La OCDE constata la desaceleración de la economía
La OCDE constata la desaceleración de la economía
Agencias. París.- El índice compuesto de indicadores líderes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) correspondiente al mes de agosto continúa reflejando un mes más una “desaceleración” de la actividad económica en la mayoría de los países de la OCDE y de las principales economías del mundo.
La OCDE señala que el indicador, diseñado para anticipar los puntos de inflexión de la tendencia de la actividad económica, descendió en el mes de agosto 0,5 puntos en comparación con el mes anterior, cuando registró una caída idéntica, lo que supone su quinto descenso mensual consecutivo.
Los indicadores de Estados Unidos (101,5 puntos en agosto frente a los 102,1 puntos del mes anterior), Alemania (100,5 puntos frente a 101,8 puntos) y Rusia (102,5 puntos frente a 102,8 puntos) apuntan “con más fuerza” a una desaceleración de la actividad económica que en el mes anterior, pero el indicador aún sigue por encima de 100 puntos, lo que indica que la actividad sigue por encima de su tendencia a largo plazo.
En el caso del resto de las principales economías del mundo, sin embargo, sus índices, que están ya por debajo de los 100 puntos, apuntan “con más fuerza” a una desaceleración de la actividad económica por debajo de su tendencia a largo plazo.
En concreto, el indicador de Canadá pasó desde los 100 puntos a los 99,4 puntos, el de Francia desde los 100 puntos a los 99,1 puntos, el de Italia desde los 99 puntos a los 97,9 puntos y el del Reino Unido desde los 100,4 puntos a los 99,7 puntos.
En esta misma línea, la organización también constata un escenario idéntico en otras de las economías más fuertes del mundo como Brasil (94,8 puntos frente a 95,9 puntos), China (99,8 puntos frente a 100 puntos) e India (95,1 puntos frente a 95,8 puntos).
En el caso de la economía japonesa, cuyo indicador baja desde los 102,6 puntos hasta los 102,5 puntos, el dato de agosto continúa indicando un potencial punto de inflexión en la actividad económica, pero añade que no existen signos fuertes de una ralentización.
En el caso de España, el indicador compuesto se situó en agosto en 100,7 enteros, frente a los 100,8 puntos básicos de julio. De esta manera, se sitúa ligeramente por debajo de la media de 100,8 puntos del conjunto de los países de la OCDE, pero se mantiene por encima del indicador de la eurozona, que desciende nueve décimas, hasta los 99,8 puntos.
Por otra parte, el producto interior bruto (PIB) de la OCDE creció un 0,3 por ciento en el segundo trimestre, al mismo ritmo que en los tres primeros meses del año, pese a que el empuje del consumo privado cayó a su nivel más bajo en doce meses.
La OCDE informó de que el consumo en el conjunto de sus miembros contribuyó con una décima a la subida del PIB entre abril y junio, frente a las dos décimas del trimestre anterior, y a las tres del mismo periodo del año anterior.
La inversión fija bruta fue el principal contribuyente, sumando dos décimas al crecimiento general, mientras que las exportaciones tuvieron un impacto negativo de una décima, y la variación de existencias de las empresas no aportó nada frente a la décima con la que contribuyó entre los pasados enero y marzo.
De los grandes Estados de la OCDE, los únicos dos países que registraron un incremento fueron Estados Unidos, que pasó del 0,1 al 0,3 por ciento, e Italia, cuyo PIB experimentó un alza de una décima entre abril y junio, hasta el 0,3 por ciento.
En Francia, Alemania y Gran Bretaña, según esa organización, la ralentización en el consumo privado restó cuatro décimas al crecimiento del PIB. En Francia ese porcentaje fue compensado por la contribución de las exportaciones y de la inversión, mientras que en los otros dos países se mitigó con la aportación de la variación de existencias, el consumo público y la inversión. Así, en Francia se pasó de un crecimiento del 0,9 por ciento a uno del 0 por ciento en el segundo trimestre, mientras que Alemania bajó del 1,3 por ciento al 0,1 por ciento, y en Gran Bretaña el incremento del PIB pasó del 0,4 al 0,1 por ciento.
El nivel de exportaciones netas afectó negativamente al crecimiento en Canadá, donde el aumento del PIB pasó del 0,9 por ciento a una caída del 0,1 por ciento, al igual que en Japón, donde las contribuciones del consumo privado y de la inversión frenaron parcialmente el descenso, del 0,9 en el primer trimestre al 0,5 en el segundo.