Un juez frena el desalojo de ‘Occupy Toronto’
Un juez frena el desalojo de ‘Occupy Toronto’
El Popular. Toronto.- Manifestantes y simpatizantes se reunieron este miércoles por la mañana en el parque St. James de Toronto para celebrar una orden judicial que ha paralizado temporalmente el desalojo del campamento de los ‘indignados’ ordenado por el Ayuntamiento.
Las notas de desalojo repartidas el martes por las autoridades exigían a los activistas que levantasen antes de este miércoles todas sus tiendas, carpas, enseres y estructuras. Pero el juez David Brown decidió conceder una suspensión temporal para escuchar, este viernes, los argumentos en contra y a favor de la medida adoptada por el gobierno municipal. El magistrado tiene previsto emitir un veredicto antes de las seis de la tarde del sábado.
Pese a que el juez indicó asimismo que durante estos días no podrán plantarse nuevas tiendas de campaña en el campamento de ‘Occupy Toronto‘, su decisión fue celebrada como una victoria por los activistas que llevan más de un mes acampados en el céntrico parque de St. James.
El campamento es parte del movimiento ‘Occupy’ (Ocupa), una corriente de protesta que se ha extendido por las principales ciudades de Estados Unidos y Canadá para denunciar los abusos del capitalismo, el sistema financiero y las grandes corporaciones, y para exigir una mayor igualdad social.
La protesta, de carácter global desde el pasado 15 de octubre, e inspirada en acontecimientos como los ocurridos durante la llamada primavera árabe, y en movimientos como el 15-M español (de donde procede el nombre de ‘indignados’), está presente asimismo en otras ciudades del mundo.
El alcalde de Toronto, Rob Ford, señaló que, aunque se sentía “decepcionado” por la orden del juez, estaba dispuesto a “esperar y ver qué pasa después”. “Si eso es lo que el juez dijo, eso es lo que el juez dijo. Vamos a esperar al sábado por la mañana y a ver qué pasa”, dijo Ford el martes por la noche.
Por su parte, el jefe de la Policía de Toronto, Bill Blair, señaló que “los manifestantes deben tener el derecho a expresar sus puntos de vista, pero los ciudadanos deben tener también el derecho a disfrutar de su parque”.
“Yo apoyo las protestas pacíficas en esta ciudad, y queremos asegurarnos de que esas personas puedan ser escuchadas, pero existen límites para algunos derechos, en la medida en que estos afectan a los derechos de otras personas. Estamos tratando de lograr ese equilibrio”, añadió.
Preguntado por si, en el caso de que finalmente se lleve a cabo el desalojo, y teniendo en cuenta que algunos activistas han señalado que se resistirán al mismo, la Policía espera que estalle un conflicto entre los agentes y los manifestantes, Blair dijo que los policías estarán allí “para mantener la paz”. “La última cosa que queremos es que se produzca cualquier tipo de violencia”, añadió.
Varios activistas de ‘Occupy Toronto’ aseguraron que no tenían intención de abandonar la acampada y que se resistirían al desalojo. Algunos llegaron incluso a romper o quemar las notas de aviso del Ayuntamiento. Otros, sin embargo, comenzaron a recoger sus tiendas para evitar el riesgo de posibles detenciones.
Una de las ‘indignadas’ señaló a los medios de comunicación que había decidido abandonar el parque por temor a que la policía de Toronto, que durante la Cumbre del G20 en 2010 fue acusada de graves agresiones a manifestantes pacíficos, actué con toda su fuerza contra ellos.
Un portavoz del alcalde de Toronto, Rob Ford, dijo el martes que la ciudad había sido “muy paciente” con los ‘indignados’ y que era el momento para que abandonen su protesta y los vecinos del parque recuperen el espacio público.
En los avisos de desalojo se indica que “la ciudad reconoce los derechos de los canadienses de reunión y protesta, pero ha determinado que no puede permitir el uso actual que se está dando a St. James Park”.
En las notas de desalojo se señala asimismo que, “en particular, la ciudad no puede aprobar por más tiempo la apropiación de St. James Park por un grupo relativamente pequeño de personas ni la exclusión de todos aquellos que desean utilizar el parque, o los perjuicios [ocasionados] a las personas de las cercanías”.
Las autoridades municipales citan la Ley de Propiedad como base legal para el desalojo, y afirman en los avisos que “la ciudad tomará las medidas necesarias para eliminar las tiendas y otras estructuras”. El Ayuntamiento se ofrece asimismo a poner personal a disposición de los manifestantes para ayudar en el desmantelamiento del campamento.
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