FALLEN LEAVES. Finlandia-Alemania, 2023. Un film escrito y dirigido por Aki Kaurismaki. 81 minutos
FALLEN LEAVES. Finlandia-Alemania, 2023. Un film escrito y dirigido por Aki Kaurismaki. 81 minutos
Alma Pöysty y Jussi Vatanen en FALLEN LEAVES
FALLEN LEAVES. Finlandia-Alemania, 2023. Un film escrito y dirigido por Aki Kaurismaki. 81 minutos
Con su estilo inconfundible destilando soledad, melancolía y ternura, Aki Kaurismaki retorna para ofrecer una hermosa fábula de tinte romántico en Fallen Leaves que merecidamente obtuvo el Premio del Jurado en Cannes.
De manera concisa y austera, el realizador sumerge a su audiencia en una atrapante historia centrada en dos taciturnos protagonistas. En el guión que le pertenece Kaurismaki presenta a Ansa (Alma Pöysty) a quien se la contempla como empleada de un supermercado; sin embargo, prontamente es despedida porque al concluir una jornada se apropió de comida sobrante para llevarla a su casa, que de otro modo estaba destinada a la basura. El otro personaje es Holappa (Jussi Vatanen), un trabajador de una empresa metalúrgica donde también pierde su empleo y su estado depresivo lo combate en parte con el alcohol.
Estos dos seres tímidos se conocen azarosamente en un karaoke y la primera cita formal para juntarse es una salida a un cine de arte donde se proyecta la película The Dead Don’t Die de Jim Jarmush. A lo largo de diferentes encuentros, desencuentros y obstáculos que deben afrontar, finalmente terminarán uniendo sus vidas como en un cuento de hadas.
Como es su costumbre, Kaurismaki incluye referencias de grandes realizadores del cine universal como lo han sido Chaplin, Bresson, David Lean y Ozui, entre otros. Asimismo, como apasionado del tango utiliza su música en gran parte de su filmografía y en este caso la banda sonora del film incluye Arrabal Amargo cantado por Carlos Gardel en un bar llamado Buenos Aires; igualmente se escucha la Serenata de Schubert así como Italian Mambo cantada en finlandés.
El cineasta, siempre alerta de lo que social y políticamente está ocurriendo en el mundo, deja que la radio transmita los acontecimientos de la invasión de Rusia a Ucrania en ocasión del bombardeo de la ciudad de Mariupol por el comando ruso.
La película está naturalmente actuada en donde tanto Vatanen como Pöysti transmiten la soledad que embarga a sus personajes hasta el momento del encuentro; a partir de allí estas dos almas gemelas vislumbran la luz de esperanza de que a través del amor sus vidas transiten por un sendero más promisorio. Aunque ambos actores cubren el mayor peso del relato, Janne Hyytiainen logra un buen desempeño como Huotari, el amigo de Holappa quien se muestra confiado en el canto.
Reinventándose a sí mismo, el gran cineasta ofrece con este su vigésimo film rodado en 35 mm otro luminoso trabajo donde alternan elementos tristes con otros alegres sazonados con su típico humor asordinado en el marco de una bella historia agridulce. Es así que no obstante su notable sencillez, Fallen Leaves emociona destilando su entrañable humanidad. Aludiendo al refrán de Baltasar Gracián que “lo breve si bueno es dos veces bueno” aquí se diría “dos veces remarcablemente bueno”.
SUR L’ADAMANT. Francia-Japón, 2023. Un documental de Nicolas Philibert. 109 minutos
Una escena de SUR L’ADAMANT
El documentalista francés Nicolas Philibert, reconocido internacionalmente por varios de sus notables trabajos como por ejemplo lo es Être et Avoir (2002) ahora regresa con Sur l’Adamant que le valió el premio máximo en el Festival de Berlín de este año. Sin duda, la distinción es justificada en la medida que con gran sensibilidad Philibert analiza la condición humana a través de diferentes facetas, con especial énfasis en los desórdenes mentales que perturban la existencia.
El título del film alude al barco “Adamant” que desde 2010 está amarrado en el río Sena de la capital francesa, donde el mismo constituye una suerte de centro terapéutico en el que acuden personas que por diferentes razones han quedado seriamente afectadas psicológicamente. En tal sentido. resulta interesante observar cómo esa gente encuentra en el Adamant el lugar apropiado para atenuar sus traumas confraternizando entre sus integrantes, realizando diversos tipos de tareas y para quienes aprecian la lectura hay una, biblioteca nutrida de libros de poesía.
Sin que exista formalmente específicas entrevistas, la acertada cámara del cineasta va enfocando a algunos de los pacientes que asisten y van contando sus historias personales como asimismo sus afinidades hacia la música, la danza, la pintura y otras actividades culturales, lo que no impide que mantengan conversaciones con psicólogos y psiquiatras del lugar. A su vez el documental resalta la existencia de una genuina comunicación entre estos pacientes y sus supervisores lo que posibilita que el entorno que les rodea resulte grato para todos.
Más de una vez se ha manifestado la importancia que adquiere para el ser humano el mantener una comunicación social. Es así que independientemente de las medicinas que puedan ofrecer los hospitales a sus enfermos afectados mentalmente, la terapia grupal que se manifiesta en el Adamant puede constituir el mejor de los calmantes existentes.
Para la realización de este documental Philibert contó con el apoyo de la psicóloga clínica Lindade Zitter en donde se considera una variedad de temas a través de los testimonios obtenidos; en última instancia, los casos que aquí se ilustran permiten que gente marginada del sistema social pueda transmitir sus inquietudes y sentimientos.
Puede que el film del remarcable documentalista se vuelva en ciertas instancias repetitivo pero eso no menoscaba el profundo contenido humanista y calidez que destila su contenido.
NAPOLEON. Gran Bretaña-Estados Unidos, 2023. Un film de Ridley Scott. 157 minutos
Joaquin Phoenix en NAPOLEON
Con el antecedente de haber ofrecido algunos memorables filmes como The Duellists, Blade Runner, Thelma and Louise y Gladiator, entre otros, el veterano realizador Ridley Scott entrega con su más reciente trabajo, una ambiciosa película épica centralizada en Napoleón Bonaparte (Joaquin Phoenix). Hay motivos que valoran al film aunque a lo largo de su extensa duración existen altibajos que influyen para que el resultado sea un tanto desigual.
A través del irregular guión de David Scarpa lo que se contempla aquí no es precisamente una biografía del mítico militar sino más bien una ficcional recopilación histórica de sus logros militares que lo conducen a la cima del poder máximo hasta sus fracasos que lo llevarán al destierro. Todo comienza en 1793, cuatro años después de la Revolución Francesa, en donde en París Marie Antoinette es guillotinada y entre la gran multitud que asiste a la ejecución se observa a Napoleón (aunque históricamente él no estuvo presente). De inmediato ese oficial de artillería, dotado de un remarcable talento como estratega militar, se abrirá camino hacia la fama alcanzando el grado de general cuando las tropas a su comando logran el importante triunfo de sitiar a Tolón; posteriormente seguirá su conquista de Egipto, su participación en 1799 en el golpe de estado que derrumba al sistema de gobierno francés, estableciendo el Consulado donde él es el primer cónsul, hasta diciembre de 1804 en que se erige emperador de Francia. Justo al cumplirse un año de su investidura, el ejército napoleónico obtiene la gran victoria de Austerlitz al derrotar a las fuerzas combinadas de Rusia y Austria. Sin embargo nunca logrará establecer un acuerdo de paz con Inglaterra y es así que después de algunas derrotas que lo llevan al exilio en la isla de Elba en 1814, a su retorno a Francia su ejército es vencido en junio de 1815 por las tropas británicas, neerlandesas y alemanas dirigidas por el duque de Wellington (Rupert Everett) en la batalla de Waterloo. De allí en más, Gran Bretaña lo exilia prisionero en la isla de Santa Elena donde transcurrirá los últimos años de su vida.
Paralelamente, considerable parte del metraje dedica su atención a la relación sentimental de Bonaparte con Joséphine de Beauharnais (Vanessa Kirby) en donde años antes de ser emperador la conoció siendo una atractiva viuda. Profundamente enamorado de ella, deja pasar por alto sus infidelidades mientras él estaba en Egipto en la medida que Joséphine es una parte esencial de su vida. Con todo, una vez casados, Napoleón siente mucho que Josephine no pueda concebir el hijo que él tanto desea para la sucesión del imperio; en consecuencia, a pesar del gran amor que siente por ella, se produce el divorcio de la pareja.
No obstante su larga duración, Scott no ofrece un completo estudio caracterológico que permita evaluar con convicción la personalidad de esta mítica figura; igualmente su carrera militar está esbozada a saltos con demasiadas elipsis y sin indagar su quehacer como estadista político. Asimismo el tumultuoso romance con su amada musa ofrece momentos intimistas de interés que podrían constituir el tema de otra independiente historia, pero a la postre eso impide que el relato adquiera una fluida cohesión narrativa.
Los aspectos favorables de este drama descansan en la meticulosa ambientación y reproducción histórica; no menos importante es la manera en que Scott ha filmado las escenas bélicas donde tanto los combates de Austerlitz y de Waterloo ofrecen espectaculares imágenes que fuertemente impactan por el extraordinario realismo logrado artísticamente.
A nivel interpretativo Phoenix vuelve a ofrecer otra de sus brillantes interpretaciones animando al mercurial personaje que si ante sus tropas demuestra ser dueño de sí mismo y capaz de mantener su autoridad, asimismo refleja su vulnerabilidad y ternura frente a la mujer amada. De manera similar Kirby satisface plenamente como el ser que constituye el bastión de Napoleón.
En resumen, el Napoleon de Scott no alcanza la dimensión y profundidad de la obra maestra del cine mudo que en 1927 realizó Abel Gance; con todo, la presente versión del octogenario cineasta británico podrá ser apreciada por los cinéfilos no demasiado exigentes debido a los factores positivos mencionados en esta crónica.
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