Nuevos datos de Statistics Canada revelan que el nivel de vida está en una espiral descendente gracias al gobierno Trudeau

Nuevos datos de Statistics Canada revelan que el nivel de vida está en una espiral descendente gracias al gobierno Trudeau

Trudeau admitió, demasiado tarde, que su gobierno trajo demasiadas personas demasiado rápido

• Esto forma parte de una crisis de larga data en la economía canadiense que se ha acelerado bajo el gobierno de los liberales de Trudeau

OTTAWA.- Nuevos datos económicos de Statistics Canada muestra que nuestro nivel de vida se ha deteriorado aún más en los últimos dos años.

StatsCan informó que el PIB real per cápita de Canadá, que mide la producción económica por persona ajustada a la inflación, una métrica ampliamente aceptada para medir la prosperidad de una nación, cayó un 1,4% en 2024, tras una disminución del 1,3% en 2023.

Esto forma parte de una crisis de larga data en la economía canadiense que se ha acelerado bajo el gobierno de los liberales de Trudeau.

No es sorprendente dado el enfoque del primer ministro saliente, Justin Trudeau, en la redistribución de los ingresos en lugar de hacer crecer la economía durante su década en el cargo.

Todos, desde la vicegobernadora principal del Banco de Canadá, Carolyn Rogers, que lo ha calificado de emergencia para “romper el cristal”, hasta la candidata al liderazgo del Partido Liberal, Chrystia Freeland, que lo llamó el “talón de Aquiles” de la economía canadiense cuando era ministra de Finanzas, han dado la voz de alarma.

El problema de raíz es la baja productividad de la economía de Canadá, que Freeland dijo en su discurso sobre el presupuesto de 2022 que “importa porque (la productividad) es lo que garantiza el sueño de todos los padres: que nuestros hijos sean más prósperos que nosotros”, un sueño que se está muriendo en Canadá hoy en día.

La baja productividad no significa que los trabajadores canadienses sean vagos, sino que no se les está dando acceso a las últimas herramientas económicas y avances tecnológicos para trabajar de manera más eficiente debido a la falta de inversión empresarial en Canadá.

Esto es particularmente alarmante debido a lo mucho que Canadá se ha quedado atrás económicamente de Estados Unidos, nuestro mayor socio comercial, justo cuando estamos a punto de entrar en una guerra arancelaria provocada por el presidente Donald Trump, que dañará aún más nuestra economía.

Jake Fuss, director de estudios fiscales del Instituto Fraser, escribió en The Hub el año pasado que el PIB real per cápita en Canadá durante los años de Trudeau aumentó un 1,9%. En Estados Unidos, durante el mismo período, aumentó un 14,7%.

El economista de la Universidad de Calgary, Trevor Tombe, también escribió en The Hub el año pasado que “si Canadá simplemente hubiera seguido el ritmo de Estados Unidos durante los últimos dos años, nuestra economía sería un 8,5% más grande, es decir, unos 6.200 dólares más de ingresos por canadiense cada año”.

Calculó que en 2024, la brecha total en el PIB real per cápita entre Canadá y Estados Unidos era de unos 22.000 dólares, 66.300 dólares en Estados Unidos en comparación con los 44.400 dólares en Canadá, en dólares de 2015.

En dólares de 2024, dijo, la brecha era mayor, aproximadamente 28.000 dólares.

“Dicho de otro modo”, escribió Tombe, “el PIB real per cápita en Estados Unidos fue un 43% más alto que en Canadá en 2023. Y en 2024, estimo que esta brecha se ampliará a casi el 50%.

“Pensemos en eso por un momento. Estados Unidos está en camino de producir casi un 50% más por persona que Canadá. Esta sorprendente divergencia no tiene precedentes en la historia moderna”.

Freeland advirtió en su presupuesto de 2022 que, a menos que se revierta esta tendencia, “la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos proyecta que Canadá tendrá la tasa de crecimiento del PIB per cápita más baja entre sus países miembros” de 2020 a 2060.

Eso incluye al G7 al que pertenece Canadá, junto con Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón.

Los apologistas liberales intentarán camuflar esta emergencia fiscal señalando que el PIB real de Canadá aumentó un 2,6% anualizado en el cuarto trimestre de 2024, más de lo esperado.

Pero eso se debió en gran medida al aumento dramático de la inmigración, que el gobierno liberal autorizó, ignorando las advertencias previas de sus propios funcionarios públicos de que hacerlo aumentaría el costo de vida y pondría una presión adicional sobre servicios públicos ya asediados, como la atención médica.

Traer más gente significa que hay más actividad económica, pero si no va acompañada de crecimiento económico es malo para todos, tanto los ciudadanos canadienses como los nuevos inmigrantes, que es exactamente lo que sucedió. Falta de vivienda y atención en la salud.

Incluso Trudeau admitió, demasiado tarde, que su gobierno trajo demasiadas personas demasiado rápido y ahora está tratando tardíamente de abordar la crisis reduciendo un poco los objetivos de inmigración.

Trudeau también sabía de esta crisis cuando ganó las elecciones de 2015, como señaló Ben Eisen, miembro senior del Instituto Fraser, en The Hill Times en enero, criticando al entonces primer ministro Stephen Harper por “tener el peor historial de crecimiento económico desde R.B. Bennett en lo más profundo de la Gran Depresión”.

Durante la era de Harper, el PIB real per cápita creció un 0,5% anual. Con Trudeau ha sido del 0,3%.