Ya está disponible la ‘super visa’ para padres y abuelos
Ya está disponible la ‘super visa’ para padres y abuelos
El nuevo visado de diez años anunciado el pasado mes de noviembre por el Gobierno como compensación a la suspensión temporal del programa de reunificación familiar ya está disponible. Podrán solicitarlo padres y abuelos de residentes, pero bajo ciertas condiciones, incluyendo la obligación de contratar un seguro médico privado o la solvencia económica del residente que vaya a apadrinarles. Además, la nueva ‘super visa’ deberá ser renovada cada dos años.

Con la puesta en marcha de esta visa, el Gobierno conservador pretende hacer frente al enorme retraso existente actualmente en la concesión de visados a los cerca de 165.000 padres y abuelos que tratan de reunirse con sus familias en Canadá
El Popular. Ottawa.- La llamada “super visa” que anunció el Gobierno federal a principios del pasado mes de noviembre, como compensación por la suspensión del programa de reunificación familiar, entró en vigor este jueves.
Este nuevo visado especial permitirá a padres y abuelos de residentes en Canadá visitar el país durante largos periodos, ya que tiene una validez total de diez años, con estancias que pueden durar hasta dos años, sin necesidad de salir del país durante ese tiempo.
No obstante, el nuevo visado deberá ser renovado cada dos años, en un proceso que deberá hacerse desde fuera de Canadá.
Esta nueva visa, en cualquier caso, no se concederá de forma automática a todo aquel que la solicite. El Gobierno ha puesto como condiciones que, para poder obtenerla, los padres o abuelos deberán tener un seguro médico privado que cubra cuidados médicos, hospitalización y repatriación, y cumplir con un nivel mínimo de ingresos anuales de alrededor de 17.000 dólares.
Asimismo, los residentes que quieran recibir la visita de sus padres o abuelos a través de esta ‘super visa’, deberán demostrar que pueden hacerse cargo de sus familiares económicamente, para lo que el Gobierno les exige tener unos ingresos mínimos anuales de en torno a 22.000 dólares, en unos baremos que se ajustan dependiendo del número de personas que vayan a ser apadrinadas. Las tablas detalladas pueden consultarse en la siguiente dirección de la página web del Ministerio de Inmigración y Ciudadanía.
Además, la ‘super visa’ no incluye a las personas dependientes del solicitante, que deberán pedir sus propios visados de manera independiente. Solo el cónyuge o la pareja de hecho podrá beneficiarse de la concesión de este visado.
Por otra parte, muchos de los factores que se contemplan actualmente para la concesión de un visado de visitas, seguirán teniéndose en cuenta, entre ellos, los lazos del interesado con su país de origen, el propósito de la visita, la situación económica de sus familiares, la “estabilidad económica y política del país de origen”, o el haber sido invitado por un residente en Canadá.
Los interesados deberán someterse asimismo a un examen médico igual al que deben pasar las personas que aspiran a convertirse en residentes en Canadá.
Según Inmigración, los tiempos de espera serán similares a los existentes actualmente para las visas de visita ordinarias, es decir, menos de un mes de promedio.
Con la puesta en marcha de esta visa, el Gobierno conservador pretende hacer frente al enorme retraso existente actualmente en la concesión de visados a los cerca de 165.000 padres y abuelos que tratan de reunirse con sus familias en Canadá.
El crítico de Inmigración del NDP, Don Davies, valoró este jueves como algo positivo la instauración de esta nueva visa, pero denunció que las duras condiciones para poder obtenerla pueden dejar fuera a muchos solicitantes.
En este sentido, Davies exigió al Gobierno garantías de que, a diferencia de la visa de cinco años que ha estado disponible desde hace tiempo, esta nueva ‘super visa’ podrá ser obtenida de un modo razonablemente fácil.
“Tengo casos en mi oficina de Vancouver en los que personas que están tratando de apadrinar a sus padres, procedentes de, por ejemplo, Nueva Delhi, para una residencia permanente, llevan diez años en la lista de espera, así que deciden solicitar una visa de visitante para poder venir, y entonces son rechazados porque los funcionarios ven que existe ya una solicitud de residencia, y piensan que si entran en Canadá ya no van a irse del país”, dijo Davies.
El ministro de Inmigración, Jason Kenney, indicó, sin embargo, que esto no constituirá un problema, ya que las personas que estén en una lista de espera para la concesión de un permiso de residencia permanente podrán ser candidatos también a obtener esta nueva visa.
“El departamento me ha informado de que están seguros de que el porcentaje de concesiones de esta nueva visa va a ser muy elevado”, dijo el ministro la semana pasada, ante una comisión parlamentaria.
Kenney añadió que el requisito del seguro médico puede facilitar las respuestas afirmativas por parte de los funcionarios encargados de conceder el visado: “Una de las razones por las que se requiere que las personas demuestren que tienen seguro de salud cuando entran en Canadá es proporcionar a nuestros funcionarios una mayor seguridad de que los admitidos no van a terminar representando un costo para los contribuyentes canadienses”, explicó el ministro.
Debbie Douglas, directora ejecutiva del Consejo de Agencias de Servicio al Inmigrante de Ontario, dijo por su parte que, en general, este nuevo programa “es un buen paso adelante para los padres y abuelos”, y añadió que dará asimismo la oportunidad al Gobierno de crear un sistema más transparente que el actual. “Nos da la oportunidad de dejar claro que nuestros criterios y políticas para la concesión de visados son coherentes, justos y transparentes”, dijo.
Douglas reconoció, no obstante, que aún existe preocupación sobre cómo van a asignarse estos nuevos visados, así como por el requisito del seguro médico. “Tenemos que asegurarnos de que esta condición de un seguro de salud privado no afecte desproporcionadamente a las personas que quieren entrar en Canadá, dijo.
La nueva ‘super visa’ fue anunciada, a modo de compensación, cuando el Gobierno federal decidió, a principios del pasado mes de noviembre, suspender temporalmente la posibilidad de que los canadienses auspicien las aplicaciones de inmigración de miembros de sus familias residentes en el exterior, y dejó de aceptar nuevas solicitudes. Esta medida medida afecta a los padres y abuelos de inmigrantes que ya están viviendo en Canadá, y tendrá, en principio, una duración de dos años.
El programa destinado a la reunificación familiar quedó, por tanto, congelado, mientras el Gobierno federal intenta hacer frente al atraso existente en el tratamiento de los expedientes. Como resultado de esas demoras, las personas que quieren traer a sus familiares a Canadá se ven obligadas actualmente a esperar varios años.
Con respecto a las solicitudes de padres y abuelos que están actualmente en lista de espera, Kenney indicó que el Gobierno prevé aceptar un mayor número de casos a partir del año que viene. El objetivo es incrementar las admisiones en un 60 por ciento, pasando de las 15.300 solicitudes aceptadas el año pasado a un total de 25.000.
Kenney dijo que las nuevas medidas son parte de un plan más amplio para eliminar la acumulación de solicitudes de inmigración de padres y abuelos, y para reducir de ocho a cuatro años el tiempo que dura el proceso.
El ministro aseguró que el Gobierno quiere evitar una nueva acumulación y asegurarse de que el sistema es “financieramente sostenible”: “Si dejamos el programa abierto para las aplicaciones durante este periodo de consulta y rediseño, sabemos qué va a pasar. Nos veremos completamente inundados [con aplicaciones]”, afirmó. “Es imprescindible que hagamos una pausa temporal en las solicitudes recibidas, como parte de nuestro plan de acción”, añadió.