BETWEEN THE TEMPLES. Estados Unidos, 2024. Un film de Nathan Silver. 112 minutos
BETWEEN THE TEMPLES. Estados Unidos, 2024. Un film de Nathan Silver. 112 minutos
Jason Schwartzman y Carol Kane en BETWEEN THE TEMPLES
Por Jorge Gutman
BETWEEN THE TEMPLES. Estados Unidos, 2024. Un film de Nathan Silver. 112 minutos
Una comedia sentimental mostrando cómo dos personas de diferente edad pueden cimentar un lazo afectivo que les provea un nuevo sentido a sus vidas es lo que se aprecia en Between The Temples del director Nathan Silver.
La historia elaborada por el cineasta junto al guionista Chris. Mason Wells gira en torno de una comunidad judía de New York en donde Ben Gottlieb (Jason Schwartzman) de 40 años es un jazán de una sinagoga local. Debido a que poco tiempo atrás ha muerto su querida mujer en un malogrado accidente, eso lo ha afectado profundamente, habiendo perdido su voz para cantar como asimismo experimentando una crisis de fe, a pesar del apoyo recibido por sus dos madres Judith (Dolly de Leon) y Meira (Caroline Aaron).
Prácticamente maltrecho y desaliñado, estando una noche en un bar sale al encuentro de Carla Kessler (Carol Kane) de aproximadamente 70 años de edad, quien fue su profesora de música en la escuela primaria. Esta mujer llena de vida ahora desea que Ben le prepare para su Bat Mitzvah; cuando tuvo 13 años no pudo concretar su propósito porque sus padres judíos que habían inmigrado a Estados Unidos eran comunistas y por lo tanto no bienvenidos en el templo; a todo ello su posterior casamiento con su fallecido marido cristiano hizo que se alejara de la religión judía. Si bien en un principio Ben se resiste a complacer el pedido de Carla, finalmente acepta la proposición.
A través de la comunicación entablada durante la preparación para dicha ceremonia, surge entre ambos una corriente amistosa en la medida que ella asimila de él los conocimientos judaicos que ignoraba en tanto que el deprimido Ben se encuentra alentado en la tarea que realiza con Carla porque esa experiencia le permite gradualmente recuperar su voz. Sin embargo la estrecha relación mantenida no es bien vista por el hijo de Carla (Matthew Shear) quien considera que ella bien podría haber sido la madre de Ben.
La situación se complica cuando el afable rabino (Robert Smigel) que mantiene un muy buen vínculo con Ben le presenta a su hija Gabby (Madeline Weinstein) con el propósito de que pueda emerger un vínculo amoroso, situación a la que Ben trata de eludir dado que es Carla su centro de atracción.
Apelando a un clásico estilo de narración, Silver más que enfatizar el aspecto religioso apela a resaltar la conexión humana generada entre dos seres que dejando de lado la edad que los separa tienen muchos aspectos en común lo que en última instancia genera un amor platónico.
Con todo, la película no puede evitar ciertos estereotipos y situaciones en que tratando de enfatizar la sensibilidad de Ben pudieron haberse evitado como la que acontece en una cena familiar de shabat que resulta inapropiado detallar. De todos modos, los mejores momentos del film son los que comparten Schwartzman y Kane; ambos artistas maravillosamente transmiten las emociones de dos almas solitarias que han encontrado la razón para que la vida les vuelva a sonreír.
Si algún mensaje brinda esta historia es el de que nunca se debe subestimar el poder de un sincero y casto amor.
DAUGHTERS. Estados Unidos, 2024. Un film de Natala Rae y Angela Patton. 102 minutos. Disponible en Netflix
Una escena de DAUGHTERS
Habiendo sido galardonado en el festival de Sundance de este año, ahora llega a conocimiento del público -mediante Netflix- Daughters, un sensible y emotivo documental que con remarcable sobriedad exponen las realizadoras Natalie Rae y Angela Patton.
. La película se centra en un programa carcelario denominado “Date with Dad” (Cita con Papá) que se originó en Richmond, Virginia, en donde los presidiarios pueden recibir la visita de sus hijas menores de edad y en tales encuentros tienen la oportunidad de abrazarse, comer juntos, bailar y sobre todo conectarse humanamente.
Las directoras ubican la acción en un centro penitenciario de Washington D.C. en 2019 donde 4 presidiarios, Keith, Mark, Frank y Alonzo se han inscripto en ese programa para que sus respectivas hijas Aubrey de 5, Santana de 10, Ja’Ana de11 y Raziah de 15 años puedan visitarlos. El programa requiere que previamente, durante un lapso de 10 semanas, los prisioneros se sometan a un curso preparatorio dirigidos por el entrenador Chad Morris. Durante el transcurso de esas reuniones que adquieren el carácter de una terapia grupal, cada participante va expresando sus inquietudes, zonas erróneas, faltas cometidas, arrepentimientos y sobre todo las expectativas de poder estrechar prontamente a sus hijitas.
Paralelamente el documental enfoca a las menores que han crecido alejadas de la figura paternal y cómo cada una de ellas ha experimentado dicha ausencia. Así, el film resalta la gran pena sufrida por la pequeña Aubrey cuando relata cuánto extraña a su padre, quien había sido arrestado en mitad de la noche en momentos en que ella dormía sin saber que ya no estaría presente en su hogar
El documental alcanza su climax cuando las chicas se dirigen a la prisión siendo recibidas por los padres que dejando de lado la vestimenta reglamentaria se encuentran ataviados de traje y corbata apropiada para celebrar una fiesta en donde se la ve a Santana bailando con su padre. La nota más emotiva la vuelve a brindar Aubrey cuando sabe que a su padre Keith le restan aún 7 años de prisión y que ella tendrá 12 años para poder gozar permanentemente con su presencia.
Con sumo esmero y ponderable honestidad las documentalistas logran transmitir las emociones suscitadas en los encuentros citados permitiendo que el espectador empatice plenamente con lo que la película expone, sin importarle saber cuáles han sido los motivos por los que los presos han sido condenados. Lo que gravita en este conmovedor drama es el de resaltar el objetivo fundamental de este noble programa tratando de que los sentenciados refuercen su paternidad mediante un sólido lazo de amor con sus hijas para evitar que cuando la pena haya sido cumplida vuelvan a incurrir en nuevos delitos.
En los créditos finales se informa que en este programa que ya lleva 12 años funcionando, el 95% de los reclusos que se adhirieron al mismo nunca volvieron a ser encarcelados.
En esencia, Daughters es un elocuente documental enriquecedor del espíritu que cautiva por su profunda humanidad y que en consecuencia amerita su visión sin reserva alguna.
LE TABLEAU VOLÉ. Francia, 2024. Un film de Pascal Bonitzer. 91 minutos.
Léa Drucker y Alex Lutz en LE TABLEAU VOLÉ
Ciertamente original es la propuesta que el afamado guionista y realizador Pascal Bonitzer somete al público en Le Tableau Volé. El guión de Iliana Lolic y Bonitzer tiene como tema central la desaparición de una obra pictórica acaecida durante la Segunda Guerra y en su entramado se entremezcla la dinámica interrelación existente entre los personajes que directa o indirectamente intervienen en su esclarecimiento.
La historia ambientada en Francia presenta a André Masson (Alex Lutz), un ambicioso subastador parisino que trabaja en una prestigiosa empresa de remates de obras artísticas. Con él colabora Aurore (Louise Chevillotte), una joven realizando una pasantía con quien mantiene una ríspida relación laboral.
La actividad habitual de André se altera cuando a través de Suzane Egerman (Nora Hamzawi), una abogada de la ciudad de Mulhouse, se entera que en el hogar de Martin Keller (Arcadi Radeff), un joven obrero que vive con su madre viuda (Lawrence Cðté), se encuentra un cuadro perteneciente a Egon Schiele (1890-1918), renombrado pintor austríaco conocido por sus obras pictóricas expresionistas. Frente a tal importante noticia, André junto con su ex esposa Bertina (Léa Drucker) e igualmente experta en la materia, se dirigen a Mulhouse y comprueban la autenticidad de Sunflower, una importante pintura de Schiele de 1911 que en 1939 se había considerado perdida. Ese cuadro había pertenecido a un coleccionista judío que le fue sustraído por los nazis durante el conflicto bélico y quedó abandonada en la vivienda de Martin. Naturalmente esa noticia asimismo alerta a la familia Wahlberg residente en Estados Unidos que es la heredera de quien fuera el dueño del cuadro.
A partir de ese descubrimiento, el afán de André es poder subastarlo a un buen precio que contribuirá a elevar el prestigio de su compañía como así también su carrera profesional. En ese proceso habrá quienes tratarán de subvaluar el precio de venta pero allí interviene Aurore, quien como compulsiva mentirosa, idea un ingenioso plan a fin de lograr que la apreciada pintura incremente su valor. Después de varios obstáculos el cuadro es subastado por un valor de 25 millones de euros donde parte de ese importe le permitirá al humilde obrero comprarle una confortable casa a su madre.
A través de diferentes giros que adopta el guión no siempre queda claro el vínculo del tira y afloje entre André y su aprendiz Aurore como tampoco se sabe la forma en que se comparte el beneficio obtenido en el remate; asimismo es completamente innecesaria una breve escena lesbiana entre dos personajes de esta historia. En todo caso, aunque su trama no esté completamente estructurada eso no aminora el interés de esta dramática comedia reflejando las peripecias que se suscitan en el mundo del mercado del arte como asimismo permite reflexionar sobre cuántas obras de arte han quedado dilapidadas durante la horrorosa era del Tercer Reich.
Sin llegar a impactar, Bonitzer brinda una entretenida comedia dramática, distinguida por su cuidadosa puesta escénica y por su competente elenco liderado por Lutz y muy bien secundado por Drucker, Chevillotte y Radeff.
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