RCMP: “Desconocíamos los abusos en los internados”
RCMP: “Desconocíamos los abusos en los internados”

El subcomisario de la Real Policía Montada, Steve Graham, ante la Comisión de la Verdad y la Reconciliación
El Popular. Toronto.- La Real Policía Montada afirmó este fin de semana que no estaba al tanto de los abusos cometidos en los pensionados para niños autóctonos del país.
El subcomisario del cuerpo policial, Steve Graham, presentó un informe sobre la cuestión ante la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, durante las audiencias celebradas en Halifax. Graham indicó que sus agentes investigaron las acusaciones de abusos contra jóvenes pensionistas, pero que no hallaron nada sospechoso, porque,según indicó estas escuelas conformaban un sistema cerrado.
De acuerdo con la declaración realizada por el funcionario, la mayor parte de los problemas vividos en esos establecimientos no llamaron la atención de los policías. Una comisión está estudiando la presunta implicación de la Policía Montada en los pensionados autóctonos durante más de 100 años.
El primer colegio de ese tipo, administrado por congregaciones religiosas y financiado por el gobierno federal, abrió sus puertas en la década de 1870. El último instituto, ubicado cerca de Regina, cerró en el año 1996.
En junio de 2008, el gobierno federal pidió disculpas oficialmente a las Primeras Naciones por los abusos cometidos en estos centros y anunció compensaciones por un monto de 1.200 millones de dolares. El texto de petición de perdón, firmado por el primer ministro, Stephen Harper, decía así:
Señor Presidente, me presento ante ustedes hoy para ofrecer una disculpa a los exalumnos de las escuelas residenciales indígenas. El tratamiento de los niños en las escuelas residenciales indias es un triste capítulo de nuestra historia.
En la década de 1870, el gobierno federal, en parte, a fin de cumplir con su obligación de educar a los niños aborígenes, comenzó a desempeñar un papel en el desarrollo y la administración de estas escuelas.
Dos objetivos principales de las escuelas residenciales fueron eliminar y aislar a los niños de la influencia de sus hogares, las familias, las tradiciones y culturas, y para asimilarlos a la cultura dominante.
Estos objetivos se basaban en el supuesto de que las culturas indígenas y sus creencias espirituales eran inferiores y desiguales.
De hecho, pensaban, y se dijo flagrantemente de que era “para matar al indio en el niño.”
Hoy, reconocemos que esta política de asimilación fue un error, ha causado un gran daño, y no tiene cabida en nuestro país.
La mayoría de las escuelas operaron como ‘socios’ con las iglesias Anglicana, Católica, Presbiteriana e Iglesia Unida.
El gobierno de Canadá creo un sistema educativo en el que los niños muy pequeños eran removidos por la fuerza de sus hogares, a menudo lejos de sus comunidades.
Muchos fueron mal alimentados, vestidos y abusados.
Todos ellos fueron privados de la atención y el cuidado de sus padres, abuelos y las comunidades.
Los idiomas y prácticas culturales de las Primeras Naciones, los Inuits y los Mestizos fueron prohibidos en estas escuelas.
Trágicamente, algunos de estos niños murieron mientras asistían a las escuelas residenciales y otros nunca regresaron a sus hogares.
El gobierno ahora reconoce que las consecuencias de la política de las escuelas residenciales fueron negativas y que esta política ha tenido efectos duraderos y perjudiciales sobre la cultura aborigen, su patrimonio y el lenguaje.
Lamentablemente, muchos antiguos alumnos no están hoy con nosotros y nunca recibieron una completa disculpa del gobierno de Canadá.
El gobierno reconoce que la ausencia de una disculpa ha sido un impedimento para la sanación y la reconciliación.
Por lo tanto, en nombre del gobierno de Canadá y todos los canadienses, me presento ante ustedes, en esta sala tan importante para nuestra vida como país, para pedir disculpas a los pueblos aborígenes por el rol jugado por Canadá en el sistema de escuelas residenciales indias.
Para los 80.000 exalumos que aun sobreviven, y todos los miembros de sus familia y sus comunidades, el gobierno de Canadá ahora reconoce que se equivocó al sacar a los niños a la fuerza de sus hogares y pedimos disculpas por haber hecho esto.
Ahora reconocemos que fue un error separar a los niños de sus vibrantes culturas y tradiciones, lo que creó un vacío en la vida de muchas personas y comunidades, y nos disculpamos por haber hecho esto.
No sólo ustedes sufrieron estos abusos como niños, pero cuando ustedes se convirtieron en padres, fueron incapaces de proteger a sus propios hijos, y por ello lo sentimos.
El peso de esta dura experiencia ha estado en sus hombros por demasiado tiempo.
La culpa es nuestra como gobierno y como país.
No hay lugar en Canadá para que las actitudes que inspiraron las escuelas residenciales indias vuelvan a prevalecer.
El gobierno de Canadá se disculpa sinceramente y pide el perdón de los pueblos aborígenes de este país por haberles fallado tan profundamente.
Lo sentimos.