CRÓNICAS. El Nuevo Primer Ministro de Canadá

CRÓNICAS. El Nuevo Primer Ministro de Canadá

Por: Lucía P. de García

Toronto.- Desde el viernes 14 de marzo 2025 Canadá tiene como vigésimocuarto Primer Ministro a Mark Joseph Carney. Nacido hace 60 años en Fort Smith, Territorios del Noroeste, de padres educadores, en familia se trasladaron a Edmonton cuando el progenitor fue nombrado profesor de Educación en la Universidad de Alberta. En la capital provincial los cuatro hijos crecieron, estudiaron y después se graduaron en la Universidad de Harvard. Allí Mark se tituló en economía. Obtuvo un posgrado más avanzado, el MPhil, en St. Peter´s College de Oxford, y un doctorado en filosofía en la Universidad de Oxford. En 1994 contrajo matrimonio con Diana Fox, tienen 4 hijas. Es activista a favor del medioambiente y la justicia social. También es buen deportista, participó en la Maratón de Ottawa en 2011 y en la Maratón de Londres en 2015; se ha distinguido como jugador de hockey sobre hielo, máximo deporte nacional.

El flamante Primer Ministro empezó su vida profesional en Goldman Sachs. En 2003 fue nombrado vicegobernador del Banco de Canadá. Luego viceministro adjunto principal del Ministerio de Finanzas. En 2007 regresó al Banco de Canadá como Gobernador, antes de que un mes más tarde se produjera la recesión por el desplome bancario mundial. Mientras el Banco Central Europeo decidió contrarrestar los nefastos efectos de aquel evento aumentando los tipos de interés, Carney hizo lo contrario, los rebajó al máximo en un “compromiso social” que incluía mejorar las condiciones de crédito, aplicar estímulos monetarios, mejorar la confianza de los mercados. En menos de dos años la revista Newsweek publicó “Canadá ha hecho más que sobrevivir a esta crisis financiera. El país está en una situación positivamente próspera. Los bancos canadienses están bien capitalizados y en una posición de ventaja con respecto a los bancos americanos y europeos”.

Es verdad. Canadá fue el primer país del G7 en recuperar sus niveles de producción y empleo, lo que le valió a Carney ser nombrado presidente del Consejo de Estabilidad Financiera del G20, entidad que coordina el trabajo de las autoridades reguladoras de la economía mundial. En 2013 hizo historia cuando sin ser británico fue nombrado Gobernador del Banco de Inglaterra. En 2016, antes del referéndum del Brexit, advirtió a Gran Bretaña que el abandono a la Unión Europea produciría una recesión, lo que efectivamente sucedió. 

La gran experiencia y el acertado manejo de las graves crisis económicas locales e internacionales han incidido para que Mark Carney, quien nunca ha desempeñado un cargo político, fuera nombrado primero líder del Partido Liberal y tras alcanzar el 86% de los votos fuera electo Primer Ministro de Canadá en un ambiente lleno de alegría, donde se despidió a Justin Trudeau con un homenaje sentido, ya que se considera a su renuncia del 5 de enero como una estrategia para irse dignamente, dejando un país unido ante las arremetidas de Trump y dando la oportunidad a su partido para que siga gobernando mediante otro destacado liberal. 

Sin ninguna duda ese es Mark Carney, a quien se le recibió con la certeza de que cumplirá las palabras que pronunció en el debate de febrero, cuando al referirse a la guerra comercial desatada por Donald Trump contra Canadá, su principal socio comercial, dijo: “Sé cómo gestionar las crisis… En una situación como ésta, necesitas experiencia en términos de gestión de crisis, necesitas habilidades de negociación”.

También se precisa saber sobre el enemigo. Y Carney lo conoció muy bien durante 2011-2018, al presidir el Consejo de Estabilidad Financiera del G20. Entonces Donald Trump ejercía su primer mandato, y asistía a las reuniones de la entidad mostrándose autoritario y arrogante, alguien que sólo respeta a quien ve como igual, con poder. 

Mark Carney ya está en el poder. Cuenta con el respaldo de una población indignada ante las pretenciones de Trump de apoderarse de la riqueza de nuestro país y convertirlo en el Estado 51 a fuerza de imponer aranceles del 25% al acero y aluminio canadienses, y amenazar con ampliarlos a todos los productos nacionales a partir del 2 de abril. Cuenta con esa población que en forma espontánea dejó de adquirir productos estadounidenses y canceló sus viajes a Estados Unidos. Esa población que unida apoyó las decisiones que tomaron los Premieres Provinciales y el ex Primer Ministro Justin Trudeau de defender a Canadá incluso dejando sin electricidad a los Estados del norte estadounidense. Esa población que en febrero se enorgulleció cuando el equipo de hockey masculino canadiense disputó el campeonato internacional 4 Nations Face-Off en el repleto estadio TD Garden de la estadounidense ciudad de Boston, y en “final de infarto” Canadá ganó 3-2 a Estados Unidos.

Demostrando ser un buen estratega y aprovechando la popularidad recuperada por el Partido Liberal, el domingo 23 Mark Carney acudió ante la Gobernadora General, Mary Simon, para solicitarle que disuelva el Parlamento y adelante las elecciones federales para el próximo 28 de abril. Ella accedió. Esto significa que si la ciudadanía le confirma en el cargo, como se piensa sucederá, Carney tendrá más confianza para tomar las cruciales decisiones que amerita esta guerra sin sentido iniciada por quien decide el destino de nuestro vecino país del sur. 

El tiempo sigue transcurriendo de brazo del pueblo canadiense, el cual, conforme al

pedido de Mark Joseph Carney al asumir como Primer Ministro, soporta con entereza

estos días difíciles “provocados por un país en el cual ya no podemos confiar”, y exalta su llamado patriótico “Canadá nunca formará parte de Estados Unidos, de ninguna

forma…tanto en el comercio, como en el hockey ¡Canadá ganará!”