CRÓNICAS. Ecuador entre Caos, Tinieblas, Incendios
CRÓNICAS. Ecuador entre Caos, Tinieblas, Incendios
Por: Lucía P. de García
Toronto.- La crisis de energía eléctrica en Ecuador se manifestó en el gobierno de Guillermo Lasso. En noviembre 2023, al asumir la Presidencia de la República, Daniel Noboa la conocía. Una de sus ofertas de campaña electoral fue subsanarla en 9 meses, destacó que tenía un preacuerdo con Israel para producir energía utilizando agua del mar purificada y luego almacenada en los embalses. Pero ni éste ni ninguno de sus ofrecimientos ha cumplido, por lo que se han agudizado todas las crisis del país, a más del caos, tinieblas, e incendios que proliferaron especialmente en septiembre, y aunque los incendios han disminuido, el caos y las tinieblas continúan y crecen.
El primer apagón masivo ocurrió de repente, a las 8h45 del sábado 7 de septiembre. Durante 4 horas no hubo electricidad, telefonía celular, en ciertos lugares ni agua. Los siguientes apagones programados se dieron en las noches, “mantenimiento preventivo” se los llamó. Cuando los técnicos indicaron que no se puede hacer ese trabajo en tinieblas, el gobierno cambió de versión: falla eléctrica, falla humana, complot, accidente, sabotaje, un imprevisto, un árbol que cayó sobre el tendido eléctrico, un globo metálico que topó un alambre, una zarigüeya que se metió en la red de energía, cosas raras que suceden, etc.
Los siguientes apagones nacionales fraccionados en 10 horas al día causaron pérdidas de USD 12 millones por hora según el gobierno. Industria y empresas aseguran que son USD 20 millones por hora. De nada ha valido que en enero 2024 la Asamblea Nacional aprobara a Noboa su Ley No más Apagones, un decreto no llena los embalses.
Lo que sucede es que Ecuador sufre las consecuencias de la intencional destrucción de la obra realizada durante una década por el ex presidente Rafael Correa, entre ellas 14 hidroeléctricas situadas en las Cordilleras Occidental y Central de los Andes, con sus embalses abastecidos por sus respectivos ríos, lo que garantiza agua permanente en época de sequías, generando 4.715 megavatios. También 21 termoeléctricas con capacidad instalada de 3.438.65 megavatios. Esto ubicó al país en el quinto puesto en el mundo en autosuficiencia eléctrica. Tal logro permitió exportar electricidad a Colombia y Perú. Otras fuentes de energía que impulsó fueron eólica, fotovoltaica, solar, y estaban listas a desarrollar o financiar biomasa y biogás.
Ante la crisis energética actual Ecuador ha estado importando electricidad colombiana, pero el suministro está suspendido pues Colombia debe aliviar sus necesidades internas. Con Perú existe un proyecto de interconexión eléctrica también iniciado por Correa; no lo avanzaron los siguientes gobiernos, de manera que Perú lo inaugurará en 2027 en tanto Ecuador, según el Ministerio de Energía, recién a inicios de septiembre lanzó una licitación internacional para construir la línea de interconexión.
El déficit eléctrico actual es de 1.080 megavatios. Los expertos en energía coinciden en que no sólo lo provoca la sequía normal de esta época, que no es la peor de los últimos 61 años como el gobierno afirma sino una de las 20 más agudas. Señalan la principal causa: los equipos no han tenido mantenimiento desde 2017. Se desperdicia el gas que produce la extracción del crudo, que bien podría generar 200 megavatios. Se habla de una crisis energética inducida con afán privatizador, recalcando la nula atención gubernamental. La Contraloría General del Estado ratifica: indiferencia gubernamental, falta de gestión.
En julio, el gobierno anunció que una empresa turca “previsora” de la crisis nacional, ya había enviado una barcaza que estaría en Guayaquil en agosto, y tras firmar un contrato de alquiler de USD 115 millones por 18 meses haría funcionar sus equipos. Llegó en septiembre, produjo 100 megavatios, días después y sin explicaciones los redujo a 12.
También ponderó 9 licitaciones que evitarían definitivamente los apagones. No obstante, éstos continúan, los horarios fluctuantes han pasado de 10 horas en hogares hasta 12 en industrias, lo que trastorna la vida nacional, la educación, la atención hospitalaria. El sector industrial indica que la medida afecta seriamente su producción, induciendo al despido del personal. La Cámara de Comercio pide compensaciones, en tanto el gobierno anuncia el cese de subsidios a las empresas mineras.
En plena época preelectoral, cuando partidos y agrupaciones políticas se preparan para llegar a la Presidencia de la República y a la Asamblea Nacional, Noboa busca reelegirse, y para ello ofrece compensar las molestias producidas por los apagones y las pérdidas económicas con tarifas eléctricas gratuitas para para quienes consuman hasta 180 kWh en septiembre, diciembre, enero y febrero 2025, cuando se deberá ir a las urnas el domingo 9. Para Navidad ofrece alquilar por USD 187 millones dos termoeléctricas terrestres que generarán 300 MW, y concretar contratos de emergencia por cientos de millones más. Los expertos comentan que con ese dinero se puede habilitar las termoeléctricas descuidadas. Tanta demagogia se da en medio del accionar desenfrenado de la delincuencia que amparada por la obscuridad actúa pese al casi constante Estado de Excepción, y a que se aseguró que el incremento del IVA al 15% se destinaría para combatir la inseguridad. Ese dinero no se evidencia.
En septiembre, ante la imposibilidad de atender todas las emergencias que generan la inseguridad y las tinieblas, y al carecer de dinero incluso para poner gasolina a los patrulleros, un jefe de Policía sugirió adquirir silbatos y hacerlos sonar para solicitar ayuda. La Asamblea Nacional acogió la sugerencia con humor. Apagó las luces de la sala de sesiones, los silbatos resonaron, el entonces presidente del organismo recorrió el lugar pretendiendo leer un documento alumbrado por las luces de su celular.
Noboa comentó esta parodia ante jóvenes de secundaria, llamando despectivamente “cuatro pendejos” a los asambleístas. Un ministro interrumpió la entrevista radial a un profesional para gritarle “mentiroso” y sugirió al periodista no invitar a “esos analistas”. Días después, el mismo ministro y la secretaria de Comunicación de la Presidencia invitaron a Carondelet a los directores de los medios tradicionales para, entre otros temas, invocar una mejor comunicación e indicarles que el gobierno no perseguirá a los medios y que lo máximo que podría hacer es “no invertir” (no pautar) donde se les critica.
Pero al gobierno le disgustan las críticas. Por tal motivo han salido del país periodistas y sus familias, varias personas que han denunciado alguna posible irregularidad o delito. El secretario de la Asociación Nacional de Trabajadores de las Empresas de Energía y Petróleo, quien alertó sobre la intención privatizadora, dijo que se le ha impuesto un proceso sancionatorio con destitución sin indemnización. El periódico El Ferrodiario de Durán, la urbe nacional más violenta, cerró definitivamente por la inseguridad. Los enfermos renales o de cáncer que rogaban por diálisis o medicinas y que junto con sus familias salían a protestar en las calles por esa carencia, han sido acallados con amenazas o porque han muerto, 500 en agosto y 500 en septiembre. Se desconoce la cifra de los fallecidos hasta hoy, 22 de octubre.
Durante su último viaje internacional, número 14, Noboa estuvo en Canadá y Estados Unidos. En Toronto pasó desapercibido, conforme los temas secretos que debía tratar con personas o empresas cuyos nombres se desconocen, y que por decreto deberán quedar ocultos por años. En Nueva York habló 10 minutos en Naciones Unidas, donde reconoció que Correa “fue quien más generación de energía añadió por año a Ecuador, unos 450 megavatios” y señaló que en sus 10 meses de gobierno él ha logrado 430 megavatios.
Seguía en Nueva York el 23 de septiembre cuando comunicó al país que cancelaría un evento para regresar a atender los incendios de Quito. La mañana siguiente, 6 grandes incendios y una docena de pequeños iniciaron al mismo tiempo en diferentes zonas de la capital, consumiendo hasta la noche más de 150 hectáreas de bosques. En medio de la incógnita ¿cómo dijo Noboa que volvía para atender incendios que ni siquiera habían comenzado? el mandatario llegó la noche del 25. Ingresó con prisa a las instalaciones del ECU-911, habló 30 segundos y se marchó, sin siquiera dar una palabra de aliento a las víctimas de los incendios que acabaron con sus viviendas, trabajo de toda su vida.
Al momento, los incendios que proliferaron en varios lugares del país han disminuido, más, el caos y las tinieblas continúan al igual que el desconcierto ante las contradictorias cifras y declaraciones que se emiten desde el gobierno: una ministra anunció que los apagones continuarán en 2025, el presidente afirmó que en tres semanas los apagones terminarán.
Mientras en el ambiente se siente el olor del combustible que se emplea en los motores y las plantas eléctricas caseras o industriales contaminando la atmósfera, el ruido que los acompaña se confunde con el clamor, el despecho y la desesperanza de la población. La emigración crece. Las remesas sostienen a las familias. No hay trabajo para los padres, tampoco para los hijos que desean formar su propio hogar, ni para los jóvenes ansiosos de valerse por sí mismos; la casa de los abuelos se ha convertido en el refugio de todos.
Las autoridades continúan buscando a quienes adolecen de piromanía o son incendiarios casuales o pagados. Los señala como posibles culpables del caos, las tinieblas, los incendios. Yo creo que los verdaderos culpables son quienes en el país están enfermos de odio, sentimiento que sólo consume a quien lo siente, pero cuyo poder es tan grande que puede desatar una combustión espontánea que de una vez destruya todo lo que falta por destruir y haga desaparecer para siempre a Ecuador, conforme vaticinó en 1645 la santa quiteña Marianita de Jesús…
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