Martha Mazzoleni: “Debemos romper los estereotipos de la música latina”
Martha Mazzoleni: “Debemos romper los estereotipos de la música latina”

Martha Mazzoleni es una arpista uruguayana conocida por fusionar diferentes estilos de la música latinoamericana tradicional
Núria Meléndez. Toronto.- Con una larga trayectoria musical, Martha Mazzoleni se ha convertido en una reconocida arpista que trabaja para fusionar y mostrar la cultura musical de Latinoamérica más allá de los estilos más conocidos a nivel internacional. La artista uruguayana, asentada en Toronto desde los años 90, dará este sábado 22 de octubre un concierto de gala que pretende difundir el folklore y la riqueza de la música latinoamericana.
Su próxima actuación será una fusión del folklore Latinoamericano.
La idea es hacer un concierto con gran variedad de estilos para que el público pueda ver la otra cara de lo que es Latinoamérica a nivel cultural. En mis actuaciones siempre trabajo con músicos de diferentes países para que ellos aporten el granito de arena de sus estilos. Vamos a hacer una fusión de diferentes instrumentos y estilos con la colaboración de músicos como Omar Ortiz, a la guitarra; Rubén Aguirre, en la percusión; y Roberto Riverón, que fue nominado para los Grammys latinos y es uno de los mejores bajistas de Cuba. Además también tendremos como invitado especial al músico ucraniano Yarko Antonevich, que ejecutará Bandura, por lo que también habrá una fusión entre dos continentes.
¿Cómo reacciona el público canadiense ante su música?
La gente me comenta que no pueden creer que Latinoamérica tenga tanta diversidad y les sorprende la riqueza y variedad de instrumentos. Es una cultura de muchos colores y ellos no sabían los matices y se quedan impresionados porque creen que Latinoamérica solo es salsa y merengue. Hay muchos estereotipos en la música latinoamericana y debemos romper con estas barreras. Tenemos muchísimo para mostrar.
Y ese es el propósito de sus actuaciones.
Lamentablemente en una noche yo no puedo representar a todas las tradiciones latinoamericanas, pero mi intención es mostrar un granito de lo máximo que se pueda con diferentes ritmos, estilos y combinaciones. La intención es mostrar la riqueza multicultural de lo que es Latinoamérica y cómo nuestros antepasados han tenido la capacidad de asimilar y aprovechar todo lo que se les puso delante para expresarse musicalmente.
¿Se puede encontrar a gente que toque el arpa paraguayana en Toronto?
En Vancouver hay una mayor representación y una comunidad paraguaya más grande, pero según tengo entendido en Toronto soy la única que toca el arpa paraguayana a nivel profesional. Hay artistas que tocan el arpa venezolana y alguien me comentó que vio a una señora tocando, pero no me pudieron confirmar si era un arpa colombiana o paraguaya.
¿En qué se diferencian?
El arpa paraguaya es la señora de las arpas de Latinoamérica y las otras arpas, como las de Perú, Colombia, Chile o Venezuela; son arpas más rústicas. En cambio la paraguaya fue remodelada alrededor de 1940 y se le dio la forma que tiene hoy. Esa curva que tiene en el cabezal tan pronunciada da una marca muy particular en su sonido que la diferencia del resto.
¿Por qué cree que es tan difícil que la gente se decida a tocar el arpa?
Es un instrumento grande y para aprender a tocar el arpa se tiene que tener el instrumento. En Toronto no se consigue, hay que traerlas de Paraguay o hay que pedirlas en Vancouver, que son los distribuidores de las arpas paraguayas. No se puede aprender si no se tiene una en casa porque es algo que requiere mucha práctica y mucha constancia. Uno tiene que aprender a colocar los dedos y a tener las medidas exactas de las octavas para no cometer errores. Si es un niño el que quiere empezar, tiene que elegirlo él mismo porque si no tiene la pasión por el instrumento el proceso es un poquito largo al principio para ver resultados. Si los padres lo obligan, el niño no tiene la paciencia para hacerlo y abandona.
Desde hace poco tiene un nuevo alumno, Rory Garay, quien se ha convertido en su legado y actuará en el concierto.
Rory me vio el año pasado tocar y para él yo fui su inspiración para animarse a tocar el arpa. Él tiene 11 años y cuando se fue a Paraguay con sus padres le compraron un arpa. Mucha gente me ha preguntado si enseño y yo digo que no porque no tienen el instrumento, pero en este caso Rory sí que lo tenía y además fue él quien decidió empezar a aprender y a tocar, con lo que no pude negarme.
¿Qué tiene de especial el arpa en comparación con el resto de instrumentos?
La base del arpa es milenaria y es un instrumento angelical que tiene una voz muy suave y dulce con la que puedes transmitir cualquier emoción. Por eso cuando tenía 4 años y mi madre ponía los vinilos de larga duración para mi era como si los ángeles estuvieran tocando y me cautivó de tal manera que a los 4 años pedí un arpa. Pero tuve que empezar con el piano porque yo era demasiado pequeña para este instrumento tan grande. El arpa es diferente, tiene un mensaje muy especial. Cada instrumento tiene su magia pero el arpa, bajo mi punto de vista, es más profunda y natural.
A pesar de su pasión por este instrumento, estuvo alejada de la música durante 22 años ¿Qué sucedió?
En el año 85 se dieron varias condicionantes y me retiré, terminé con el conjunto que estaba, y entonces íbamos a hacer el debut en uno de los teatros de Montevideo. Decidí dejarlo, me había declarado como en rebeldía y fueron pasando los años. En el año 90 nos vinimos a Canadá y por muchos años mi marido me insistía en que tenía que traer el arpa y volver a tocar.
¿Qué le impulsó a volver a tocar?
Hace como 15 años mi marido me regaló un piano eléctrico para ver si me entusiasmaba y volvía a la música porque él sabe que es muy importante para mi. Pero no fue hasta el 2006 cuando estábamos hablando con unos amigos que tienen una tuna colombiana. Les dije que tocaba el arpa paraguaya y todos me animaron para que volviera a tocar y a los tres meses mis suegros hicieron los trámites para que el arpa me llegara a Toronto. Después de 22 años sin tocar, cuando llegó a casa fue algo muy lindo y emocionante.
¿Y no perdió la práctica?
Después de tantos años sin tocar pensé: Si yo pongo las manos sobre las cuerdas y me caen en la posición donde tienen que estar estoy salvada. Y efectivamente fue lo que pasó. Además toda la música me empezó a volver y tenía un manojo de canciones enredadas y no sabía cuál era cuál porque durante esos años no escuché música paraguaya, ya que me afectaba porque yo sabía que me hacía falta. De repente todo me empezó a venir a la cabeza y era como un fuente que fluía y salía. La música es la extensión de lo que son los sentimientos y a los 5 o 6 meses ya grabé el primer álbum en Toronto con el grupo Fénix.
¿Es difícil hacerse un lugar en Toronto con la música latinoamericana más tradicional?
Cuando organizamos un concierto siempre lo hacemos en inglés y en español y acude un alto porcentaje de canadienses y europeos porque es algo diferente. Pero el problema es que no hay músicos que toquen música tradicional y entonces uno tiene que abrirse camino y mostrarlo. Cuando se habla de música latinoamericana lo primero que piensa la gente es en salsa y merengue. Por eso en mis conciertos incluyo temas con estilos de diferentes países como una Bossa Nova de brasil, un carnavalito de Argentina, o una tonada de Chile.
Martha Mazzoleni ofrecerá su próximo concierto este sábado 22 de octubre en la Lithuanian Community House (1573 Bloor St. W., Toronto). El recital hará un recorrido musical por más de 10 países latinoamericanos y será la presentación oficial de Rory Garay-Ferreira, su legado musical. Las puertas se abrirán a las 7 de la noche y el recital dará comienzo a las 8 de la noche.