CRÓNICAS: Mario Vargas Llosa

CRÓNICAS: Mario Vargas Llosa

Por: Lucía P. de García

Toronto.- Aunque el escritor peruano Mario Vargas Llosa falleció hace más de dos meses en Lima, nunca es tarde para evocar su aporte a las letras, de tal excelencia que su nombre integra la lista de los galardonados con el Premio Nobel de Literatura. 

Mario nació en Arequipa, Perú, el 28 de marzo de 1936, en el seno de una familia de clase media. Su madre, Dora Llosa Ureta, le crió sola, contándole que su padre, Ernesto Vargas Maldonado, operador de radio en una empresa de aviación, había muerto poco antes de que él naciera. Su abuelo materno llevó a toda la familia a Cochabamba, Bolivia, donde había sido contratado para administrar una hacienda algodonera en Saipina, Santa Cruz. Instalados abuelos, tíos y primas en una gran casona del centro histórico cochabambino, Mario creció besando y dando las buenas noches a la fotografía de su “papacito que está en el cielo”, según contaría. 

Estudió en el colegio La Salle rodeado de los mimos familiares y de tal dicha que llamó aquella época como “un Edén”. Éste terminó cuando su padre apareció luego de diez años, y se enteró que el traslado familiar obedecía a que su madre necesitaba alejarse de los chismes que suscitaba el abandono de su esposo antes de que su hijo naciera. El mismo día que llegó, su progenitor les llevó a Lima a su madre y a él. La convivencia fue terrible. Entre los 11 y 16 años se dedicó a leer para para evitar la presencia de su autoritario padre, quien precisamente para alejarlo de los libros le inscribió en el Colegio Militar Leoncio Prado. Ya graduado, Mario estudió Derecho y Literatura en la Universidad de San Marcos y empezó a trabajar en varios periódicos. 

La experiencia militar la plasmó en su primera novela “La ciudad y los perros”, que comenzó a escribirla en 1958 en Madrid, mientras con una beca hacía un doctorado de literatura. Le acompañó su tía materna Julia Urquide, divorciada y 11 años mayor que él, con quien se había casado secretamente a los 19 años. En 1961 terminó la novela en París, donde se habían radicado muy modestamente mientras laboraba como profesor de español. En 1963 la economía del hogar mejoró cuando su novela ganó el premio Biblioteca Breve de Seix Barral. Su fama contrastó con la indignación del Colegio Militar, consideraba que se lo había desprestigiado. 

En París siguió trabajando en la televisión francesa mientras su matrimonio entraba en crisis y escribía “La casa verde”, narración de lo que ocurre en un prostíbulo de Piura. La publicó en 1966, un año más tarde ganó el premio Rómulo Gallegos. En esa época empezó a contagiarse del ideal de la Revolución Cubana, que no sólo terminó con la dictadura de Batista, sino que cautivó a las jóvenes generaciones de América Latina. De allí nació el ensayo “La llamada de la tribu”. A Cuba viajó 2 veces como periodista. 

Mario escribió 20 novelas, 14 libros de ensayo, 10 obras de teatro, dos libros de crónicas, uno de cuentos, uno de memorias, innumerables libros de recopilaciones de sus columnas y otros textos. 

Entre ellos se destacan: El pez en el agua, autobiografía. La fiesta del Chivo, dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana. Conversación en La Catedral, dictadura de Odría. La guerra del fin del mundo, sublevación de los Canudos en el Brasil de 1897. Pantaleón y las visitadoras, sátira a un militar que organiza un prostíbulo en la selva. El hablador, alguien de un pueblo de la Amazonía que lucha por conservar su cultura. Lituma en los Andes, violencia terrorista en Perú durante los años 80. Travesuras de la niña mala, historia de amor. El sueño del celta, biografía de Roger Casement. El paraíso en la otra esquina, novela histórica. “La tía Julia y el escribidor” publicada en 1977, escándalo familiar que causó la boda con su tía. 

Rota la relación con Julia, en 1965 se casó con la sobrina de ésta, Patricia Llosa Urquide, quien también era su prima hermana; tuvieron tres hijos: Álvaro, Gonzalo y Morgana. En 1967 la pareja se mudó a Londres, donde Mario enseñó literatura en el Queen Mary´s College y colaboró con el Servicio Latinoamericano de la BBC. 

La renombrada agente literaria Carmen Balcells le sugirió ir a España para ayudarle a promover sus escritos. En Barcelona, la familia de Mario fue casi vecina de la familia de Gabriel García Márquez, quien en mayo de 1967 había publicado “Cien años de soledad” en Buenos Aires. La amistad entre los dos escritores peruano y colombiano, fue entrañable. Mario basó su tesis de doctorado en el famoso libro del Gabriel, titulándola “García Márquez, historia de un deicidio”. Lastimosamente la amistad terminó en 1976, cuando, estando en México en una reunión social, Mario propinó un puñetazo a Gabriel. Nunca se supo el motivo, pero el golpe repercutió en el “realismo mágico” que creó Gabriel y en el Boom literario de los escritores latinoamericanos. 

A los 50 años de casados, Patricia y Mario se divorciaron. En tercer matrimonio para  él, se casó con Isabel Presley, ex esposa de Julio Iglesias y de Miguel Boyer; la unión de la pareja duró 8 años. De vuelta a Perú recuperó los lazos con sus hijos y Patricia. 

Juntos evocaron su polémica incursión política. De revolucionario fidelista pasó al neoliberalismo y a la ultraderecha. En 1990 se candidatizó a la presidencia de Perú por Frente Democrático; perdió en segunda vuelta con Alberto Fujimori, quien le amenazó con quitarle la ciudadanía por criticar su gobierno. Por esa razón Mario adoptó la ciudadanía española, no sin antes reafirmar que Perú estaba “en sus entrañas”. Luego apoyó a Alejandro Toledo; criticó a Ollanta Humala; votó por Alan García. Atacó a Keiko Fujimori; respaldó a Pedro Castillo; apoyó a Pedro Pablo Kuczynski. Juntos recordaron su elección como docente de la Academia Peruana de la Lengua Mario Vargas Llosa. Como académico en la Academia Francesa de la Lengua y de la Real Academia Española de la Lengua. La entrega del Premio Príncipe de Asturias de las Letras; el Premio Planeta; el Premio Cervantes; el Premio Nobel de Literatura 2010. 

Poco antes de partir a la eternidad el 13 de abril 2025, mes que festeja el idioma español, Mario Vargas Llosa legó 4.600 libros a Cochabamba; así reciprocó la inmensa felicidad que le brindó “el Edén”.