Cientos de fieles acompañan al Señor de los Milagros
Cientos de fieles acompañan al Señor de los Milagros
Centenares de feligreses, sobre todo peruanos, rindieron tributo a su Santo en Toronto. En la misa, y especialmente en su homilía, el padre Daniel Mentesana hizo una llamado a la unión de la comunidad latina, a respetar los valores cristianos y “a seguir la luz que señala el Señor de los Milagros”, petición que se repitió durante toda la procesión.

Centenares de feligreses, especialmente hispanos, llegaron a la procesión del Señor de los Milagros que se celebró el pasado domingo en Toronto

Las mujeres demostraron que el poder de la fe mueve montañas, cargando sobre sus hombros la imagen del Señor de los Milagros
Ciro Alquichite V., Toronto.- “Señor de los milagros, a ti venimos en procesión tus fieles devotos, a implorar tu bendición… ”. Con este himno al Señor de los Milagros, que se podía escuchar a metros a la redonda, centenares de fieles hispanos, especialmente peruanos, hicieron sentir su fe y su devoción por el Señor de los Milagros, en una procesión llena de fervor que salió de la Iglesia San Agustín de Canterbury, en Toronto, luego de una misa especial en honor al santo patrono del Perú, el pasado domingo.
La iglesia quedó pequeña ante tanto devoto que quiso acompañar a la imagen del Señor de los Milagros en su pequeño pero sentido recorrido por el norte de la ciudad. Las oraciones, las peticiones y especialmente un sentimiento difícil de describir pero que se siente en el ambiente, algo entre amor, paz y mucha esperanza, hacen parte de las personas que con ramos de flores, velas, o vestidos de morado para la ocasión llegan a rendir un tributo al Santo que es venerado en varios países de Sudamérica, entre ellos, Ecuador, Chile, México y Bolivia, pero cuyo origen es peruano.
Desde tiempos muy remotos los católicos en Perú han visto en la imagen en la que aparece Jesús crucificado y su derecha la virgen María y su fiel Apóstol San Juan como una fuente de milagros, porque se afirma que la obra de arte que inicialmente estaba pintada en muro, fue la única que quedó en pie luego de un gran terremoto que destruyó parte del país sudamericano, donde murieron miles de personas.

Mujeres de todas las edades, pero especialmente mayores, demostraron su fe, su entrega y especialmente el amor por Jesús
Desde el siglo XVII, hasta nuestros días los peruanos han realizado esta procesión que en el mes de octubre se realiza en muchas ciudades del mundo, donde viven peruanos o seguidores del santo, como en Toronto desde hace 25 años, cuando fue organizada por la Hermandad del Señor de los Milagros que realizó todos los trámites necesarios para traer a Canadá una copia de la bella imagen, que fue bendecida y es hoy por hoy adorada en la instalaciones de la iglesia San Agustín de Canterbury, aunque ya ha estado en otros centros religiosos católicos.
“Con paso firme de buen cristiano hagamos grande nuestro país y unidos todos como una fuerza te suplicamos nos de la luz…”, dice otra de las estrofas que cantan hombres, niños y especialmente mujeres, que orando van por la calles pidiendo a su patrono la bendición para los que asisten a este acto, y para los queno pudieron asistir.
En la misa y especialmente en su homilía, el padre Daniel Mentesana hizo una llamamiento a la unión de roda la comunidad latina, a respetar los valores cristianos y a “seguir la luz que señala el Señor de los Milagros”, petición que se repitió durante toda la procesión.
La procesión en Toronto, que guarda la esencia de la que se celebra en Perú, donde, al ritmo de la música y los cánticos, los niños son presentados al Santo Patrón, los cargadores vestidos de morado y blanco llevan en su hombros la imagen, y las ahumadoras van marcando el camino con incienso, tiene en Canadá una variante, y es que las mujeres, ataviadas también con sus trajes morados, cargan durante parte de la procesión con el símbolo de su fe, con un fervor y un sentimiento que se ganó los aplausos de los feligreses que acompañaron el acto religioso.

El padre Daniel Mentesana destacó durante la procesión la importancia de la unión de los hispanos en pro de los más necesitados
La procesión se cumplió con gran rigor, aunque muchos afirmaron que en años anteriores era mayor la multitud y que muchos están perdiendo su fe por estar pendientes de otras cosas, lo cierto es que este acto católico es uno de los que mas reúne comunidad hispana en Toronto. Personas con su fe llegaron a rendir tributo a su Santo y dejaron a un lado los problemas que existen al interior de la organización del evento, porque como dijo uno de los asistentes realmente lo importante es el Señor de los Milagros, y no lo que hagan o dejen de hacer las personas en su nombre, ni siquiera el padre o la hermandad.
Para muchos seguidores aun no está claro que es lo que está pasando con la procesión y por qué este año se realizaron dos eventos; una se efectuó hace una semana en el centro de Toronto, organizada por la Hermandad del Señor de los Milagros, grupo que por ocho años la realizó en conjunto con el padre Daniel Mentesana, en la iglesia de San Agustín de Canterbury y la otra procesión del pasado domingo, ahora organizada directamente por la misma iglesia. Lo que obviamente ha creado la gran confusión entre los fieles.
El Popular quiso establecer con las dos partes qué es lo que realmente está pasando, pero, aunque ya hay abogados de por medio, y supuestamente demandas incluidas que se impondrán ante la corte para que se defina el conflicto, sólo la Hermandad del Señor de los Milagros se quiso referir al tema, afirmando que ellos son los legítimos organizadores de la procesión, los dueños de la imagen y que la Iglesia Católica debe respectar estos derechos generados por más de 25 años de estar al frente de la procesión en diversas parroquias.

Como en otros años, la iglesia San Agustín de Canterbury quedó pequeña ante el gran número de feligreses que quisieron asistir a venerar la imagen del Señor de los Milagros
Por su parte varios de los miembros del comité especial que se creó para organizar la otra procesión en la iglesia San Agustín de Canterbury, gran parte de los cuales antes formaban parte de la Hermandad , manifestaron que no podían pronunciarse sobre el tema, porque la orden del padre fue de no hablar sobre la disputa que existe. Uno de ellos manifestó que todo eso lo definirá los jerarcas de la Iglesia Católica en Toronto quienes fueron los que los nombró en su puesto.
Extraoficialmente este diario pudo establecer que existe un agrio enfrentamiento entre los dos grupos por el manejo de los recursos, las donaciones y las recolectas que se hacen a nombre del Señor de los Milagros, lo que para muchos no debería existir, porque el dinero sólo tiene un fin y es ayudar a los más necesitados, “sólo le pertenece a ellos”, dijo uno de los peruanos que asistió al evento y que no quiso dar su nombre porque “no quiero problemas, solo quiero rendirle tributo al señor de los Milagros, no estoy ni de un lado ni del otro, pero no sé cómo nos piden unión, paz y amor y no dan el ejemplo…”.