Harper presiona a Obama para que apruebe el oleoducto
Harper presiona a Obama para que apruebe el oleoducto

El presidente estadounidense, Barack Obama, conversa con el primer ministro canadiense, Stephen Harper ,durante el Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC), en Honolulu, Hawaí (EE UU). Foto: Kent Nishimura / Efe
El Popular / Efe. Redacción.- El anuncio hecho a finales de la semana pasada por el Gobierno de Estados Unidos de que retrasará la aprobación del polémico oleoducto Keystone XL, y de que estudiará rutas alternativas a este proyecto, centró la reunión que el primer ministro, Stephen Harper, y el presidente estadounidense, Barack Obama, mantuvieron este domingo en Hawai, EE UU. Ambos mandatarios se encontraban en Honolulu con motivo de la cumbre del Foro de Cooperación de Asia-Pacífico (APEC).
Fuentes cercanas al primer ministro señalaron a la cadena CTV en Ottawa que Harper tenía previsto plantear dos cuestiones claves al presidente de Estados Unidos: el oleoducto de TransCanada, que, de ser aprobado finalmente, llevará petróleo desde los yacimientos de arenas bituminosas de Alberta hasta las refinerías estadounidenses del Golfo de México, y el esperado acuerdo de seguridad para la frontera entre ambos países.
El primer ministro, según la CTV, tenía intención de decirle a Obama que cancelar el proyecto del oleoducto supondrá la pérdida de muchos puestos de trabajo, así como un retraso para Estados Unidos y Canadá, en un momento de desaceleración económica.
Otro argumento de Harper es convencer a Obama de que el petróleo canadiense es una fuente mucho más segura que el procedente de Oriente Medio, y que el nuevo oleoducto reducirá la dependencia estadounidense de esa convulsionada parte del mundo.
El Departamento de Estado de EE UU dijo el pasado jueves que evaluará una ruta alternativa para la construcción del oleoducto Keystone XL de la empresa canadiense TransCanada, con lo cual posterga una decisión definitiva sobre el polémico proyecto hasta después de las elecciones de 2012.
“Debido a la acumulación de preocupaciones sobre las sensibilidades ambientales de la ruta propuesta en la actualidad a través del área de Sand Hills, en Nebraska, el Departamento (de Estado) ha determinado que necesita realizar una evaluación a fondo de posibles rutas alternativas en Nebraska”, explicó el Departamento de Estado en un comunicado.
En base a su experiencia con evaluaciones similares y el cronograma que éstas típicamente requieren, “es razonable esperar que este proceso… quede completado tan temprano como el primer trimestre de 2013”, agregó.
Por su parte, el presidente Barack Obama apoyó en otro comunicado la decisión del Departamento de Estado de buscar “información adicional” sobre el proyecto de Keystone XL, que afronta una férrea oposición de grupos ecologistas.
“Debido a que la decisión sobre un permiso podría afectar tanto la salud y seguridad del público como la del medio ambiente, y debido a las preocupaciones surgidas durante un proceso (de consultas) público, debemos tomarnos el tiempo para asegurar que se responde adecuadamente a todos los interrogantes y que se entienden bien todos los posibles impactos”, explicó Obama.
El proyecto, valorado en 7.000 millones de dólares, ha enfrentado a grupos ecologistas y diversos gremios.
Los ecologistas aseguran que el oleoducto acarreará graves riesgos para el medio ambiente en la zona mientras que sus partidarios, entre ellos líderes republicanos y grupos sindicales, aseguran que ayudará a crear empleos y a reducir la dependencia del petróleo de Oriente Medio.
TransCanada ha dicho que cualquiera demora del Gobierno de EE UU en la decisión le ocasionará la pérdida de clientes y un aumento de costos.
Russ Girling, presidente y principal ejecutivo de TransCanada señaló recientemente que, en la actualidad, las refinerías “tienen contratos que vencen en 2012 y 2013 sobre el suministro que reciben de Venezuela”.
“Si no reciben el petróleo de Canadá durante ese periodo de tiempo, tendrán que buscar en otra parte sus suministros”, advirtió Girling.
El pasado día 6, miles de detractores del proyecto crearon un cerco humano alrededor de la Casa Blanca para exigir que Obama lo rechace. Pero el miércoles, varios líderes demócratas y republicanos de la Cámara de Representantes enviaron una carta al mandatario para instarle a que apruebe el permiso para la construcción del oleoducto, argumentando que se trata de una “urgente prioridad” que ayudará a crear “miles de empleos”.
Tras conocerse el anuncio de Washington, Harper indicó que “aunque estamos decepcionados con el retraso, seguimos esperanzados que el proyecto será decidido de acuerdo a sus méritos y finalmente aprobado”.
“El oleoducto creará miles de trabajos y miles de millones de crecimiento económico en ambos lados de la frontera”, añadió el primer ministro.
Entre los que apoyan el proyecto se encuentran varios gobernadores estadounidenses, la Asociación Canadiense de productores de Petróleo, el Instituto del Petróleo de Estados Unidos y la Cámara de Comercio de este país.