Algunas supermercados continúan engañando al consumidor con productos que no son canadienses
Algunas supermercados continúan engañando al consumidor con productos que no son canadienses

- Tras las tensiones comerciales con Estados Unidos, muchos compradores se están esforzando cada vez más por comprar productos canadienses y a la larga nos mienten
Sin embargo, algunos grandes supermercados continúan engañando al consumidor y han afirmado que muchos de los productos son canadienses cuando no lo son.
Dave, quien se describe como un comprador secreto de Toronto, envió a la estación CTV News varios ejemplos de productos que parecen provenir de Canadá, pero que, al examinarlos con más detenimiento, el empaque indica que son importados de otros países.
Dave, quien pidió que solo se usara su nombre de pila, dijo: “Vimos que una bolsa de cebollas estaba mal etiquetada y las habichuelas también”.
Las fotos proporcionadas a CTV News muestran habichuelas a la venta con un letrero que dice “Producto de Canadá”, pero al examinarlas con más detenimiento, el empaque indica “Producto de Guatemala”.
Otra foto que proporcionó muestra una bolsa de cebollas rojas etiquetada como producto de Canadá. Sin embargo, un análisis más detallado del envase revela que se trata de un producto egipcio.
Tras las nuevas y reiteradas denuncias, un bufete de abogados de Montreal ha interpuesto una demanda colectiva contra importantes cadenas de supermercados, como Provigo, Sobey’s, Metro y Walmart.
“Esto constituye, en realidad, una falsa representación y publicidad engañosa”, declaró Joey Zukran, abogado de LPC Avocats.
El bufete y Michael Vathilakis, de Renno & Vathilakis, representan a los miembros de la demanda colectiva.
Zukran afirma que los supermercados han continuado utilizando publicidad engañosa para aprovecharse de los consumidores que desean apoyar los productos canadienses.
“La única conclusión es que se hace para obtener beneficios y aprovecharse de los consumidores vulnerables que se encuentran en desventaja frente al supermercado”, declaró Zukran.
Con toda la información y evidencia recolectada, la demanda colectiva también exige una indemnización para los clientes.
Sylvain Charlebois, profesor de alimentación de la Universidad de Dalhousie, afirma que el engaño se ha estado produciendo desde que comenzaron las tensiones con Estados Unidos, y que los supermercados han incluido la hoja de arce o las etiquetas “Hecho en Canadá” como parte de la tendencia de comprar productos canadienses.
“Hemos visto muchos casos en los que la hoja de arce se ha utilizado para, además, inflar los precios y muchos productos han sido etiquetados incorrectamente, lo que resulta bastante engañoso y deshonesto para el público”, afirmó Charlebois.
Afirma que muchos consumidores ahora prestan más atención a los productos que compran y revisan las etiquetas cuidadosamente.
Charlebois explicó que, a medida que suben los precios, la gente presta más atención a la procedencia de los productos y cada vez más personas detectan engaños, incluyendo uno tan absurdo, cuando un comprador vio un cartel que etiquetaba las naranjas como producto canadiense.
“Eso es claramente una enorme mentira porque, obviamente, no cultivamos naranjas en Canadá”, concluyó Charlebois.
Si bien se podría perdonar a una que otra tienda por la confusión en el etiquetado a principios de este año, ya que estaban realizando ajustes, Charlebois afirma que, a estas alturas, el etiquetado mentoroso debería considerarse inaceptable.
“En febrero y marzo de este año, la gente estaba dispuesta a aceptar algunos de estos “errores”, pero ya estamos en septiembre y hay cero tolerancia”, declaró Charlebois.
El comprador misterioso Dave afirmó que planea seguir buscando errores en las etiquetas negañosas porque quiere, al igual que muchos otros, apoyar a los productores canadienses.
“Personalmente, queremos apoyar a estos agricultores locales; quiero asegurarme de que el producto que recibo proviene realmente de Canadá”, declaró Dave.
La demanda colectiva se ha presentado, pero aún no ha sido autorizada por los tribunales.
Los consumidores pueden presentar una queja ante la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos, y los comercios que engañan a los clientes y eventualmente podrían enfrentarse a multas de hasta 15.000 dólares por infracción.

Comments (0)