El fotógrafo que retrató durante un año la otra cara de Vaca Muerta, el yacimiento del que depende el futuro energético de Argentina
El fotógrafo que retrató durante un año la otra cara de Vaca Muerta, el yacimiento del que depende el futuro energético de Argentina
- “Tenemos una región donde la esperanza y el potencial económico van en ascenso, contrastada con el ascenso de la inflación del país. Y lo que empiezas a preguntar es ¿cuál subirá más rápido?”
Esa es la paradoja que Andreas Billman explora en su proyecto fotográfico que documentó la región de Vaca Muerta, Argentina, una de las mayores reservas de gas y petróleo de esquisto del mundo, que representa un vasto potencial de crecimiento, al tiempo que el país forcejeaba contra conocido espectro: la inflación.
Las imágenes fueron tomadas durante más de un año, a partir de diciembre de 2021, en un período de inflación galopante, antes de la elección del presidente Javier Milei, que ha logrado reducirla en lo que lleva gobernando.
Sin embargo, la inflación es un tema constante en Argentina, explica Billman, “que carcome al país desde adentro”.
En su ensayo fotográfico, publicado como el libro “Vaca Muerta en Ascenso”, cada imagen lleva la fecha en que se tomó. Las páginas no están numeradas tradicionalmente 1, 2, 3, etc. sino con la tasa de inflación correspondiente a la fecha en que se tomó cada foto.
Billman analizó cuidadosamente las cifras reales divulgadas por las autoridades argentinas y, con la ayuda de otros, diseñó una fórmula que reflejara el ascenso inflacionario del país, marcando la primera foto que tomó como 0,0%.
A partir de entonces, cada foto a continuación, hace referencia a un índice de inflación diferente.
Andreas Billman fue criado en Reino Unido, de padre sueco y madre argentina. A pesar de haber pasado muchas vacaciones en Argentina con sus familiares, quiso entender más profundamente el país de donde vienen parte de sus raíces.
Decidió enfocar su lente en Vaca Muerta porque había estado mucho en las noticias como la próxima (irónicamente) “vaca lechera” o “mina de oro” con el potencial de convertir a Argentina en un gran productor de energía, y eso fue parte de lo que lo intrigó.
“Uno: estaba siempre en las noticias, dos: la región no se había documentado bien y tres: era exactamente el panorama que me intriga: paisajes alterados por los humanos”, cuenta.
“Mi arte cabe dentro de lo que se conoce como la nueva topografía”, dice Billman, describiendo un estilo que se implantó en Estados Unidos a mediados de los 1970. “Es casi opuesto a los paisajes tradicionales, como los de Patagonia con su rica naturaleza de tarjeta postal”.
Sus fotos son de lugares inusuales, sin aparente importancia. “Paisajes desolados, áridos, hasta feos. Como Vaca Muerta. Allí no hay nada”.
Señala, no obstante, que el sitio tiene historias subyacentes muy profundas. “Me gusta fotografiar algo que la gente no quiera ver, pero que los intriga a volver una y otra vez a echarle otro vistazo”, expresa.
Cuando empezó el proyecto, no tenía idea de la historia que quería contar, confiesa el fotógrafo. Fue sólo después de regresar a casa con las imágenes tomadas durante un año que las empezó a ver con otros ojos.
Se inspiró en un trabajo fotográfico del francés Guillaume Herbaut en Chernóbil, la planta de energía atómica en Ucrania donde en 1986 ocurrió uno de los peores desastres nucleares. Herbaut imprimió en cada imagen el nivel de radiación que se registraba en ese momento en el sitio donde la tomó.
Eso le dio la idea de usar algún tipo información real para afectar la manera en que una imagen es percibida.
“Pensé, tengo todas estas fotos, pero cuál es el día a día en Argentina, la enfermedad casi crónica que está incrustada en la vida de la gente: es la inflación”, indica Billman.
Puso esos datos de inflación en sus fotos para contar una historia de dos cosas que estaban cambiando al mismo tiempo: una región que podría cambiar la suerte del país y que es un típico ejemplo de la riqueza de sus recursos naturales, versus un número que se cierne como una abrumadora nube y que también es un típico ejemplo del comportamiento de su economía.
“Es una narrativa que intenta reflejar esa complejidad, en la que el potencial económico se enfrenta a la realidad económica”, expresa.
Billman no infiere una relación directa entre sus imágenes y la cifra inflacionaria, pero sostiene que es una oportunidad de ver la tasa de inflación desde otra perspectiva.
“Por lo general se presenta como un gráfico en los noticieros y se vuelve una imagen cliché que pierde su sentido con el tiempo”, afirma.
“Mis fotos son realmente calmadas, pacíficas. Pero el que haya una cifra que diga 21% o 102% es algo que te hace ver la foto de una manera diferente. Toma su propio significado”.
Una año después, Andreas Billman regresó a tomar imágenes de algunos de los sitios que había fotografiado. Aunque compara los datos inflacionarios en una y otra foto, los lugares registran cambios sutiles que él deja a la interpretación del espectador.
En una comparación de dos de fotos del mismo lugar puede haber una grieta más en la calzada o menos vegetación. En otro par de un cementerio se ve que más urnas se han ocupado con el aumento de muertos, pero una estructura metálica de construcción no ha avanzado.
“De alguna manera refleja la ausencia del progreso”, señala, reforzando el tema paradójico de su ensayo fotográfico.
Pero el par de fotos que definen su proyecto los deja para el final de su libro. Son del mismo edifico. La primera foto tiene un frondoso árbol en frente. Al voltear la página está la foto posterior, sin el árbol.
“Vaca Muerta en Ascenso” fue finalista para el premio de fotografía Wolf Suschitzky 2023, entregado por el Foro Cultural de Austria en Londres.
El proyecto ha generado reacciones variadas. Algunas personas en Argentina han criticado su trabajo como un elogio a las empresas petroleras, pero el otro lado de la moneda es la muestra de resiliencia y versatilidad del pueblo argentino, señala Andreas Billman.
Afirma que personas que no son de Argentina se sorprenden de esa capacidad de supervivencia, afirman que no podrían lidiar con una economía tan fluctuante y volátil.
“De todas formas trato de que mi trabajo no sea sesgado”, dice. “Fotografío lo que veo”.
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