Las mascotas miran y ven
Las mascotas miran y ven
Muchas veces realizamos alguna actividad rutinaria sin apreciar el entorno que nos rodea, y si no es porque otra persona nos hace darnos cuenta de la situación pasamos muchas veces sin ver algunas cosas o escuchar ruidos tan naturales como el cantar de nuestras aves. Parece que nuestras mentes se concentran de tal manera en nuestros pensamientos que no nos permiten ‘computar’ todo lo que sucede a nuestro alrededor. Cuando pregunto a los dueños de las mascotas qué sonidos emiten los pájaros que viven en su entorno cada mañana, o cuántos animales merodean por su casa durante el día, normalmente responden: “No sé, no he prestado atención a eso”. Y es que existe una diferencia abismal entre nuestra manera de comunicarnos y la de nuestros amigos.
Como para nosotros la comunicación depende principalmente del lenguaje hablado –muy pocas veces utilizamos cualquier otro sentido–, nos resulta extraño de entender otra forma de comunicación, pero existe una que resulta ser bastante más efectiva, que no depende sólo de la inflexión de la voz sino que aflora del fondo de nuestros sentimientos y se manifiesta en cada movimiento de nuestro cuerpo frente a determinada circunstancia.
En una serie que se emite actualmente en televisión, el protagonista interpreta los movimientos que realiza cada uno de sus personajes observando detenidamente para comprobar si verdaderamente lo que está diciendo esa persona es la verdad o no tiene que ver con lo que está pensando. Parece que quien tuvo la idea de crear esa serie conoce realmente el lenguaje de los animales.
Nuestra voz no es determinante en su lenguaje. Si bien la inflexión de la misma puede ayudarles, lo más importante para ellos tiene relación con nuestro lenguaje corporal, nuestros sentimientos afloran como un discurso por nuestro cuerpo, ellos lo detectan, huelen nuestros diferentes aromas e interpretan de manera clara y transparente qué nos está sucediendo, por eso muchos dueños de mascotas me comentan que no saben cómo y por qué sus amigos actúan de tal o cual manera frente a determinados sucesos.
A modo de ejemplo, una amiga me contó la otra noche cómo actuó su perrita frente al hecho de ver que su ama sostenía una discusión bastante dura con uno de sus hijos. En un determinado momento se vio interrumpida por una llamada telefónica que obligó al muchacho tener que levantarse para acudir a contestar. De manera inmediata y sin mediar gesto alguno, al ver su perrita que el hijo dejó su puesto en el sillón, ésta se subió de inmediato al sofá, le coloco la cabeza en las piernas a su ama y cuando el hijo volvió a su puesto le mostró los dientes y le gruñó, cosa que jamás hizo antes, como queriéndole demostrar que ella no aceptaría por ninguna razón que se le agrediera, pues su misión era protegerla.
Sucesos como este se repiten a diario y muchas veces se me consulta si sus perros defenderán a sus amos al sentir que peligra su integridad física o si se les debe enseñar para que les protejan. les aclaro que en realidad no necesitan una enseñanza específica para tal situación ya que su instinto hará que busquen la manera de enfrentar esa situación, puede ser agrediendo al atacante, ladrando de manera descontrolada para avisar o intentar persuadirlo o de alguna otra manera. Normalmente, nunca se quedarán impávidos.
Ven todo a su alrededor permanentemente, no existe para ellos ningún objeto que pase desapercibido y reconocen su forma y olor, por eso cuando traemos algo nuevo a casa son los primeros en investigarlo, los ruidos por normales que estos sean tampoco les serán indiferentes (y hasta que no sepan qué significan no pararán) y, lo más importante, aunque lleven muchos años con nosotros, estudiar y comprender cada uno de nuestros movimientos será para ellos una búsqueda constante de comunicación.
Si quieres comunicarte con tu mascota satisfactoriamente debes entender que para ellos el lenguaje corporal constituye la base de su comunicación, si por ejemplo al ordenarle que se siente levantas la mano tendrás que hacer siempre ese gesto, pues ellos obedecen y entienden más rápido tus movimientos que tu voz. Por tanto preocúpate de ver y memorizar qué haces para pedirle tal o cual cosa y repítesela siempre de la misma manera, con ello estarás estableciendo un idioma común con tu mascota, claro y preciso para ambos.
La falta de comunicación es un problema recurrente entre los seres humanos y generalmente es la causa de muchos problemas, no hagas lo mismo con tu amigo, busca la forma de poder entenderte con él para lograr una feliz convivencia.