La policía investiga un robo en un hospital de Edmonton
La policía investiga un robo en un hospital de Edmonton
- Dos talentos locales anhelan la recuperación policial de siete obras de arte hurtadas del Hospital Comunitario Gray Nuns.
La ejemplar artista de Edmonton, Jeanette Spencer, no cabía en sí de júbilo cuando el Hospital Comunitario Gray Nuns le telefoneó el 2 de octubre para notificarle que una de sus obras de arte expuestas en la cafetería había sido adquirida. Sin embargo, su felicidad desvaneció de golpe cuando la llamada transmitió la afligente noticia de que dos de sus pinturas habían sido sustraídas.
“Considero mis pinturas como si fueran mis propios hijos”, expresó Spencer en una reciente conversación con CBC News. “No es lo mismo que si te roban un aparato electrónico. Crear una pintura puede llevar años.”
A priori, no se relacionaría el Hospital Comunitario Gray Nuns con delito de hurto de arte. No obstante, a principios de octubre, siete piezas artísticas fueron sustraídas de las obrar del hospital en Edmonton.
La trama se complicó mientras Spencer aguardaba su turno en la fila para denunciar el robo a la policía. Escuchó a la mujer que estaba delante de ella en la fila informar sobre la desaparición de varias de sus propias pinturas, igualmente del lugar Gray Nuns. “Fue impactante. ¿Quién podría hacer tal cosa?” recuerda Spencer, asombrada por la increíble coincidencia. “¿Cuál son las posibilidades de que estuviéramos allí al mismo tiempo?”
Durante su habitual chequeo el 1 de octubre, Barbara Mitchell se percató de la falta de cinco piezas cerca de la recepción del hospital, junto a la entrada principal. “Al principio piensas: \’¿Acaso he tenido la suerte de vender todas estas pinturas en una sola semana?\'”
A la mañana siguiente, recibió una llamada del hospital informándole sobre el robo. Los responsables del hospital optaron por no hacer comentarios, pero la policía de Edmonton confirmó que se encontraban en plena investigación.
Ambos artistas están convencidos de que el robo fue premeditado. “Los individuos que penetran son audaces, solo necesitan un cortacables y, ya sea que la obra esté candada o no, como sucedía en la cafetería, simplemente cortan el alambre. Eso demuestra una auténtica premeditación. Deben venir equipados con cortaalambres y alicates”, explicó Mitchell.
Algunas de las obras robadas medían 24 por 24 pulgadas y su precio rondaba los 700 dólares. El veinte por ciento de cada una de las ventas se donaba a la caridad del hospital.
“Cuando se sustrae una pieza de arte, todos salen perjudicados”, declara Spencer. “Los ladrones no sólo me están robando a mí, sino a todos”.
El hospital exige a los artistas firmar una renuncia a los daños y perjuicios, pero ninguna de las dos artistas escribió sus cuadros pensando en una posible sustracción.
“No estamos pintando un Van Gogh”, dijo Mitchell. “Nunca pensé que alguien podría entrar en un lugar tan sagrado como un hospital y robar una obra de arte. ¿Para qué fin?”
Spencer ha repuesto su arte robado, mientras que Mitchell decidió tomar la dura decisión de retirar su obra con la esperanza de que las medidas de seguridad se incrementarán en el futuro.
A pesar de todo, Spencer mantiene su humor intacto. Hizo referencia a cómo el robo de “La Mona Lisa” en 1911 catapultó la obra al estrellato y estatus de obra maestra casi de forma instantánea.
Ambos artistas piden a quien tenga cualquier información sobre el robo que se comunique con la policía.
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