La seguridad en los aeropuertos viola la privacidad
La seguridad en los aeropuertos viola la privacidad
La Comisionada de Privacidad denuncia que la Agencia Nacional de Seguridad Aérea está recogiendo y pasando a la Policía datos personales que exceden a sus funciones, ya que no hacen referencia a situaciones que comprometan la seguridad aérea. También duda de la legalidad del uso que se está dando a los escáneres instalados en los aeropuertos para poder ver a través de la ropa.

La Comisionada de Privacidad plantea asimismo dudas sobre la legalidad del uso que está dando a los escáneres instalados en los aeropuertos
El Popular. Ottawa.- La Agencia Nacional de Seguridad Aérea está recogiendo demasiada información personal de los pasajeros en los aeropuertos canadienses, incluyendo, en ocasiones, detalles sobre el dinero en metálico que llevan en sus viajes, según denunció este jueves en un informe la Comisionada de Privacidad de Canadá, Jennifer Stoddart.
En su auditoría, la Comisionada señala asimismo que la Agencia no está cumpliendo siempre con su obligación de salvaguardar la privacidad de la información personal obtenida.
Este informe se suma a otra auditoría de la misma Oficina de Privacidad, dado a conocer el martes, en el que se revelaba que algunas bases de datos de la Policía Montada (RCMP) mantienen aún información acerca de personas que han recibido el perdón tras ser acusadas penalmente, o que fueron condenadas de forma injusta.
Ambas auditorías especiales han sido publicadas por Stoddart dentro de su informe anual sobre prácticas de privacidad presentado al Parlamento federal.
La Oficina de Privacidad es un organismo público parlamentario que, a la manera del Defensor del Pueblo, responde ante la Cámara de los Comunes y ante el Senado, instituciones a las que dirige las auditorías que realiza. Lleva a cabo informes sobre el cumplimiento de la Ley de Privacidad y de posibles incumplimientos de esta norma, en lo que refiere a la información personal de los ciudadanos que recoge y guarda el Gobierno.
En su auditoría a la Agencia Nacional de Seguridad Aérea, la Comisionada llega a la conclusión de que este organismo está yendo más allá de su mandato en los informes que presenta sobre incidentes supuestamente relacionados con la seguridad aérea
“Hacer disponible para su uso y publicación información que no debería haber sido obtenida supone un riesgo para la privacidad de los ciudadanos”, indica el informe.
En este sentido, la Comisionada especifica que la Agencia de Seguridad Aérea ha violado la Ley de Privacidad en algunos de sus reportes a la Policía sobre grandes sumas de dinero o presuntos artículos de contrabando y drogas ilegales descubiertos supuestamente en el equipaje de pasajeros que estaban a punto de tomar un vuelo nacional.
La Agencia, señala Stoddart, “fue incapaz de demostrar que las grandes sumas de dinero o las drogas que los pasajeros pretendían llevar en el avión fuesen una amenaza para la seguridad aérea, que es hasta donde llega su responsabilidad”.
Para la realización de esta auditoría, la Oficina de Stoddart analizó una muestra aleatoria de 150 informes, de los cerca de 10.400 abiertos en total por la Agencia de Seguridad Aérea.
“En más de la mitad de los informes -aproximadamente el 57 por ciento- los asuntos en cuestión no están relacionados con la seguridad aérea, incluyendo el descubrimiento de drogas, tabaco y grandes sumas de dinero”, dice la auditoría.
En respuesta a este informe, la Agencia de Seguridad Aérea señaló que está dispuesta a poner fin a estas prácticas.
La Comisionada de Privacidad plantea asimismo dudas sobre la legalidad de los escáneres instalados en los aeropuertos mediante los cuales se puede ver a través de la ropa de los pasajeros.
Este sistema, que está operativo en 23 aeropuertos de Canadá, permite a los agentes detectar si la persona escaneada lleva explosivos plásticos u otros objetos potencialmente peligrosos, ya que obtiene una imagen bastante detallada del cuerpo.
Cuando los auditores de la Oficina de Privacidad visitaron las habitaciones donde los funcionarios realizan estos escáneres descubrieron la existencia de teléfonos celulares y de circuitos cerrados de televisión, a pesar de que este tipo de dispositivos están expresamente prohibidos debido a que pueden ser utilizados para grabar.
Las cámaras de televisión fueron desactivadas después de que la Oficina de Privacidad alertase a la Agencia Nacional de Seguridad Aérea.
Durante las visitas que realizaron a varios aeropuertos canadienses, los inspectores de la Oficina de Privacidad comprobaron que había informes con información personal de los pasajeros almacenados en estanterías abiertas, en el suelo, o en armarios que no cumplían las especificaciones necesarias de seguridad.
“En un aeropuerto se encontraron informes de incidentes de seguridad almacenados en cajas en una habitación utilizada para realizar búsquedas privadas”, dice la auditoría.
En otro punto del informe, Stoddart indica que el hecho de que la Agencia de Seguridad Aérea haya subcontratado con empresas privadas del sector la inspección de los pasajeros, no significa que pueda pasarse por alto la Ley de Privacidad que afecta a cualquier organismo público.
La Comisionada sugiere la puesta en marcha de una estrategia de seguimiento continuo, que incluya auditorías internas, para que se garantice que se están llevando a cabo buenas prácticas en lo referente a la privacidad de los ciudadanos.
En un comunicado emitido este jueves, Stoddart valora el hecho de que la Agencia de Seguridad Aérea haya respondido con rapidez para tratar de solucionar estos problemas, pero recuerda que las instituciones federales están obligadas a manejar la información personal de los ciudadanos con un nivel de atención sin condiciones, “no parte del tiempo, ni la mayoría del tiempo, sino todo el tiempo”.
Con respecto a la otra auditoría, la realizada a la Policía Montada, la inspección incluyó bases de datos que son ampliamente compartidas con otros cuerpos policiales, agencias gubernamentales y diversas organizaciones.
Stoddart encontró que, mientras que la Real Policía Montada tiene políticas y procedimientos para proteger la información sensible en sus sistemas electrónicos, también presenta deficiencias preocupantes.
“Las personas que fueron condenadas por un delito que no cometieron, o a las que se ha concedido un indulto, tienen derecho a vivir su vida sin que la información -y, sobre todo, la falta de información- acerca de su pasado salga a la luz”, dijo Stoddart en su declaración. “Esta información debe estar más controlada”, concluyó.