Latinoamérica exige más protagonismo en el G-20
Latinoamérica exige más protagonismo en el G-20

El alto representante del Mercosur, Samuel Pinheiro Guimaraes, durante la reunión en Montevideo entre los representantes de Brasil, México y Argentina. Foto: Iván Franco / Efe
Raúl Cortés. Montevideo.- Latinoamérica unió este martes su voz para reivindicar un mayor protagonismo en la resolución de la crisis económica mundial y en la próxima cumbre del G-20, durante una reunión auspiciada por la Aladi y con presencia de Argentina, Brasil y México, los tres representantes de la región en el grupo.
Aunque la ceniza de un volcán chileno que mantiene en vilo desde hace semanas al espacio aéreo del Cono Sur suramericano impidió la llegada del delegado brasileño y, por tanto, el pleno de invitados, las intervenciones de los presentes evidenciaron una gran cercanía en los planteamientos cimentada en el éxito regional ante la crisis.
Incluso alguno de los ponentes, como el alto representante del Mercosur, el brasileño Samuel Pinheiro Guimaraes, llegó a reclamar que la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) intervenga como tal en la cumbre del Grupo de los Veinte, que se celebrará en Cannes (Francia) el 3 y 4 de noviembre.
El diplomático brasileño recordó que Francia, actual presidente del G20, invitó a la cita a España, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Singapur y Guinea Ecuatorial.
La propuesta, realizada en una de las intervenciones finales, cuando algunos delegados había abandonado la sala, no tuvo respuesta en forma de declaración.
Al inaugurar la reunión, el secretario general de la Aladi, Carlos “Chacho” Álvarez, definió el encuentro como “un ejercicio de debate” para que “en un futuro no tan lejano América Latina quizás pueda tener una sola voz frente a acontecimientos internacionales importantes”.
Advirtió además que la actual crisis es “una crisis de paradigma” en la que la región “ya no es por primera vez objeto de la historia”, sino que “puede llegar a ser un actor en un mundo que se configura cada vez más con regiones”.
La secretaria general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), María Emma Mejía, señaló que América Latina “pude ayudar” a Europa a “salir de la crisis” debido a sus experiencias pasadas.
No obstante, alertó sobre la necesidad de “una mayor sintonía” entre organismos regionales como la Aladi, la Cepal y el Mercosur “para tener un Plan B” en caso de que los efectos de la crisis lleguen a la región.
Junto a Mejía, el vicepresidente y el ministro de Economía de Uruguay, y representantes de los Gobiernos Ecuador, Colombia, Venezuela, Chile, Paraguay y Bolivia, entre otros, coincidieron en mostrar su satisfacción por la fortaleza demostrada por sus países pero hicieron también un llamado a no bajar la guardia.
Antes, el canciller argentino, Héctor Timerman, expresó el interés de su país en “sumar las voces de la región para enriquecer el debate”, aunque en ningún momento se refirió a la posibilidad de ejercer en Cannes la representación formal de Latinoamérica, algo que tampoco hicieron los delegados de Brasil y México.
Entre otras cosas, Timerman anunció que Argentina apoyará la propuesta de Francia y Alemania de gravar las transacciones financieras internacionales, uno de los temas candentes de la cita del G20, aunque bajo algunas condiciones.
El ministro pidió asimismo realizar “más esfuerzos” para “corregir la especulación” en los mercados financieros, y criticó a las agencias calificadoras de riesgo crediticio y los paraísos fiscales.
A través de un mensaje leído en la sala, el representante de la presidenta Dilma Rousseff ante el G-20, Valdemar Carneiro Leao, reclamó al grupo de potencias mundiales más capacidad de adaptación a los giros de la crisis económica internacional.
Entre ellos destacó la situación de la deuda griega y la necesidad de recapitalización de los bancos europeos.
Mientras, el representante especial de México para el Grupo de los Veinte, Roberto Marino, afirmó que su país intentará dar prioridad a los asuntos que afectan al mundo en desarrollo y en particular a Latinoamérica cuando asuma la Presidencia del grupo en 2012.
Con respecto a la cita de Cannes, subrayó que “es muy importante que los líderes del G20 trabajen para restablecer la confianza de ciudadanos e inversionistas llegando a soluciones cooperativas y durables a la crisis de endeudamiento soberano”.
Aunque surgió en 1999 como una reunión de ministros de Economía, en 2008 el Grupo de los Veinte adquirió un matiz más político al congregar en Washington a los presidentes de los principales países desarrollados y en desarrollo, y se ha convertido en el nuevo guardián de la maltrecha economía global.
La cumbre francesa tendrá como telón de fondo la crisis de deuda de los países occidentales y la amenaza de una nueva recesión a nivel global.