‘Sarah’s Key’, ‘Año bisiesto’, ‘Senna’, ‘Terri’
‘Sarah’s Key’, ‘Año bisiesto’, ‘Senna’, ‘Terri’
Sarah’s Key (Elle s’appelait Sarah)
Francia, 2010
Un film de Gilles Paquet-Brenner
Uno de los episodios acontecidos durante el holocausto es revivido en ELLE S’APPELAIT SARAH de Gilles Paquet-Brenner; tomando como referencia la novela de Tatiana de Rosnay y adaptada para el cine por el realizador juntamente con Serge Joncour, esta película está meticulosamente estructurada presentando dos historias paralelas donde dos mujeres viviendo en épocas diferentes llegan a vincularse a través del tiempo.
En la primera escena del film que transcurre en julio de 1942 se contempla a Sarah Starzynkski (Melusine Mayance), una niña judía de 11 años, jugando alegremente con su hermano menor de 4 años en el departamento que ocupa con sus padres; el juego es bruscamente interrumpido cuando la policía francesa arriba bruscamente al departamento y procede a arrestar a la familia tomándolos cautivos como parte de la redada que tuvo lugar en esa fecha; para tratar de salvar a su hermanito, instantes antes de la captura lo encierra en un armario guardando la llave consigo. Al ser trasladados al velódromo de invierno parisino como lugar temporario, antes de su deportación a los campos de concentración de Auschwitz, Sarah logra escapar del lugar y tras algunas peripecias que acontecen se dirige a la casa en que habitaba para rescatar a su hermano. Lo acontecido con el niño deja en Sarah huellas muy profundas que habrán de marcarla para el resto de su vida.
Simultáneamente, el relato se traslada a 2009 presentando a Julia Jarmond (Kristin Scott Thomas), una periodista americana viviendo actualmente en París y que trabaja para una revista anglófona. Su relación con la suerte corrida por Sarah se producirá debido a la concurrencia de dos hechos: por un lado, la revista para la que trabaja le encomienda preparar un artículo sobre la deplorable redada acontecida en Francia durante el régimen de Vichy; por el otro, quiere la casualidad que su marido (Fréderic Pierrot) herede un departamento que es el mismo que había ocupado la familia de Sarah
Como en la novela, el relato alterna entre estas dos historias, apreciando el modo en que Julia, a medida que prosigue su tarea detectivesca, cobra conciencia de que el derrotero de Sarah tiene vinculación con su propia vida, obligándola a revaluar su propia existencia y el rumbo futuro que habrá de adoptar.
Si hay alguna observación que merezca este film es que el guión introduce ciertas coincidencias discutibles para que el pasado y presente puedan quedar bien engarzados. Sin embargo la narración que Paquet Grenier efectúa es admirable logrando que la emoción fluya sin desbordes sentimentales; de este modo, el relato conmueve y cala hondamente en el ánimo del espectador tanto por el testimonio casi documental de un hecho que por largo tiempo permaneció oculto en la historia de Francia, como así también por la atracción que despiertan los diferentes personajes del relato con especial referencia al de Sarah y Julia. En tal sentido, uno de los méritos de este film se debe a la notable composición que la versátil y bilingüe artista Scott Thomas brinda de su Julia así como la revelación de la niña Mayance en una natural y convincente composición de Sarah. En papeles secundarios cabe destacar las buenas interpretaciones de Niels Arestrup, Aidan Quinn, Charlotte Poutrel, Dominique Frot, Frederic Pierrot y George Birt.
De lo que antecede queda como saldo un film sencillo, profundamente conmovedor y sobre todo aleccionador para rememorar un triste capítulo que avergonzó a Francia y que en este caso no es atribuido a los nazis sino a las autoridades de Francia de aquel momento.
Año bisiesto
México, 2010
Un film escrito y dirigido por Michael Rowe
Michael Rowe, director de origen australiano afincado en México, aborda con este film el tema de la soledad urbana a través de la vida de una problemática mujer tratando de llenar su vacío existencial.
La trama enfoca a Laura (Mónica del Carmen) de 25 años de edad, una periodista que trabaja desde su casa para una revista financiera y que ve transcurrir sus días con máxima monotonía. Confinada en el pequeño departamento en que habita, su rutina es solamente alterada con llamados telefónicos que realiza a su madre, la visita ocasional de su hermano y las relaciones sexuales desprovistas de emoción que mantiene diariamente con hombres desconocidos. Todo sigue su curso normal hasta que un día se topa con Arturo (Gustavo Sánchez Parra), un hombre con quien llega a mantener relaciones perversas de carácter sadomasoquista hasta llegar a niveles extremos de violencia sexual.
Con el material que antecede, Rowe ofrece una historia sin complacencia alguna en el marco claustrofóbico de un solo escenario, sin que exista emoción alguna que trascienda de su personaje principal. Las continuadas relaciones íntimas de Laura y las características que finalmente va adquiriendo ese ejercicio amoroso, permiten deducir que el goce sexual experimentado por la traumatizada chica es el antídoto que le permite sentirse menos aislada, tratando de superar la depresión interna y el hastío que la acosa. Todo el desenfreno sexual exhibido produce una sensación poco placentera donde el crudo relato descripto no ofrece nada a cambio en términos de redención del personaje central; además, resulta prácticamente inextricable la personalidad de Laura y más aún la de Arturo, otro personaje difícil de discernir.
Dadas las características descriptas, este relato seco, austero, duro, minimalista y de ritmo monótono constituye una experiencia considerablemente fuerte que únicamente será apreciada por un público cinéfilo muy restrictivo.
Senna
Gran Bretaña, 2011
Un film de Asif Kapadia
En este muy buen documental, el director Asif Kapadia retrata a Ayrton Senna, considerado como el mejor automovilista de Formula 1 de la era moderna a quien el destino le impuso un triste final a los 34 años de edad.
Lo que distingue a este film de otros documentales del género es la forma en que el director se desempeña para narrar los hechos más esenciales del prestigioso piloto. Utilizando un muy buen material de archivo facilitado por Bernie Ecclestone -presidente y director ejecutivo de Fórmula 1- y entrevistas realizadas fuera de pantalla –incluyendo las de su madre y hermana, Kapadia logra un documental visualmente atractivo y con un ritmo de extraordinaria fluidez, comparable al dinamismo que animó al carismático y encantador deportista.
En base a un articulado guión de Manish Pandey, el público se impone de la firmeza y determinación de carácter de Senna durante su corta existencia. Así, desde temprana edad – y ayudado económicamente por un padre de buena situación económica, pudo orientar su vocación a su gran pasión por el automovilismo, demostrando sus condiciones de extraordinario piloto en el circuito de Mónaco de 1984 donde llega en segundo lugar impresionando al mundo deportivo hasta convertirse por tres veces campeón mundial (1988, 1990 y 1991) de Fórmula 1. El relato se centraliza en destacar la gran rivalidad mantenida con el corredor Alain Prost que duró durante 10 años y que prácticamente marcó toda su carrera, así como algunas de las políticas internas de lo que acontecía detrás de la escena de Fórmula 1 donde su entonces presidente Jean-Marie Balestre mantuvo un favoritismo privilegiado con Prost en detrimento de Senna. Lamentablemente la gloria del joven piloto llegaría a su fin cuando el 30 de abril de 1994 sufre un accidente mortal en ocasión de participar en el Premio de San Marino, falleciendo al día siguiente.
Aunque no cabe duda del singular afecto que Kapadia guarda por esta emblemática figura, logra mantener objetividad en lo que ilustra a la vez que dota a su relato de una auténtica emoción y logrado suspenso, no comunes de observar en documentales de este género. Puede que para algunos aficionados el film no les ofrezca mucho de nuevo, sin embargo habrán de apreciar el notable montaje realizado por el realizador para concretar un documento de calidad inusual. Para el público que no tenga inclinación hacia este deporte, esta película les permitirá conocer no sólo las proezas del eximio deportista sino a una personalidad que llegó a trascender también por su espiritualidad y su profunda fe religiosa que lo llevaba a manifestar que Dios era su copiloto. A más de 15 años de su desaparición esta figura mítica sigue permanente en la memoria de los brasileños y es considerado un héroe nacional.
Terri
Estados Unidos, 2011
Un film de Azazel Jacobs.
Una película bien hecha describiendo a una personalidad excéntrica es lo que se aprecia en el film TERRI de Azazel Jacobs.
La acción transcurre en un pueblo medianamente rural del interior de los Estados Unidos donde Terri (Jacob Wysocki), un adolescente de 15 años, obeso y de desaliñada presencia, vive con un tío (Creed Bratton) que se encuentra en un estado de temprana demencia senil. Terri utiliza como ropa de vestir el pijama con el que duerme y es así que concurre a la escuela local lo que unido a su naturaleza amorfa e indiferente a todo lo que le rodea, lo convierte en un personaje fácil de ridiculizar por parte de los otros alumnos. Dentro de ese contexto, Fitzgerald (John C. Relly), el director adjunto del establecimiento, le brinda un tratamiento afectivo tratando de ayudarlo a vencer su carácter introvertido y lograr que pueda desarrollar una personalidad socialmente más atractiva. Otros dos inadaptados sociales que también asisten a su escuela constituyen las únicas relaciones de Terri; ése es el caso de Chad (Bridger Zadina), un solitario rebelde, y de Heather (Olivia Crocicchia), una chica precozmente sexual (Olivia Crocicchia).
No es mucho lo que sucede en el film en términos de acción o de situaciones dramáticas. El guión de Patrick de Witt se centra más en la buena descripción de caracteres que en el desarrollo de una historia convencional con un foco definido. Aquí no se está frente al típico caso de un adolescente en proceso de madurez, sino de un joven que adoptó un modo de vida de marginación social por razones que el film no revela; así, no se sabe quienes han sido o son los padres de Terri ni tampoco si su tío lo es realmente. Otro hecho intrigante es la conducta condescendiente de Fitzgerald hacia Terri que es sustancialmente diferente a los métodos que utiliza con los restantes alumnos; únicamente, hacia el final hay una escena que parece sugerir que Fitzgerald haya vislumbrado que las inseguridades del muchacho no son muy diferentes de las que él mismo experimenta en su vida personal.
Dentro del conjunto de pequeñas situaciones de una trama casi inexistente, el relato transcurre sin que se susciten mayores emociones, con excepción de la escena final donde queda ratificado el genuino lazo que une a Terri con Fitzgerald. Dicho lo que antecede, lo más destacable del film es la magnífica interpretación central de Wysocki quien caracterizando a un personaje apático y no fácil de simpatizar ofrece una espontánea frescura que capta la atención del público que lo contempla.