CRÓNICAS: Ecuador, Un Año Obscuro
CRÓNICAS: Ecuador, Un Año Obscuro
Por: Lucía P. de García
Toronto.- Derrochando belleza, señorío, amabilidad, la ciudad de Cuenca, situada en la Provincia del Azuay al sur de Ecuador, entre el 14 y el 15 de noviembre acogió a la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. Las reuniones que empezaron en 1991 se efectúan cada cuatro años con la asistencia de 22 mandatarios. Esta vez sólo contó con el presidente de Portugal, de República Dominicana, el jefe de Gobierno de Andorra, el rey de España y el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, quien selló el evento con un discurso en el que se alaba a sí mismo y a su familia, encabezada por el exportador de banano y máximo millonario del país, su padre. No se firmó el usual Acuerdo, ni la Declaración de Cuenca. El total fracaso avergonzó a la república.
¿Qué había sucedido? Ecuador palpaba las consecuencias de la invasión a la Embajada de México y secuestro a su asilado político, el ex vicepresidente Jorge Glas, ocurrida en abril por orden de Noboa. También experimentaba la reacción iberoamericana ante el atentado contra la democracia efectuado por el mandatario días antes, al suspender a la vicepresidente Verónica Abad y reemplazarla por Sariha Moya, cuando es la Asamblea Nacional la única que puede investir o destituir presidente y vicepresidente electos por voto popular, y sólo bajo causales específicas.
En contraste, la Cumbre Empresarial que se dio paralelamente tuvo gran concurrencia, aunque terminó en forma desafortunada: en la cena de despedida Noboa ordenó se impida el ingreso de la presidenta del Comité Empresarial Ecuatoriano. Estaba resentido con ella, le había denunciado ante la Corte Constitucional por asuntos gremiales.
Todo esto ocurría mientras la Marcha de los Pueblos en Resistencia recorría las calles de la urbe con pancartas y consignas contra Noboa, el extractivismo, las graves crisis social, económica, inseguridad, de energía. Esta última causante de los apagones de 12 horas en el país, a veces acompañados de falta de agua y fallas en el servicio celular.
A más de estas circunstancias, la Cumbre estuvo enmarcada por un humo obscuro. Se trataba de un incendio que había iniciado el 13 en el Parque Nacional Cajas. Pese al titánico esfuerzo de los bomberos quedaba en cenizas el magnífico pajonal donde nacen las fuentes de agua que abastecen a la provincia. La ayuda gubernamental llegó el domingo 17, para entonces las llamas habían avanzado hasta la Provincia de Loja que limita con Perú, país que estaba prestando su contingente para apagar el fuego.
También Colombia reanudó la venta de energía eléctrica ese domingo, permitiendo reducir los apagones a 8 horas. No obstante, nadie sabe cuándo terminará esta crisis que se vuelve desesperante ya que afecta el desempeño de las actividades diarias, la conservación de alimentos, la atención hospitalaria, las tareas educativas, el comercio, la industria y más. Cada hora de apagones le cuestan al Ecuador USD 12 millones.
Así, entre incendios y obscuridad la campaña electoral para elegir en febrero a las máximas autoridades del Ejecutivo y del Legislativo para el período 2025-2029 se perfila. Noboa la empezó prácticamente desde su asunción presidencial hace un año, el 23 de noviembre 2023, cuando anunció su deseo de ser reelecto.
Con esa meta y ante el desplome de su popularidad, ha contratado empresas especializadas para mejorar su imagen, pagándoles hasta el momento USD 12 millones. Además, conforme su advertencia “soy pésimo, pésimo enemigo a tener”, ha arremetido contra quienes podrían darle fuertes dolores de cabeza políticos:
A su vicepresidente, Verónica Abad, la envió en diciembre a Israel como embajadora extraordinaria para lograr la paz en la región. Luego Cancillería la trasladó a Turquía y le ordenó estar allí en determinada fecha, por llegar tres días después la Ministra de Trabajo le interpuso un sumario administrativo que se concretó a mediados del presente mes, con suspensión de funciones y 150 días sin sueldo. Abad regresó a Quito la semana anterior para recuperar su cargo, estar con su familia y apoyar a su hijo mayor, quien está acusado de tráfico de influencias y de tener dinero en paraísos fiscales, supuestos que le hicieron permanecer detenido por un mes en la peor cárcel del país. Por orden de una jueza hoy puede defenderse en libertad
A su Ministra de Energía, Andrea Arrobo, luego del primer apagón masivo en abril la acusó de supuesto sabotaje y traición a la Patria. Ella indicó que a tiempo alertó al mandatario de la agudización de la crisis energética, pero Noboa no le dio importancia.
En julio, Aquiles Álvarez, alcalde de Guayaquil, tras denunciar al gobierno por negar la entrega de garantías soberanas de un crédito para la urbe, él y sus hermanos fueron acusados ante Fiscalía de comerciar combustibles en forma irregular en sus gasolineras. Álvarez respondió “farsa sin sustento, elemento distractor”.
Este mes, Jan Topic, candidato presidencial 2025-2029 fue descalificado por impugnaciones. Topic señaló a Noboa como el causante de tal revés y de arriesgar que el país se quede sin internet ya que el negocio de su familia, Telconet, había sido notificado de la extinción del título habilitante de su filial Cable Andino S.A. por irregularidades en su adjudicación. El fundador de dicha empresa, su padre, lo negó.
El casi permanente Estado de Excepción decretado por Noboa a principios de 2024 ha sido cuestionado por la Corte Constitucional: no cumple los aspectos indispensables para que se configure la causal de conflicto armado interno. Las medidas contra el crimen organizado debieron darse en régimen ordinario.
Como fuere, lo cierto es que la inseguridad campea. A pesar de que el gobierno subió el IVA del 12 al 15% para combatirla, aduce que no hay dinero. Los economistas afirman que sí hay, están depositados en las Reservas Internacionales que garantizan los préstamos del FMI, endeudamiento que se sigue incrementando en cifras que asustan.
El neoliberalismo se ha instalado en el país favoreciendo a las más altas esferas, que multiplican sus fortunas sin tener ni idea de lo que siente quien tiene hambre, ha perdido su empleo, ve morir a un ser querido por no poder comprar una medicina.
CID Gallup indica que en su última encuesta realizada entre septiembre y octubre, el 45% de los habitantes de Ecuador no tiene dinero para adquirir comida, lo que le sitúa en octavo lugar en la lista de países en crisis alimentaria regional.
En contraste, sí tienen dinero quienes están interesados en conseguir que los pobladores de Palo Quemado, que ya en marzo sufrieron la represión militar y policial para forzarlos a aprobar en consulta ambiental el proyecto minero “La Plata” de la transnacional canadiense Atico Mining, esta vez lo acepten. Con ese objetivo volvieron los militares a fines de octubre, por lo que los habitantes, representantes de organizaciones y movimientos sociales dirigieron una carta abierta al presidente Noboa, a la empresa canadiense y a la Embajada de Canadá en Ecuador, explicando los antecedentes e indicando que las actividades mineras afectarían las fuentes de agua, el aire, el medioambiente, el tejido social de sus comunidades y la exportación a Europa de la panela que producen. También solicitando acabar con el hostigamiento y la criminalización de los defensores de los derechos de la Naturaleza, anular el proceso de consulta ambiental, cancelar el Acuerdo entre los ministerios de Recursos no Renovables y de Defensa Nacional para crear áreas de reservas de seguridad y proyectos mineros en la zona. Esperan prontas respuestas.
Consciente de que la forma de existir en medio de crisis no es vida, el pueblo ha empezado a salir a las calles a protestar pacíficamente. La Policía ha respondido con gases lacrimógenos, bombas de sonido aturdidor, toletes, empujones, arrastres de personas por las calles. El jueves 22, en varias ciudades se protestó contra el gobierno.
En Quito, múltiples vallas formaron un cerco a dos kilómetros de la sede de gobierno, el Palacio de Carondelet, en tanto 2.000 policías se aprestaban a impedir el ingreso al centro histórico. Portaban escudos, armas, los que estaban en motos recorrían el sector amedrentando a los manifestantes, algunos de los cuales les pedían unirse al pueblo envés de maltratarlo, la respuesta de los gendarmes eran risas y más agresión. Hubo 12 detenidos, entre ellos una funcionaria legislativa que fue llevada a la Unidad de Flagrancia, menores de edad, alguien que gritaba “Protestar no es desestabilizar”, y dos observadores de la defensora de Derechos Humanos INREDH, a quienes luego de permanecer incomunicados los liberaron con signos de maltrato físico y psicológico.
Los informes de diversas entidades Defensoras de Derechos Humanos coinciden con el presentado por Amnistía Internacional este fin de semana, resumo: “la condición de los derechos humanos se deterioraron en Ecuador durante el gobierno actual”. Preocupan las miles denuncias de detenciones sin garantías procesales; la falta de agua, alimentos, y desatención médica, en las cárceles; la tortura, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas durante los operativos de seguridad; la estigmatización a quienes las denuncian. “Las medidas excepcionales que restringen los derechos humanos han pasado de ser temporales a convertirse en la norma en Ecuador, y las repercusiones negativas son claras. La población de Ecuador merece vivir en condiciones de seguridad sin tener que renunciar a sus derechos”. “La comunidad internacional tiene un papel fundamental en llamar a las autoridades ecuatorianas a actuar con transparencia y rendir cuentas, y ha llegado el momento de que lo haga”.
Quizás por esa razón, el viernes 22 el periódico británico The Economist publicó un duro y detallado reportaje sobre Ecuador, en el que denuncia que el lugar donde hace pocos años reinaban paz, tranquilidad y progreso, hoy es exportador de droga en cajas de banano. Como la fruta madura pronto, éstas pasan rápidamente por la aduana y los muelles de Guayaquil y Durán. Afirma que el narcotráfico ha crecido porque el gobierno se ha negado a invertir en escáneres portuarios que detecten la cocaína camuflada en las cajas. Señala que América Latina tiene un nuevo narcoestado: Ecuador.
Sin ninguna duda, el 2024 ha sido muy obscuro para mi amada Patria…
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