Juez aprueba acuerdo de $500 millones en caso de manipulación y estafa en el precio del pan por parte de Loblaws

Juez aprueba acuerdo de $500 millones en caso de manipulación y estafa en el precio del pan por parte de Loblaws

• El juez calificó el acuerdo como excelente, justo y en el mejor interés de los miembros del grupo.

Algunos compradores podrían recibir pronto dinero en efectivo de la demanda colectiva que acusó a Loblaws y a su empresa matriz, George Weston, de participar en un plan para manipular el precio del pan en toda la industria, estafando al publico por varios años.

El juez del Tribunal Superior de Ontario, Ed Morgan, aprobó un acuerdo de $500 millones en el caso el 7 de mayo, afirmando que el dinero aportado por las empresas de comestibles fue “un resultado excelente y justo para todos los involucrados”.

“Es en el mejor interés de la clase en su conjunto”, declaró en una decisión escrita. “En mi opinión, se encuentra claramente dentro del ámbito de lo razonable”.

El acuerdo que aprobó incluye un total de $404 millones que deberán pagar Loblaws y George Weston. Los $96 millones restantes se contabilizan a través de un programa de tarjetas de regalo que Loblaws inició en 2018 y se mantuvo vigente hasta 2019 con la esperanza de compensar a los clientes que fueron estafados, pagando aproximadamente $1.50 más por cada barra de pan.

Una vez pagados los honorarios legales y otros gastos judiciales, el 78% de los fondos se asignará a los compradores de Ontario, y el resto a los de Quebec.

Los clientes que compraron pan entre enero de 2001 y diciembre de 2021 y no solicitaron previamente una tarjeta de regalo de Loblaws recibirán hasta $25.

Si aún queda dinero después de esa distribución, los fondos se dividirán entre quienes solicitaron la tarjeta de regalo.

La aprobación pone fin a un capítulo de la saga de fijación de precios.

La decisión de Morgan pone fin a un capítulo de una saga que ha lanzado acusaciones contra las principales cadenas de supermercados del país, como Metro, Sobeys, Walmart Canadá, Canada Bread y Giant Tiger.

Si bien estos actores han negado su participación en el esquema para aumentar el precio del pan desde 2001, Loblaws y George Weston declararon ante la Oficina de Competencia que formaron parte de la práctica en 2015. Su admisión no se hizo pública hasta 2017.

Luego ofrecieron una tarjeta de regalo de $25 para intentar compensar a los clientes, pero los compradores no se tranquilizaron y, en diciembre de 2019, se presentó una demanda colectiva en Quebec contra ellos y los demás supermercados. Un tribunal de Quebec escuchará los argumentos sobre si aceptar el acuerdo de Loblaws y George Weston el 16 de junio.

La demanda colectiva de Ontario fue presentada por Strosberg Wingfield Sasso LLP en diciembre de 2021, pero no alcanzó su acuerdo de $500 millones hasta el año pasado.

“Las partes no tienen que esforzarse mucho para convencerme de que el litigio ha sido muy reñido por todas las partes”, declaró el juez Morgan en su decisión.

Al ser solicitada su opinión sobre la aprobación del acuerdo, la portavoz de Loblaws, Catherine Thomas, señaló a The Canadian Press una declaración de 2024 que decía: “Nos disculpamos sinceramente” por nuestra participación en el acuerdo y “hemos tomado varias medidas desde entonces para garantizar que esto no vuelva a suceder”.

“Sabemos que tenemos más trabajo por hacer para recuperar la confianza de nuestros clientes y nos comprometemos a hacerlo”, decía el comunicado.

Un portavoz de George Weston no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

El acuerdo que presentaron resuelve todas las demandas nacionales por fijación de precios del pan que enfrentaron o podrían enfrentar e incluye garantías de que cooperarán con las demandas presentadas contra los supermercados restantes que no ofrecieron un acuerdo.

Pocas objeciones a la oferta de acuerdo
La oferta que presentaron Loblaws y George Weston obtuvo cuatro objeciones y 475 renuncias voluntarias, que, según el juez Morgan, “son Un número muy reducido considerando los más de 20 millones de miembros del grupo que se estima que forman parte de la demanda colectiva.

Ninguno de los que objetaron el acuerdo compareció ante el tribunal para explicar su punto de vista, pero una revisión de sus alegaciones escritas mostró que se oponían al acuerdo porque deseaban más dinero, afirmó Morgan.

“Ninguno de los objetores decidió hablar en la audiencia de la moción del acuerdo, pero una revisión de sus objeciones escritas indica que no tienen fundamentos de principio para oponerse al acuerdo, salvo que desean más dinero”, escribió Morgan.

“Si bien comprendo ese sentimiento, no estoy en posición de obligar a que se aumente el fondo del acuerdo, ni me inclino a rechazarlo basándome en un pequeño grupo de miembros del grupo que desearían más”.