Nuevamente el presidente venezolano, Nicolás Maduro, sin ningún tipo de reparo, insultó al presidente de Argentina, el ultraliberal Javier Milei, y lo llamó “malparido” y también lo acusó, sin presentar pruebas, de querer “sabotear” las elecciones en Venezuela.

“Quieren una hecatombe, una tragedia, para gritar ‘suspensión de las elecciones’. Y saldrían los gringos, saldría el malparido ese de Milei, saldría el (presidente de Ecuador, Daniel) Noboa, la derecha. ‘Suspender las elecciones’”, dijo Maduro en un discurso público en su país.

El gobierno argentino no tardó en responder: “Lo que pueda decir Maduro, un dictador, un imbécil como Maduro, no dejan de ser palabras de un dictador. Nos preocupa por el pueblo venezolano, que no haya democracia en Venezuela, en virtud de lo que pueda ocurrir en las próximas elecciones”, dijo este viernes el vocero presidencial, Manuel Adorni.

Los intercambios agresivos entre los mandatarios se han hecho desde que Milei se posicionó como mandatario de Argentina. Recién elegido el argentino, Maduro no se demoró en tildarlo como “neonazi” y “arrodillado al imperialismo norteamericano”. Por su parte, Milei ha descrito a Maduro como un “socialista empobrecedor”.

Además de Argentina, otros países como Costa Rica, Guatemala, Paraguay y Uruguay, exigieron el viernes al gobierno de Venezuela el “cese del continuo hostigamiento, persecución y represión” contra disidentes opositores y la emisión de salvoconductos para miembros de la campaña opositora asilados en la sede diplomática de Argentina en Caracas.

“Exigimos el inmediato cese del hostigamiento, persecución y represión contra activistas políticos y sociales de la oposición, así como la liberación de todos los presos políticos”, expresaron los gobiernos de esas naciones en un comunicado conjunto.