La calificación de la deuda griega se hunde más aún
La calificación de la deuda griega se hunde más aún

Ciudadanos griegos protestan en la plaza Sintagma de Atenas (Grecia) por 19º día consecutivo, para protestar contra el paquete de medidas de austeridad aprobado por el Ejecutivo, que ha llevado a los sindicatos mayoritarios a convocar una nueva huelga general de 24 horas, la tercera de este año, para el próximo 15 de junio. Foto: Alexandros Beltes / EFE
Atenas/Bruselas, 13 jun.- La agencia de medición de riesgos Standard & Poor’s (S&P) ha vuelto a rebajar la calificación de la deuda soberana de Grecia, de “B” a “CCC”, es decir, en tres peldaños, con perspectiva negativa, y la ha hundido así aún más en la categoría de bono basura.
La nota reducida este lunes en tres escalones, hasta “CCC”, califica el crédito a largo plazo de la deuda soberana y la deja tan sólo a dos escalones por encima del “impago”.
En un comunicado, la agencia señala que esta rebaja “refleja nuestra opinión de que hay una probabilidad significativamente alta de uno o varios impagos, tal y como están definidos por nuestros criterios de pago en tiempo y formal, relacionados con los esfuerzos de los donantes oficiales de crédito de cerrar una emergente brecha de financiación en Grecia”.
Asimismo, tiene en cuenta los crecientes riesgos asociados a la aplicación del programa de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un entorno político cada vez más complicado en Grecia, unido a sus graves dificultades económicas.
Según la agencia, el acceso de Grecia a los mercados financieros a partir de 2012, tal y como se aspira en el programa oficial de la UE y el FMI, “es improbable que se materialice”.
“Esta falta de acceso, en nuestra opinión, crea una brecha” de financiación, destaca la nota, y recuerda que el país heleno debe contar con 95.000 millones de euros para los pagos de la deuda que vencen a fines de 2013, y con otros 58.000 millones con vencimiento en 2014.
Aunque espera que Atenas obtenga ayuda adicional de sus socios de la zona euro, S&P cree “que algunos donantes de crédito oficiales considerarán necesaria la reestructuración de la deuda comercial como condición para una financiación adicional”.
“En nuestra opinión, la sostenida recesión en Grecia (con el desempleo creciendo hasta el 16,2 % en marzo pasado, desde el 11,6 % en marzo de 2010) explica en parte que los logros presupuestarios hayan sido más débiles de lo planeado este año.”
Por otro lado, la agencia alertó de que la rebaja de este lunes de la deuda soberana helena puede tener “un impacto negativo” en la credibilidad de los bancos griegos National Bank of Greece S.A. (y su subsidiaria United Bulgarian Bank A.D.), EFG Eurobank Ergasias S.A., Alpha Bank A.E. y Piraeus Bank S.A.
La Eurozona busca una salida
Mientras, los ministros de Finanzas de la zona euro celebrarán este martes una reunión extraordinaria en Bruselas en la que tratarán de consensuar una solución para la crisis griega, según confirmaron distintas fuentes europeas.
El encuentro, que no estaba previsto, ha sido organizado aprovechando una cena de trabajo que van a mantener los titulares de Finanzas de toda la Unión Europea (UE) para discutir sobre la reforma de la disciplina fiscal mañana por la noche.
El Eurogrupo discutirá en Bruselas de las “posibles vías para avanzar sobre Grecia”, explicó una de las fuentes europeas consultadas.
Actualmente, la UE discute la posibilidad de otorgar un segundo paquete de ayuda a Grecia, que podría ascender a 90.000 millones de euros, para cubrir las necesidades de financiación del país hasta 2014.
Fuentes citadas por la prensa aseguran que un tercio de esta segunda ayuda será facilitado por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), una tercera parte provendrá del programa de privatizaciones heleno y el resto corresponderá a los acreedores privados de Grecia, punto que constituye el mayor foco de desencuentros.
Alemania defiende una prórroga de siete años en los vencimientos de los bonos griegos, opción que es vista con reticencia por el Banco Central Europeo, uno de los principales acreedores de Grecia y contrario a cualquier contribución privada que pueda ser interpretada como una reestructuración de la deuda “de facto” por los actores del mercado.
La Comisión Europea reconoció la semana pasada que examina distintas opciones para esquivar el desprestigio y las consecuencias que supondría una reestructruración al uso para Grecia.
Concretamente, la Comisión apuesta por algún tipo de “reestructuración suave”, que consistiría en lograr que los bancos se comprometieran de manera voluntaria a suscribir deuda nueva del país a medida que venzan los plazos de la que tienen en cartera, aunque asegura que no hay ninguna decisión tomada al respecto.
Tras la reunión del Eurogrupo para debatir sobre la crisis griega, los ministros de los países de fuera de la zona euro se unirán al encuentro para discutir los progresos en la tramitación de la reforma de la disciplina fiscal común, con objeto de llegar a un acuerdo definitivo con el Parlamento Europeo antes del receso vacacional.
Esta cena de trabajo fue convocada hace tiempo por la presidencia de turno de la UE, que este semestre ostenta Hungría, para tratar de los progresos de las negociaciones con la Eurocámara sobre esta reforma, que pretende endurecer la disciplina fiscal y aumentar la vigilancia sobre las políticas económicas de los países europeos para prevenir crisis como la de Grecia
Concretamente, los eurodiputados pretenden endurecer los seis textos legislativos sobre la mesa para fortalecer aún más el nuevo sistema de sanciones para los países con déficit y problemas económicos excesivos, así como hacerlo más automático y menos dependiente del consenso de los estados miembros. EFE