Lo que comenzó con un par de trinos hostiles y desafiantes del presidente Gustavo Petro al embajador de Israel, Gali Dagan, escaló rápidamente a un conflicto diplomático que ya amenazó con despedir a un embajador y hasta romper las relaciones exteriores con un aliado histórico que le representa al país miles de millones de pesos y una alianza estratégica en términos de seguridad y defensa.

Como resultado, Petro desató por primera vez en su historia una “guerra” a través de la red social X –antes conocida como Twitter– que va más allá de lo digital y que desconoce todos los códigos diplomáticos como se ha vuelto costumbre durante el Gobierno Petro.

Como en todo conflicto, las primeras hostilidades fueron sutiles y con cierto tono sarcástico y retador.

Mientras a Israel le estallaba una guerra real en la frontera con Gaza por cuenta de una incursión violenta de Hamás, al presidente Petro le pareció oportuno dedicarse a defender a Palestina y Hamas, el país de origen de ese grupo terrorista, y no condenar en ningún momento esos atentados que a todas luces violaron el Derecho Internacional Humanitario y que generaron más de 1.400 víctimas mortales, según las cifras oficiales de Israel.

Desde entonces, y en especial durante las últimas 48 horas, Petro ha señalado al gobierno israelí de ser un “asesino”, “genocida”, “despojador” y hasta “nazi”, un insulto despiadado si se tiene en cuenta que fue ese mismo pueblo judio el que padeció todas las atrocidades de Adolf Hitler.

Pero, sin duda, fue el anuncio de Petro de que enviará ayuda humanitaria a Gaza y la solicitud de realizar una Asamblea General de la ONU lo que terminó por caldear los ánimos con ese país que no dudó en responder con la misma fuerza.

Y así, en estas 48 horas de una tensión inédita con un país aliado a través de redes, el canciller Álvaro Leyva terminó hasta por aseverar que el embajador de Israel en Colombia debía “disculparse e irse”, un comentario hostil que luego matizó diciendo que él no estaba despidiendo a Dagan y que las relaciones diplomáticas estarían abiertas con Israel hasta que ese país así lo quiera.

Aún así, tanto críticos como aliados de este Gobierno han salido a pedir “moderación”, “trato diplomático” y “prudencia” para un país con el que Colombia tiene un Tratado de Libre Comercio activo y un abastecimiento militar difícil de suplir con las mismas características.

Según el experto en seguridad y defensa nacional, Manfred Grautoff, la falta de suministro israelí tiene consecuencias enormes porque, entre otras cosas, “el sistema de la Defensa Aérea de Colombia dependen del Estado Israel y se actualizan con un software que depende de ellos”.

Sumado a eso, tanto el Ejército como la Policía podrían sufrir graves afectaciones en el suministro de armas, misiles y hasta sistemas de ciberseguridad que son controlados por sistemas israelíes, gracias a la imprudencia del presidente.

Y eso por mencionar un tema, pues está claro que, según cifras del Departamento Nacional de Estadística, Colombia exportó a Israel 1.075 millones de dólares el año pasado principalmente en carbón, café y productos de agricultura, un sector que, curiosamente, es una de las prioridades del Plan de Desarrollo de Petro.

Justo porque todo eso que está en juego, expertos como el exministro de Comercio José Manuel Restrepo, uno de los negociadores del TLC con Israel, piden tratar el problema a la altura que se merece.

“Una vez más prudencia canciller. En momentos como este se necesita fortalecer la vía diplomática y desescalar el impasse y no lo contrario. Está en juego una relación estratégica y económicamente muy favorable al país y cualquier afectación tiene impactos en los ciudadanos. Son momentos donde de la cancillería se espera prudencia y equilibrio por favor”, dijo.

Y en eso coinciden senadores expertos en paz y derechos humanos como Humberto de la Calle, quien aseguró que suspender las relaciones con ese país sería algo “descabellado” y que “Petro le ha dado un infortunado tratamiento a esta crisis, que ha escalado de manera desorbitada y que ahora termina afectando la política exterior de Colombia”.

De hecho, en este punto es oportuno mencionar que otra característica de esta “guerra” en X ha sido que el presidente Petro ha publicado algunos mensajes sin sentido, incomprensibles y mal escritos, con los que sus críticos se preguntan en qué condición estaba el presidente para escribir palabras inexistentes y frases inconclusas, entre otros errores de redacción.

Detonante 1: ayuda a gaza y asamblea de la ONU