Melissa Todorovic pide quedarse en la cárcel de menores
Melissa Todorovic pide quedarse en la cárcel de menores

Melissa Todorovic (izquierda) ordenó a su novio, David Bagshaw, que apuñalara a Stefanie Rengel (derecha) el 1 de diciembre de 2008. Todorovic estaba a punto de cumplir 16 años de edad
El Popular. Toronto.- Melissa Todorovic, una de las adolescentes homicidas más famosas del país, pretende obtener una orden que le permita permanecer en la cárcel juvenil en la que está recluida, y donde tiene acceso a ciertos privilegios como masajes semanales y el uso de un ordenador.
Todorovic, descrita en su día por el juez de primera instancia como ‘la maestra de marionetas’, dejó que una chica de 14 años a la que no conocía muriera el 1 de diciembre de 2008 después de ser apuñalada por el novio de Todorovic.
Stefanie Rengel, hija e hijastra de dos agentes de la policía de Toronto, fue atraída fuera de su casa familiar al este de Toronto y apuñalada seis veces por el novio de Todorovic, David Bagshaw.
El chico mató a Rengel después de que Todorovic le amenazara con dejar de ser novios y de mantener relaciones sexuales. La única conexión entre Rengel y Todorovic era que años antes la víctima había sido durante un breve periodo de tiempo amiga de su novio.
Todorovic, que era una excelente estudiante y viene de una familia unida de clase media, fue declarada culpable de asesinato en primer grado por el juez de la Corte Superior de Ontario, Ian Nordheimer, y por un jurado, el 20 de marzo de 2009, y condenada el mes de julio. Dos meses más tarde, Bagshaw se declaró culpable del mismo delito.
A pesar de que la pareja era menor de edad cuando planeó y finalmente asesinó a Rengel, Bagshaw y Todorovic estaban a punto de cumplir años. El primero, 18, y ella, 16.
Al igual que su novio, Todorovic recibió una sentencia llamada ‘para adultos’, según lo determinado por la Ley de Justicia Penal de Menores. Esta sentencia condena al culpable a un máximo de siete años antes de que sea elegible la libertad condicional, mientras que un adulto se enfrentaría a una condena de por vida en la cárcel y sin posibilidad de obtener la libertad condicional en los primeros 25 años.
Tras permanecer durante menos de dos años entre rejas en un centro de menores, Todorovic va a cumplir 20 años el próximo mes. A esta edad la mayoría de los prisioneros son transferidos automáticamente a una penitenciaria federal, que en su caso sería la Institución Grand Valley en Kitchener, Ontario.
No obstante, los documentos presentados este mes al juzgado por el abogado de Todorovic, Brian Snell, demuestran que la joven se quiere quedar en el Centro de Menores Roy McMurtry en Brampton, Ontario, donde aparentemente recibe una “terapia de masajes cada semana”, ha conseguido graduarse del instituto con una media de excelentes calificaciones y participa con asiduidad en la vida institucional del centro, trabajando en sus problemas de “imagen corporal”, y participando en voluntariados de diferentes programas, como el de jardinería.
Todorovic hizo una petición para su condena y sentencia y, según afirmó Snell, la joven debería poder permanecer en el centro juvenil, al menos hasta que el Tribunal de Apelación de Ontario tome su caso o el tribunal decida “revocar su sentencia de adulto”.
El abogado también dijo que una de las razones clave por las que Todorovic debe permanecer en el centro de menores es que “se vería obstaculizado su objetivo” de completar un curso de ciencias que se requiere para poder entrar en un programa de grado en la Universidad de Athabasca.
El curso, según Snell, “requiere el uso de un ordenador portátil” y, aunque ha sido autorizada para usarlo en el centro juvenil, le estaría prohibido en Grand Valley. La mayoría de los reclusos de Roy McMurtry tienen entre 12 y 17 años y pueden hacer uso de una amplia variedad de programas y privilegios en comparación con una cárcel para adultos.