Prupo islámico radical cancela una conferencia en Ontario bajo presión por ser catalogado como grupo terrorista
Prupo islámico radical cancela una conferencia en Ontario bajo presión por ser catalogado como grupo terrorista
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Dentro de la Conferencia del Califato de Hizb ut Tahrir en 2023.
- El grupo promovía una ideología revolucionaria que pide que los gobiernos sean derrocados y reemplazados por un califato musulmán unitario y autoritario a nivel mundial
Una conferencia planeada por un grupo islámico radical (Hizb ut-Tahrir) que causó indignación y preocupaciones de seguridad fue cancelada un día después de que el gobierno federal dijera que estaba considerando declarar a la organización como un grupo terrorista.
A última hora del lunes, el ministro federal de Seguridad Pública, David McGuinty, emitió un comunicado en el que decía que la historia de Hizb ut-Tahrir de “glorificar la violencia, promover el antisemitismo, la ideología extremista” y apoyar a los grupos terroristas Hamás y Hezbolá “son totalmente contrarios a los valores canadienses”, y les pidió que cancelaran su conferencia, programada para este fin de semana, mientras las agencias de seguridad e inteligencia evaluaban si el grupo debería ser catalogado como una entidad terrorista oficial.
Unas ocho horas después, se publicó un mensaje en la página de Facebook de la conferencia: “Hizb ut Tahrir Canadá anuncia la cancelación de la Conferencia del Califato de 2025. Esta decisión fue necesaria debido a circunstancias que estaban fuera de nuestro control razonable”. El material promocional sobre la conferencia y su agenda de oradores ha sido eliminado.
La Conferencia del Califato de 2025 del grupo promuebe una ideología revolucionaria que pide que se derroquen los gobiernos y se reemplacen por un califato musulmán unitario y autoritario donde todos vivieran bajo la estricta ley islámica Sharia.
Los planes de la conferencia provocaron una severa condena de los líderes cívicos, así como de los grupos judíos y algunos islámicos.
El Consejo Mundial de Imanes, una organización benéfica y ONG independiente que dice adherirse a las enseñanzas islámicas dominantes, había enviado una carta a Seguridad Pública de Canadá advirtiendo sobre la conferencia y el grupo organizador, calificándolo de “extremista” y “radical” y que “pondría en peligro décadas de progreso logrado por los musulmanes canadienses en la promoción de la inclusión y el diálogo”.
“Su ideología no sólo amenaza la unidad nacional, sino que también aísla a las comunidades musulmanas y pone en peligro a los jóvenes vulnerables”.
La noticia de la cancelación fue bien recibida por el consejo, que dijo en una declaración al National Post: “Apreciamos la atención prestada a nuestras preocupaciones y las acciones responsables adoptadas por las autoridades canadienses”.
Muchos de los principales grupos de defensa de los judíos y del antisemitismo también habían pedido que se cerrara la conferencia y que el grupo fuera declarado entidad terrorista. Varios funcionarios de los grupos dijeron que su cancelación era una buena noticia.
El Centro para Israel y Asuntos Judíos, un grupo de defensa canadiense, había iniciado una petición pidiendo a Ottawa que cancelara la conferencia. Michelle Stock, vicepresidente de Ontario del CIJA, dijo el martes que más de 13.000 canadienses habían firmado la petición.
“Este es un avance importante para mantener seguros a los canadienses. Nos sentimos aliviados de que esta conferencia no se lleve a cabo, pero también sabemos que la lucha contra el extremismo no puede detenerse”, dijo Stock. “Seguiremos instando al gobierno de Canadá a que prohíba a Hizb ut-Tahrir como organización terrorista ilegal, como es el caso en el Reino Unido y Alemania”.
B’nai Brith Canadá dijo: “Este evento peligroso, organizado por un grupo extremista prohibido en 13 países, buscó socavar los valores de tolerancia, inclusión y democracia que definen a Canadá. Gracias a una acción rápida y decisiva, las voces del odio y la división no encontrarán una plataforma aquí”.
Michael Levitt, presidente del Centro de Amigos de Simon Wiesenthal, advirtió que la cancelación de la conferencia no es suficiente para proteger a la comunidad: “El gobierno canadiense debe tomar las medidas necesarias para incluir a esta organización en la lista de grupos terroristas según la ley canadiense, asegurando que nunca más tendrá la oportunidad de propagar su ideología vil y extremista en nuestro país”.
Hizb ut Tahrir Canadá no ha respondido a varias solicitudes recientes de comentarios de National Post. La organización anteriormente negó que fuera un peligro público y dijo que no estaba involucrada en la violencia terrorista.
Hizb ut Tahrir Canadá es una rama de una estricta organización internacional, Hizb ut-Tahrir, que ya está prohibida en varios países, entre ellos Gran Bretaña, Alemania y muchas naciones de mayoría islámica.
El manifiesto internacional de Hizb ut-Tahrir, obtenido por National Post, describe sin rodeos una visión del mundo marcadamente antidemocrática, totalitaria, misógina, intratablemente monoteísta y militantemente antisemita, en la que la yihad no provocada es un deber rutinario, la ley islámica es primordial e Israel debe ser exterminado: ni siquiera “una pulgada cuadrada” del estado judío puede existir sin una guerra constante.
El año pasado, la Conferencia del Califato fue cancelada abruptamente después de que su organización hermana fuera declarada entidad terrorista en Gran Bretaña. El plan de volver a celebrarla en 2025 generó una fuerte oposición.
Originalmente estaba prevista para Mississauga, con la venia de la alcaldesa, pero se trasladó después de que la mima regente de la ciudad, al ver una marcada opsición, no tuvo otra que manifestarse en contra. Se anunció que la nueva ubicación sería en Hamilton, aunque se mantuvo en secreto dónde. Los funcionarios de Hamilton también han criticado la conferencia.
Sin embargo, las promociones en línea más recientes para la conferencia continuaron indicando que su ubicación sería en una instalación secreta en Mississauga.
Ni el Ministerio de Seguridad Pública ni el ministro respondieron a las solicitudes de más detalles sobre su anuncio y los planes para la investigación de la lista de terroristas.
La inclusión de una entidad en la lista de la ley antiterrorista significa que la propiedad del grupo puede ser incautada o confiscada; las finanzas y activos del grupo están congelados; y los bancos que manejan las finanzas del grupo no pueden disponer o dispersar su propiedad.
También es un delito el participar o contribuir a sabiendas a las actividades de una entidad incluida en la lista. La designación de terrorista significa que un proceso relacionado con una entidad incluida en la lista no requiere que la Corona demuestre primero que está vinculada al terrorismo. También se podría retirar cualquier estatus de organización benéfica y podría haber un riesgo de inmigración por la participación de un no ciudadano.
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