CRÓNICAS: Jimmy Carter
CRÓNICAS: Jimmy Carter
Por: Lucía P. de García
Toronto.- Jimmy Carter, trigésimo noveno presidente de Estados Unidos, falleció el 29 de diciembre 2024, luego de cumplir su máxima de vida: “Los derechos humanos son el alma de nuestra política exterior, porque los derechos humanos son en verdad el alma de nuestro sentido de nación”.
James Earl Carter Jr. llegó al mundo el 1 de octubre 1924 en Plains, Georgia, como hijo mayor, tuvo tres hermanos. Su padre, James Earl Carter Sr. y su madre Lillian Gordy tenía una próspera tienda agrícola. Llamado cariñosamente Jimmy, estudió en el Instituto de Tecnología de Georgia; en la Academia Naval de Annapolis se graduó en 1946. Enseguida se casó con su amiga y vecina de infancia, Roselynn Smith, 18 años de edad ella, él 21. Tuvieron tres hijos y una hija.
Por 7 años trabajó en buques y submarinos nucleares con el grado de teniente. El fallecimiento de su padre le obligó volver a Plains, donde expandió la granja que su progenitor había adquirido para industrializar y comercializar cacahuates.
Tras ingresar al Partido Demócrata, en 1962 ganó el escaño del Senado estatal; fue reelecto en 1966. En 1971 fue electo gobernador de Georgia. Con profunda fe baptista se empeñó en derrumbar las barreras raciales, facilitar que los afroamericanos tuvieran acceso a escalafones medios y altos, cumplir las leyes civiles. Aunque no apoyaba el aborto, aceptó el derecho federal que reconoció el Tribunal Supremo en 1973; también la pena de muerte aprobada por la Asamblea de Georgia, pese a que deseaba reemplazarla por cadena perpetua.
Comprendió la zozobra de la población ante los magnicidios de Kennedy, su hermano Robert, Marin Luther King; la crueldad de la Guerra de Vietnam; el escándalo de Watergate; la desconfianza del mundo sobre los gobiernos estadounidenses. Decidió cambiar tal circunstancia actuando como él era: una persona común, respetuosa, amante de la paz, el derecho, la vida. Así alcanzó la presidencia 1977-1981.
En la Casa Blanca desde enero, redujo los gastos de la sede. Dio amnistía a quienes se habían negado ir a la Guerra de Vietnam; disminuyó USD 6 millones al presupuesto de defensa, y la venta de armas al extranjero. Creó el Departamento para Educación. También el Departamento de Energía, al que complementó con un gran plan nacional para el ahorro de la misma. Indultó a 4 puertoriqueños por promover la independencia de su suelo en los años 50. Auspició el progresismo social. Escuchó las inquietudes ciudadanas, fue sincero, solidario, siempre amable, conciliador, comprensivo.
En lo externo, suscribió el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU, exaltó los 30 años de la firma de la Declaración de los Derechos Humanos. A diferencia de administraciones anteriores que en el mundo apoyaron regímenes sanguinarios porque favorecían los intereses estadounidenses, Carter los criticó.
En América Latina, donde abundaban las sanguinarias y brutales dictaduras, amenazó que de no cesar la represión les retiraría la cooperación militar y económica. A excepción de Perú y Ecuador, los países sudamericanos sufrieron la reducción de créditos por la grave violación a los derechos humanos.
En Chile, con Augusto Pinochet mantuvo frialdad; el asesinato del ex canciller Orlando Letelier hizo que Washington presionara el regreso de la democracia. En Nicaragua, luego del derrocamiento de Anastasio Somoza efectuado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), apoyó a la Revolución Nicaragüense y a la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional. En República Dominicana, al advertir a Joaquín Balaguer que sus intentos de hacer fraude electoral le acarrearían consecuencias, éste desistió y entregó la presidencia al legítimo ganador, Antonio Guzmán.
Sin prejuicios ideológicos estableció relaciones consulares con Cuba, reanudó los vuelos chárter desde Florida, dio algún alivio al cruel bloqueo económico.
Luego de 13 años de arduas negociaciones, el 7 de septiembre 1977 Jimmy Carter y Omar Torrijos signaron en la sede de la OEA los históricos Tratados Torrijos-Carter, devolviendo a Panamá la soberanía sobre todo el territorio de su Canal. El presidente de Panamá, Basilio Lakas, y el general Omar Torrijos le invitaron al país. Lo visitó un año después, siendo recibido con mucho afecto por el pueblo panameño. También se reunió con los presidentes de Colombia, Alfonso López Michelsen; Venezuela, Carlos Andrés Pérez; Jamaica, Michael Manley; Costa Rica, Rodrigo Carazo; México, José López Portillo. Tras la ratificación de los Congresos de los dos países, los Tratados entraron en vigor el 1 de octubre 1979, culminarían el 31 de diciembre 1999.
La devolución del Canal a Panamá no gustó en Estados Unidos.
Así como hizo con América Latina, Carter repudió los regímenes aliados de Filipinas y Corea del Sur; el Apartheid de Sudáfrica. A Rhodesia sancionó por su sesgo racial. Sorprendió al pedir a la entonces Unión Soviética y sus aliados europeos cumplir lo signado en 1975, el Acta de Helsinki, que comprometía respetar los derechos humanos. En 1977 retiró los misiles de Corea del Sur. En 1978 suspendió la producción de la bomba de neutrones. En 1979, luego de auspiciar el proceso de paz entre Israel y Egipto puso fin a 31 años de conflicto con los Acuerdos de Camp David. Estados Unidos y China establecieron plenas relaciones diplomáticas y comerciales.
El mismo año, la Revolución Iraní y el ataque a la embajada estadounidense con su personal tomado como rehén hizo que Carter prometiera rescatar a sus ciudadanos. Lo intentó. Algunos cautivos fallecieron ante las acciones de las fuerzas estadounidenses, que debieron retirarse rápidamente; se perdieron submarinos, helicópteros, aviones. El mandatario, muy golpeado, asumió toda la responsabilidad.
Fue criticado cuando su censura a la Unión Soviética por el trato a sus disidentes mermó la distención alcanzada, y peor aún, cuando mientras ofrecía negociar el desarme, Estados Unidos y la OTAN aprobaban la modernización de su arsenal. La situación se agravó cuando el Ejército Soviético intervino en Afganistán, cuyo gobierno enfrentaba a los muyahidín, quienes, sin que nadie supiera, habían estado recibiendo ayuda de la CIA. La intervención soviética hizo que Carter solicitara al Congreso suspender la ratificación de las negociaciones del SALT II, acuerdos que desde 1969 buscaban limitar la producción balística de armas con carga nuclear. Luego de decretar un embargando de cereales, ordenó la no participación de los atletas estadounidenses en los Juegos de Verano Moscú 1980.
Estas circunstancias influyeron para que no alcanzara la reelección. Ronald Reagan, republicano, asumió la presidencia el 20 de enero 1981. Inmediatamente y en forma intencional, el régimen iraní liberó a los rehenes. El flamante presidente dio a conocer que Carter había estado gestionando en secreto el regreso de los 52 liberados tras 444 días de cautiverio, y le pidió que fuera él quien les recibiera en el hospital de la Fuerza Aérea en Wiesbaden, entonces Alemania Occidental.
De regreso a Plains, Carter encontró endeudada a su granja, por lo que debió trabajar muy duramente hasta volverla tan exitosa como antes. Como siempre le ayudó Rosalynn, quien durante su mandato había sido su mejor consejera, aliada, confidente. El ex presidente, hombre sencillo a quien le gustaba pintar, pescar, jugar tenis, esquiar, hacer ciclismo, trabajar con madera, diría sobre su esposa “lo mejor que he hecho es casarme con Rosalynn, ella es la cumbre de mi vida”.
Juntos fundaron en 1982 el Centro Carter, para impulsar la defensa de los derechos humanos en el mundo. Mediante esta institución observó 113 elecciones en 39 países. Realizó un excelente trabajo internacional en salud, donde promovió la vacunación masiva, la erradicación de enfermedades como el gusano de Guinea, la ceguera del río. Promovió la educación para la población de escasos recursos. En lo habitacional, la pareja y más de un millón de personas en voluntariado mundial construyeron viviendas económicas.
En 1999 Jimmy Carter recibió de su país la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto honor para un civil. En 2002 recibió el Premio Nobel de la Paz.
El destino decidió que luego de 77 años de matrimonio Rosalynn Carter, destacada por su labor en salud mental, falleciera en noviembre 2023. Y que Jimmy Carter, tras permanecer en cuidados paliativos en su domicilio por un cáncer de piel que había afectado su hígado y cerebro, muriera en diciembre 2024. Partieron ella, a los 93 años de edad, él de 100.
Estados Unidos despidió a Jimmy Carter con una solemne ceremonia de Estado el 9 de enero 2025. El mundo expresó sus condolencias a quien ha sido “el mejor expresidente de Estados Unidos”. América Latina lamentó el fallecimiento de quien considera un gran ser humano, un amigo de verdad, leal, sincero, muy querido.
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