Los imanes de Canadá condenan los ‘crímenes de honor’
Los imanes de Canadá condenan los ‘crímenes de honor’
El Popular. Redacción.- Los imanes (predicadores islámicos) de Canadá uniron sus voces durante la oración de este viernes para denunciar la violencia doméstica y recordar a sus fieles que la violencia contra la mujer no tiene cabida en el Islam, y que el Corán reconoce la condición de igualdad entre mujeres y hombres.
En Calgary, el imán Syed Soharwardy dijo que las Escrituras musulmanas denuncian la violencia contra las mujeres y exigen a los hombres que traten con bondad a todos los miembros de su familia, informa Radio Canadá Internacional.
El imán señaló que el Corán prohíbe a los musulmanes tomar la justicia por su mano o “matar a miembros de la familia que podrían haber amenazado su honor”.
Los sermones fueron pronunciados mientras continúa en Kingston, Ontario, el juicio por el asesinato de las cuatro mujeres de la familia Shafia, en el que un padre de origen afgano, su segunda esposa y su hijo están acusados de haber asesinado a la primera esposa y a tres hijas. El fiscal ha planteado como motivación la tesis del ‘crimen de honor’.
Mohammed Shafia, de 58 años, su esposa Tooba Yahya, de 41 años de edad, y su hijo Hamed, de 20 años, se declararon no culpables de cuatro cargos de asesinato premeditado en relación con la muerte de tres hermanas adolescentes y la primera esposa de Mohammed Shafia.
Mohammad Shafia, de 58 años; su esposa Tooba Mohammad Yahya, de 41, y el hijo de ambos, Hamed Mohammad Shafia, de 20, se enfrentan a cuatro cargos de asesinato premeditado. Están acusados de haber dado muerte a tres hermanas adolescentes, hijas de Mohammad Shafia y Tooba Mohammad Yahya (Zainab, de 19 años; Sahar, de 17, y Geeta, de 13), y a la otra esposa de Mohammad Shafia, Rona Amir Mohammad, de 50 años de edad.
Los cuerpos de las cuatro mujeres fueron hallados en un auto sumergido que fue encontrado en junio de 2009 en una esclusa del Canal Rideau, en Kingston. La Policía no descartó la posibilidad de que se trate de un ‘crimen de honor’.
La hija mayor de la familia mantuvo una relación con un joven paquistaní, lo que habría contravenido los deseos de sus padres, de origen afgano, y quienes, según la Fiscalía, desaprobaban el comportamiento de las adolescentes y que estas tuvieran novios.
Los acusados, residentes en Montreal, se han declarado inocentes y alegan que se trató de un accidente. La acusación mantiene que el accidente se simuló para encubrir los cuatro asesinatos. El juicio comenzó a mediados de octubre.