Fracaso en taquilla y una parodia exitosa como respuesta: la venganza de México contra ‘Emilia Pérez’
Fracaso en taquilla y una parodia exitosa como respuesta: la venganza de México contra ‘Emilia Pérez’
– La película con más nominaciones al Oscar de este año no pudo superar la polémica con el país norteamericano, que la castigó con la inasistencia en salas y un ingenioso corto titulado ‘Johanne Sacreblu’
México puede ser, a veces, una caja de cristal de emociones. A través de ella, puede amar y odiar públicamente ante los ojos del mundo. Ya sea idolatrando a artistas y su obra, como con Juan Gabriel (incluso más allá de la muerte) o Guillermo del Toro -por ejemplo-; o defenestrar a otros personajes, como la cantante Ángela Aguilar o el piloto de Fórmula 1 Max Verstappen.
Sin duda, por cómo fue recibida en el país por un gran segmento de la población, la producción con más nominaciones al Oscar de este año, Emilia Pérez, ha sido colocada en esta segunda lista. La película, que ha sido definida como una “ópera-musical”, aborda la historia de un narcotraficante mexicano que busca transicionar para convertirse en mujer y abandonar su antigua vida. Desde su presentación el pasado año en el Festival de Cine de Morelia, el filme comenzó a hacer ruido respecto a la representación que hace de México, un debate que no pudo superar para lograr la aceptación del público a pesar de que la crítica internacional trató de exaltarla.
Tras estrenarse previamente en 34 países durante el 2024, el filme finalmente llegó a las salas de México el 23 de enero. Una parte del público mexicano y latinoamericano que tuvo la oportunidad de ver la película, considera que la cinta de Jacques Audiard “exotiza a México”, “instrumentaliza” la crisis humanitaria de los desaparecidos y perpetúa una visión eurocentrista y colonizadora sobre el país y su cultura.
Emilia Pérez debutó en 850 complejos con 9,4 millones de pesos de recaudación (un poco más de 450.000 dólares) por la asistencia de 110.000 espectadores. Edgar Apanco, analista de la industria cinematográfica, explica que películas de tipo comercial, tras su estreno, suelen caer entre 40% y 50% en la asistencia después de su primera semana. Las producciones que son de tipo más artístico o que forman parte del circuito de galardones, como las nominadas al Oscar, suelen reducir entre 20% y 30%, porque el boca a boca les ayuda durante la temporada de premios por los reconocimientos que van obteniendo, como ha sucedido con El Brutalista, Anora o Cónclave.
En el caso de Emilia Pérez cada semana fue cayendo más de 60%, “lo cual sí es un efecto boca a boca bastante negativo, que pocas veces se ve en nuestro país”, explica Apanco. Tras más de un mes de haberse estrenado, la película de Audiard ha recaudado 17 millones de pesos (más de 800.000 dólares) y ha llegado a 210.000 espectadores. “Ni siquiera pudo multiplicar dos veces su taquilla del primer fin de semana. No lograr eso es regularmente visto como indicador de fracaso”, complementa.
No le fue de ayuda que una semana antes de su estreno en México, el director, quien estaba en la capital para promocionar su película, no se presentó a una proyección y conversatorio programado con estudiantes universitarios. En su lugar, solo asistió la única protagonista mexicana del filme, Adriana Paz, lo que fue tomado por el público como una falta de respeto y por lo que Audiard fue tildado de “cobarde” en redes. Tampoco fueron bien vistos sus comentarios en una entrevista que realizó meses antes en la que afirmó que el español era un “idioma de países pobres”.
“Si me hubieran preguntado, justo al inicio de su corrida comercial, con cuánto iba a terminar Emilia Pérez, tendría que haberlo hecho forzosamente arriba de los 25 millones [más de un millón de dólares]. Hasta el momento Cónclave lleva acumulado 77,5 millones de pesos [casi 4 millones de dólares] y 916.000 espectadores, una película que se comenta, que gana premios y que, al ser México un país sumamente católico, resulta muy cercana y termina siendo muy premiada por el público”, dice Apanco.
Apanco explica que el daño a Emilia Pérez ya estaba hecho incluso antes de que salieran a la luz los tuits racistas y xenófobos de la protagonista Karla Sofía Gascón, a quien Netflix retiró su apoyo y, a pesar de que no asistió a casi ninguna de las ceremonias de premiación en las que estaba nominada, sí confirmó su presencia en la gala de los Oscar de este domingo. El especialista cree que los clips de video “completamente descontextualizados” que salieron a la luz; gifs y memes que se hicieron sobre la película, así como los comentarios en redes como X, TikTok e Instagram, tuvieron un impacto muy negativo.
A pesar de un intento de disculpas del director al público mexicano por el retrato que Emilia Pérez hizo del país y sus problemáticas, el daño ya estaba hecho. “Todo esto se generó antes del estreno en salas. Sí tuvo una repercusión en que la gente no quisiera ver la película. Hubo una especie de efecto para que la gente se sintiera mal si osara verla o que se atreviera a decir en redes que le había gustado. Entonces sí, sí hay una pequeña victoria simbólica de México hacia Emilia Pérez”, agrega Apanco.
Una respuesta orgánica y satírica
Emilia Pérez caló tanto en el sentir de muchos mexicanos, entre ellas la cineasta trans y creadora de contenidos Camila Aurora, que una respuesta no se hizo esperar en la forma de un cortometraje parodia titulado Johanne Sacreblu. “Con diferentes sesgos que tuvo, el poco tacto para hablar de la violencia, de los desaparecidos, sobre el narcotráfico y la comunidad trans, cuando Camila habla sobre este proyecto y de la manera en la que explica por qué está ofendida, pues ese discurso resonó en mí. Además, decidió llevarlo por el lado satírico. Fue ahí cuando dije ‘yo también comparto tu idea. Me gustaría aportar mi granito de arena a que esto se haga realidad”, cuenta Gladys L. Grantt, codirectora del corto.
Ambas no se conocían. Fue a través de la cuenta de TikTok de Camila que conectaron y decidieron llevar adelante este corto. Fue así que muchas personas se sumaron al proyecto, que se filmó en las calles de Ciudad de México con actores mexicanos que parodian un acento francés y que presentan todos los estereotipos de ese país. La producción se estrenó el 25 de enero y consiguió más de un millón de visitas, en apenas un fin de semana de estar disponible en Youtube y dos días después del estreno de Emilia Pérez en salas. A la fecha, acumula más de tres millones de reproducciones e incluso ha logrado un estreno limitado en algunas salas de cine.
“Como respuesta a Emilia Pérez, decimos con este cortometraje no voy a hablar de Francia y sus desgracias, sino que es como para que vean lo absurdo que es retratar un lugar o las personas que lo habitan sin saberlo o de una forma muy superficial”, explica Grantt.
Considera que los aplausos y las personas que mostraron su apoyo a Emilia Pérez vienen de un porcentaje mínimo que no entiende las problemáticas y que no viven más allá de sus privilegios.
“En Hollywood, al momento de ver Emilia Pérez, creyeron que había un discurso en el cual se pone a la luz las problemáticas de la comunidad trans, así como un abordaje diferente a la violencia en México. Se dieron ellos mismos una palmadita en la espalda y se dijeron ‘lo estás haciendo muy bien’, mientras el mundo se dio cuenta de lo transfóbica que es esta película y el poco tacto que tenía sobre la cultura mexicana”, precisa Grantt.
La aceptación de Johanne Sacreblu ha sido tan positiva que el cortometraje ha encontrado financiamiento e interés para convertirse en un largometraje que se estrenará próximamente. Camila, quien también escribió el guion, dio a conocer que casi la totalidad de la recaudación, tanto del corto como del largometraje, irá destinado a la Brigada Nacional de Búsqueda María Herrera.
Grantt no considera que esta respuesta en forma de sátira se trate de un tema de orgullo mexicano, sino más bien de unidad. “Lo que me encanta es como la comunidad mexicana se une ante un enemigo incómodo. Es muy gracioso y al mismo tiempo muy bonito. Es como si dijéramos, entre nosotros nos podemos molestar, pero si alguien de afuera nos quiere molestar ahí ya no. No siento que seamos orgullosos, sino simplemente no nos dejamos. Cuando los mexicanos se unen en una sola idea no hay fuerza humana que los pare”, sentencia.
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