El bandoneón de Raúl Jaurena brilló en Toronto
El bandoneón de Raúl Jaurena brilló en Toronto

El maestro Raúl Jaurena y su show de tango, “Tango y Tango”, respondieron con creces todas las expectativas que se habían creado sus seguidores en Toronto, con un espectáculo donde se vibró con la música del sur del sur

Los colores musicales del bandoneón brillaron más que nunca en manos del consagrado artista Raúl Jaurena
Ciro Alquichire V., Toronto.- El bandoneón en manos del maestro Raúl Jaurena marcó el compás para que los bailarines elevaran sus vuelos , mientras una voz con mucha pasión se deslizaba suavemente entre un piano y un violín, realizando una comunión musical que colocó su máxima nota en la gran noche del tango de Toronto, donde todos los elementos en el escenario brillaron con luz propia.
Con una puesta en escena el bandeonista ganador del Latin Grammy Latino nos llevó a un viaje mágico por los rincones del tango, nos recordó la esencia de su música y nos demostró con su talento indiscutible porqué este ritmo del sur de América inundó con su melancolía al mundo y lo trajo a Toronto hace más de 20 años para quedarse en la memoria de sus seguidores que vibraron y disfrutaron del evento organizado por el programa radial Tango y Punto, que dirigen Emilia Módolo y José “el mudo” Negrette.
Bajo la dirección de Jaurena, el show “Tango y Tango:” sacó a relucir lo mejor de cada artista, bailarines consagrados como Carolina Jaurena, Antón Gazembeet, Olga Suárez y Leonardo Suérez, quien también ejecuta con gran maestría el violín; se unieron a la voz de la venezolana Marga Mitchell y al pianista Mauricio Najt, para una noche inolvidable para el deleite de los que asistieron al teatro del Lithuanian Hall de Toronto, que se vistió de gala con tan alto nivel interpretativo de cada una de las piezas del show musical.

El show contó con un grupo de bailarines de tango, profesionales con notables coreografías tangueras, que le dieron realce a la noche
El bandoneón fue el invitado de honor, ese instrumento musical con siglos de historia que en manos de un artista como Jaurena revive y comienza un latir fuertemente con lamentos, quejidos y añoranzas, arrastró a los asistentes a una memoria musical con mucho sabor argentino, pasando por el uruguayo, el porteño y en general por la historia y lo que envuelve el tango que realmente no conoce de fronteras.
El Choclo, una pieza totalmente instrumental marcó el inicio del show, luego de una impecable presentación realizada por José Negrette y Silvina Módolo, quienes nos recordaron la talla de los artistas que esa noche íbamos a disfrutar.
Al ritmo del bandoneón se fueron desojando las tonadas, las parejas de bailarines demostraron porqué han sido invitados a los mejores escenarios del mundo y porque han ganado tantos reconocimientos internacionales, especialmente las dos bailarinas que sin lugar a dudas le dieron belleza y mucho arte a la noche.
“Malena canta el tango como ninguna y en cada verso pone su corazón”… dice el famoso tango Malena que interpretó con esos mismos elementos la cantante Marga Mitchell, quien con cada acorde de bandoneón, violín y piano fue transformándose en el escenario para llevar a su público a un éxtasis musical que fue premiado con sonoros aplausos, que obtuvo la constante de la noche, tan que el publico terminó con ovación de pie ante sus artistas.
Pero la gran noche del tango nos llevó aun más lejos; nos recordó a uno de los más grandes intérpretes de este género musical, Astor Piazzola, con dos melodías de leyenda, Verano Porteño y Libertango, que llegaron al alma del público, que entre copa y copa de un buen vino se maravillaba ante semejante interpretación realizada por Jaurena.

La voz de la venezolana Marga Mitchell, acompañada magistralmente por el maestro Raúl Jaurena, dieron gran vida a una gran noche de tango
Como un errante musical, ahora radicado en New York, luego de recorrer el mundo, el maestro del bandoneón nos demostró que después de 20 años de su primera presentación en Toronto, no sólo ha encantado con su música al mundo, sino que sigue reinventándose y creciendo en el escenario al que le entrega todo sin importar el lugar. El artista, nacido en Uruguay, comenzó sus estudios de bandoneón a la edad de 6 años, hizo parte de grandes orquestas de tango, compositor de bellas melodías que lo llevaron a ganar el Grammy, y acompañó a figuras de la talla de Libertad Lamarque, Hugo Del Carril, Tania y Roberto Goyeneche, entre otros; nos dejó ver que, como dice un famoso tango, 20 años no es nada, porque su público en Toronto no sólo lo aplaudió, lo abrazó con sus elogios, sino que además lo disfrutó como se disfruta la compañía de los buenos amigos.
Musicalmente el show fue espectacular, artísticamente impecable y sin lugar a dudas la gran noche del Tango en Toronto que brilló con luz propia, como debe brillar toda nuestra música latinoamericana cuando se canta o se toca con el alma.

Fue un reencuentro con su fanaticada que aplaudió de pie, con sus amigos, fue un revivir esos gigantescos pasos que se dieron en Toronto para alcanzar la gloria las que vivió Raúl Jaurena en su presentación en Toronto