El salario medio de los canadienses cae en picada
El salario medio de los canadienses cae en picada
El sueldo medio semanal descendió un 0,3 por ciento en septiembre, un mes en el que la inflación pudo estar en torno a niveles superiores al 3 por ciento. En la evolución anual, los salarios apenas subieron un 1,1 por ciento, el incremento más bajo desde noviembre de 2009. El salario ha ido cayendo de forma constante desde la pasada primavera, hasta situarse en 872,75 dólares.

En la evolución anual, los salarios tan solo crecieron un 1,1 por ciento con respecto a septiembre de 2010
El Popular. Redacción.- Enfrentarse al creciente coste de la vida se está poniendo cada vez más difícil para los trabajadores canadienses, que ven como el salario medio real continúa bajando de una manera espectacular.
De acuerdo con nuevos datos publicados este jueves por la agencia oficial Estadísticas de Canadá, el sueldo medio semanal cayó en septiembre un 0,3 por ciento, hasta situarse en 872,75 dólares. La cifra se refiere a las denominadas nóminas no agrícolas, un concepto económico que engloba a aproximadamente el 80 por ciento de los sueldos de los trabajadores que contribuyen al Producto Interior Bruto, y que hace referencia al conjunto de los salarios sin contar los sueldos de los empleados del gobierno, los asistentes domésticos, los empleados de organizaciones no gubernamentales y los empleados en granjas agrícolas.
Teniendo en cuenta que se está barajando una inflación de en torno al 3,2 por ciento para el mes de septiembre, esta bajada de los sueldos es especialmente importante.
En lo que respecta a la evolución año a año, los salarios tan solo crecieron un 1,1 por ciento con respecto a septiembre de 2010, lo que supone el menor crecimiento anual registrado desde noviembre de 2009.
Las ganancias medias semanales han estado cayendo constantemente desde la pasada primavera. En abril se encontraban en el 4,1 por ciento, muy por encima de la tasa de inflación.
Considerando que los ingresos procedentes de las inversiones también están siendo bajos, debido a la volatibilidad y la incertidumbre de los mercados bursátiles, muchos analistas están empezando a afirmar que los estándares medios de vida en Canadá también están bajando.
“El aumento de los salarios nominales es tan pequeño, que se están creando unas condiciones en las que al canadiense medio no le alcanza [el dinero] para llenar el carro de la compra, llenar el depósito de su automóvil y calentar su casa”, indicó Dereck Holt, un economista del banco Scotiabank, a la agencia The Canadian Press.
Según Holt, la amenaza del debilitamiento de la situación económica, consecuencia, sobre todo, de los temores a una recesión global, puede hacer que se reduzcan asimismo las peticiones de aumento salarial por parte de los trabajadores: “Con todo lo que está ocurriendo en la economía mundial, mucha gente se siente satisfecha de tener un trabajo, y no se plantea exigir a su jefe un aumento de sueldo”, dijo el analista.
Este fuerte descenso de los salarios contrasta con la imagen del mercado laboral en Canadá, que se muestra a menudo como saludable, y que ha logrado sumar unos 600.000 nuevos puestos de trabajo desde el inicio de la recesión económica. La creación de empleos, sin embargo, es tan solo una cara de la historia.
Si se desde el inicio de la crisis se han incorporado a la fuerza laboral cerca de un millón de canadienses, para 600.000 nuevos puestos de trabajo, eso significa que hay unos 400.000 parados más, que contribuyen a una todavía alta tasa de desempleo del 7,3 por ciento.
El economista del CIBC Benjamin Tal señaló a The Canadian Press que la reciente tendencia a la baja en los salarios también coincide con el crecimiento del empleo precario en los últimos cuatro meses. Su propia investigación sugiere que muchos de los puestos de trabajo recuperados desde el inicio de la crisis están mal remunerados. “Los puestos de trabajo son cada vez peores, y cada vez hay más empleos mal pagados”, afirmó.
“Estamos asistiendo claramente a una evolución desde altas pagas a profesionales y trabajadores del sector público y de la construcción hacia bajas remuneraciones en los sectores de servicios y de ventas al por menor. Incluso dentro del sector manufacturero se está pasando de salarios relativamente altos a pagas más bajas”, indicó Tal.
Según los analistas, este débil crecimiento de los ingresos no afecta solo al día a día de los ciudadanos, sino que es también una señal preocupante para la economía global, ya que, en el caso de Canadá, como en el de la mayoría de las economías occidentales, el consumo representa uno de los componentes fundamentales, y una desaceleración en el gasto supone menos crecimiento. Es decir, cuanto menos ganan los ciudadanos, menos consumen y, por tanto, menos crece uno de los pilares básicos de la economía.
El economista del CIBC explicó que, si bien es cierto que los canadienses siempre pueden echar mano de sus ahorros para compensar esta bajada, existe también el problema del endeudamiento de los hogares, que se sitúa ya en niveles récord con respecto a la renta disponible. “El consumidor está empezando a ralentizarse, y también se están frenando los créditos al consumo, de manera que solo nos va a quedar la inversión empresarial como único motor de la expansión económica”, añadió Tal.
En este sentido, los datos publicados este jueves por Estadísticas de Canadá parecen reforzar las recientes predicciones de la Conference Board y del Banco de Desarrollo de Negocios de Canadá, según las cuales las empresas que dependen del gasto de los consumidores experimentarán un crecimiento lento y unas menores ganancias en los próximos cinco años.
Las industrias analizadas en este estudio pertenecían a los sectores de venta al por menor, alojamiento, alimentación y fabricación de bebidas, restauración y catering, transporte y almacenamiento, y comercio al por mayor.
“Varias de estas industrias se han recuperado de la recesión de los años 2008 y 2009, pero las perspectivas para el crecimiento continuo se han frenado por un débil consumo y una reducción de la confianza empresarial”, explicó Michael Burt, de la Conference Board.
El Banco de Canadá ha proyectado que el crecimiento de la economía se desacelerará hasta un 1,9 por ciento el próximo año, después de haber crecido un 2,1 por ciento en 2011 y un 3.2 por ciento en 2010.