Las mascotas saben qué hacer para ayudar a salvar vidas

Las mascotas saben qué hacer para ayudar a salvar vidas

Pitu, el protagonista de esta historia. Foto: G. E.

Durante el largo tiempo que llevo trabajando con las mascotas ellas nunca dejan de impresionarme, y el desafío diario de poder entenderme mejor con ellas creo que es para mí el mejor aliciente para seguir en esta búsqueda de respuestas de lo que quieren decir, estudiar el comportamiento es algo bastante difícil, más aun si lo haces con seres que no pueden utilizar el lenguaje hablado para expresar lo que sienten, pero de lo que sí estoy seguro es de que son lo bastante inteligentes y cada vez lo demuestran más ya que cuando quieren expresarnos algo no cesan en buscar la fórmula de comunicarse con nosotros.

La historia que les voy a relatar sucede el año que recién culmina, y además siento una relación muy directa con el personaje principal de ella ya que, si bien no he tenido el placer de acariciarlo, el ayudar a su ama, para quitarle algunos miedos que mi amigo sentía me unieron mucho a él y su linda familia.

Después de vivir largo tiempo nuestro amigo en la ciudad de Málaga, su ama decide trasladarse a la casa de sus padres en Cádiz. La mayor preocupación de ella era en principio saber si se adaptaría o no su amigo a este cambio, mas sabiendo que por circunstancias del destino éste estuvo expuesto a una situación bastante difícil que hizo que su carácter cambiara y se volviera bastante asustadizo, su ama, una excelente mamá, cuida de él y poco a poco pierde sus miedos recuperándose y haciendo su vida normal. Al parecer este cambio de ambiente ha ayudado mucho a mi amigo Pitu. Pero igual el tener que llevar a su amigo a casa de sus padres que no tenían mascota y no estaban muy convencidos de tener un amigo de cuatro patitas en casa hacia que Maleni lo pensará bastante y siempre estaba muy atenta a todos los movimientos de Pitu para que este no incomodará a sus padres.

Fue así como hace algunos días recibí este correo electrónico que transcribiré tal como me llegó a ustedes para que se enteren de esta linda historia:

Profesor, hola, Pitu está de maravilla, cada día me sorprendo mas con él. Mis padres están enfermos y el otro día la salud de mi padre, que está mal del corazón, no era buena. Ya por suerte los males pasaron aunque sus achaques siguen. Bueno, le cuento que el otro día era de noche y dormíamos todos, entonces él se fue al lugar donde dormía mi madre y empezó a lamerla, ella se despertó y le dijo que la dejara que no era hora de jugar. Al darse cuenta de que mi madre no reaccionaba, vino adonde mí y empezó hacer lo mismo. Como yo vi que su comportamiento no era el habitual me levanté y lo seguí al dormitorio de mi padre, el cual estaba mal, intentando gritar pero dormido. Hice algunos esfuerzos para tratar de despertarlo pero no reaccionaba. Pitu estaba junto a mí y, muy atento a mis reacciones, al ver que mis intentos no daban frutos este corrió hacia la habitación donde dormía mi madre y empezó a ladrarle. Ella le decía que se callara, a lo cual él ni caso le hacía haciendo cada vez más ruido, lo que ayudo a que mi padre despertara. Al abrir sus ojos lo primero que me dijo fue “gracias por traer a Pitu a casa”. Sentía que se estaba ahogando y que nadie lo ayudaba, me veía a mí y al perro pero no podía reaccionar hasta que los ladridos de mi amigo hicieron que regresara, ahora ellos están tan orgulloso de mi Pitu que se lo cuentan a todo el mundo y entienden ahora mis palabras cuando les decía lo importante y lindo que es tener una mascota junto a nosotros, y tratarlo como yo lo hago como uno más de la familia, sin ser sólo locuras mías.

Mi padre hoy comenta con sus vecinos que no se sabe lo que es tener un perro hasta que no se vive con él. Mi madre y yo le damos todos los días las gracias a él y bendigo el día que llegaste a mi vida. Ver ahora cómo siempre mi amigo está pendiente de los viejos que están un poco malitos pero los acompaña, los divierte y les da vida, me emociona. Mi amigo juega diariamente con mi padre, éste lo acaricia, se divierte y hace que se olvide de que está enfermo.

Por último, Profesor, le contaré que todos los vecinos del edificio, conocieron la historia y lo invitan a todas las casas, es el preferido, se pasea y entra a cada una de ellas, recibiendo y entregándoles afecto, y cuando saben que tengo que salir con mis padres para llevarlos al médico todos se ofrecen y quieren quedarse con él. Perdone si me extendí en el relato pero sé que usted que ama tanto a nuestras mascotas y nos ayuda con sus consejos sabrá entender lo feliz y orgullosa que me siento de mi Pitu.

Saber de historias como estas, me colman de alegría. El que cada día que pase más personas queramos y entendamos a nuestras mascotas, son para quien se ha dedicado una vida a estar con ellas un aliciente muy importante para seguir ayudando a las personas para que sus mascotas sean felices. Gracias Maleni y Pitu por esta linda enseñanza para todos.