Residentes exigen que la ciudad desmantele el campamento de Clarence Square

Residentes exigen que la ciudad desmantele el campamento de Clarence Square

• Piden a Olivia Chow, que  derribe este campamento de personas sin hogar.

“Concejal Ausma Malik, tómese un minuto de su ajetreado día para alentar a los trabajadores de la ciudad a desmantelar el campamento de tiendas de campaña que lleva tres años en Clarence Square Park antes de que alguien muera”.

Es solo cuestión de tiempo.

Ya ha habido personas heridas y muchas otras han sufrido una sobredosis en este pequeño parque del centro de la ciudad en Wellington St. y Spadina Ave.

Los residentes quieren que se tomen medidas.

Es una vergüenza para Toronto, con una vigilancia policial más leve que la que tuvieron que afrontar los negocios si violaban las normas de prueba de vacunación durante los cierres por la pandemia.

Es el Salvaje Oeste. No hay reglas y las agujas que se encuentran en este lugar no son seguras ni efectivas. La sustancia que se inyecta en las venas de las personas aquí es mortal. Reclaman residentes.

Este lugar debería haber sido cerrado hace mucho tiempo.

No es legal que la gente monte una tienda de campaña y cree una ciudad en un parque situado en una zona donde la gente paga siete cifras (o un alquiler mínimo de 3.000 dólares al mes) para vivir.

“Nuestro edificio ha sido objeto de ataques muchas veces, con delincuentes violentos rondando por nuestros pasillos”, dijo Victoria Curcio, que vive en un edificio cercano en la zona de Spadina Ave.-King St.

Si la gente busca su bicicleta, teléfono, cámara, generador, tarjeta de crédito o joyas robadas, puede que las encuentre aquí.

Los robos en sus apartamentos son habituales. Tuvieron que instalar placas de acero para asegurar las puertas.

Sus autos en el garaje subterráneo también suelen ser asaltados o vandalizados. La gente ha sido golpeada, escupida, seguida, amenazada, robada e insultada.

Y aunque no ha habido informes de que alguien se haya comido las mascotas de la gente, supuestamente hay ocupantes entre este grupo de tiendas de campaña que intentarán robárselas.

“En mi caso, una mujer que estaba muy ebria salió del campamento y se abalanzó para intentar robarme el perro”, dijo Victoria, que añadió que estaba “conmocionada” por lo ocurrido.

Y todavía lo está.

Cuando se unió a la conferencia de prensa con el diputado Kevin Vuong, David Kelley, que representa a los hoteles y condominios locales, y Dana McKiel y Karlene Nation, de la Asociación de Ciudadanos del Centro, decidió llevar gafas de sol y rechazó las peticiones de fotos de ella y su perro.

No quiere que nadie intente robárselo de nuevo.

En esto se ha convertido Toronto. Otra mujer que estuvo en la conferencia de prensa dijo que había sido atacada dos veces allí, pero que se resistía a aparecer en la película por miedo a las represalias por la anarquía que existe en el campamento.

Todo vale.

“El parque Clarence Square está lleno de delincuencia, asaltos y heces”, dijo el diputado de Spadina-Fort York Kevin Vuong.

Y huele a narcóticos por la mañana, y el lugar está lleno de condones y jeringas usadas, todos los días durante los últimos tres años.

En la mañana de esta conferencia de prensa, al parecer, la ciudad envió un equipo para limpiar montones de basura, parafernalia de drogas y otros elementos perturbadores esparcidos por el parque.

Una hora después de que todos los medios, la policía, los políticos, los líderes empresariales y los residentes se fueran, todo seguía igual.

Pero no hay nada de habitual o rutinario en este parque ni en ninguno de los otros campamentos de la ciudad. Son un refugio para las drogas y el peligro.

“Hemos tenido tres incendios allí”, dijo McKeil. “Y este lugar está justo al otro lado de la calle de una gasolinera”.

Es hora de que la comunidad recupere este parque.

A veces Toronto se toma la seguridad en serio, como lo hizo con Adamson Barbecue, donde trajeron a docenas de policías, muchos a caballo, para hacer cumplir las reglas de salud durante el cierre por la pandemia. Pero hasta ahora no ha habido tal aplicación de la ley en este caso.

“Simplemente no es seguro aquí”, añadió Nation.

La ciudad sabe que no es seguro, por lo que envió cuatro agentes de policía a este evento.

¿Estaban allí para proteger a los participantes o para indicar que la policía estaba en el lugar? Con unos seis policías más y un equipo de personal de la ciudad, el tiempo se podría haber aprovechado mejor para desmantelar estas tiendas de campaña/guaridas de drogas y recuperar el parque público.

Hasta ahora, Chow y Malik, que representa a la zona, no han respondido.

Mientras tanto, los residentes dicen que ya han tenido suficiente y que van a contraatacar.

“Este parque y otros como este son el patio trasero de la gente que vive aquí”, dijo Vuong. “Es para que las familias pasen tiempo con sus hijos o para que la gente pasee a sus perros”.