tenido relaciones sentimentales con la gerente de una empresa china contratista de su Gobierno, tras que se conociera el certificado de nacimiento del supuesto hijo de la pareja. Posteriormente, se descubrió que el niño no existía y que Morales había sido estafado por la mujer porque había reconocido a un hijo sin conocerlo, basado solamente en el informe falsificado de una clínica. En 2019, mientras se encontraba exiliado en Argentina, el Gobierno interino del país trató de involucrarlo en un supuesto caso de estupro (relación con una menor de edad). La acusación no prosperó.
En los días previos al anuncio de Morales, hubo un debate sobre la necesidad de suspender la sentencia que aprobó el Tribunal Constitucional en 2017 y que reconoce la reelección como un “derecho humano”, lo que posteriormente fue rechazado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuyos fallos son vinculantes para el país. En caso de que esta sentencia se revirtiese, los seguidores de Morales temen que se intentaría prohibir legalmente una nueva reelección de su líder. Para eso, el Constitucional debería interpretar de una forma contraria al expresidente la cláusula de la Constitución que señala que los presidentes “pueden ser reelectos de manera continua por una sola vez”. Aunque la expresión “de manera continua” es suficientemente clara, la facción opositora del MAS no descarta que se intente la interdicción de Morales por esta vía y han amenazado con que, en ese caso, harán “arder al país”.
A causa de estas pugnas, las elecciones judiciales que debían realizarse este año se han convertido en estratégicas para los contendores. Los “evistas”, en alianza con la oposición “tradicional” de centro y derecha , han tratado por todos los medios, inclusive una huelga de hambre de diputados, que las elecciones se convoquen lo más pronto posible, con el propósito de sacar de sus puestos a los magistrados actuales, que consideran “vendidos” al oficialismo. Al mismo tiempo, la facción gobiernista del MAS ha logrado con éxito darle largas al asunto, con la ayuda de las instituciones judiciales, que han acorralado al Parlamento con recursos legales en contra de la ley de convocatoria a las elecciones. Ahora que Evo Morales ya es formalmente candidato, se podrá saber si las aprensiones de este y sus seguidores sobre el comportamiento adverso de los tribunales se confirmarán o no.
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