‘War Horse’, ‘Carnage’, ‘The Kid With A Bike’
‘War Horse’, ‘Carnage’, ‘The Kid With A Bike’
War Horse
Estados Unidos, 2011
Un film de Steven Spielberg
A pocos días del estreno de Tintin, Steven Spielberg retorna con otro film, aunque de diferente naturaleza. Mientras que las aventuras del popular personaje deslumbran con sus efectos visuales de animación, WAR HORSE es una historia de carácter sentimental enfocada en los lazos de amistad que se forjan entre los seres humanos y los animales que están a su cargo. Decididamente, el film se ubica dentro de los denominados “old fashioned” por su sencillez y por no reflejar intenciones diferentes de las que quedan expuestas desde su comienzo.
La acción comienza en la zona rural de Devon, Inglaterra, durante la segunda década del siglo pasado, mostrando al adolescente Albert Narracott (Jeremy Irvine) que observa el nacimiento de un potrillo por el que de inmediato siente afecto. Al ser rematado, su padre Ted (Peter Mullan) decide comprarlo para su granja a un precio elevado de acuerdo a sus posibilidades económicas, por lo que su esposa Rose (Emily Watson) no se muestra satisfecha con la adquisición realizada. Albert se siente feliz con “Joey” –el nombre dado al animal- al domarlo y comprobar cómo el animal responde a sus instrucciones; así, una genuina camaradería se estsablece entre ambos. Sin embargo, los problemas comienzan a surgir porque el caballo es de pura sangre y poco apto para arar la tierra; debido a la poca utilidad que le presta a Ted y por apremios financieros que enfrenta, opta por venderlo a la caballería británica en momentos en que se desata la Primera Guerra Mundial. El hecho causa una profunda pena en Albert, levemente aminorada cuando el capitán Nicholls (Tom Hiddleston) le promete que lo cuidará muy bien; en el momento de alejarse de Joey, Albert se compromete a que algún día habrá de recuperarlo.
Lo que continúa podría calificarse como una suerte de road movie para el caballo. En la odisea que atraviesa al poco tiempo llega a ser propiedad del ejército alemán para luego caer en posesión de dos hermanos alemanes (Leonard Carow, David Kross) que desilusionados tratan de huir de la guerra, llegando después a manos de una niña francesa (Celline Buckens) y su abuelo (Niels Arestrup); a continuación será un general alemán su propietario y cuando el conflicto bélico concluye, después de haber quedado errante y perdido el animal vuelve al cuidado del comando británico. No es necesario poseer gran intuición para saber cómo concluirá esta historia, pero en todo caso abstendré de decirlo.
Basado en el libro de Michael Morpurgo y adaptado por los guionistas Lee Hall y Richard Curtis, Spielberg ha logrado un film sentimental bien hecho pero sin gran impacto o fuerza dramática así como no ha podido evitar que en el relato se cuelen algunos clisés. Rodado en un estilo clásico, la película se valoriza con la excelente fotografía de Janusz Kaminski captando en largas tomas paisajes panorámicos que resaltan la belleza de la campiña inglesa. Otro aspecto importante es la música de John Williams que prácticamente está presente en todo el metraje; en líneas generales la banda sonora se adapta a los requerimientos de la historia, aunque en contados momentos hay una tendencia a enfatizar en demasía la emoción de ciertas escenas.
A nivel de interpretación, Joey es el principal protagonista. A diferencia de un perro, resulta más difícil llegar a comprobar cabalmente hasta qué punto el caballo experimenta realmente un contacto o lazo con los humanos; pero le concedo el beneficio de la duda. En cuanto al resto del elenco, en general todos se desempeñan con corrección destacándose Niels Arestrup y Benedict Cumberbatch en roles secundarios.
- Conclusión: Un buen film para toda la familia con algunos momentos emotivos, aunque sin llegar a encuadrarse dentro de los mejores de Spielberg.
Carnage
Francia-Alemania-Polonia-España, 2011
Un film de Roman Polanski
Resulta difícil sustraer la favorable impresión que me causó “Le Dieu du Carnage”, la pieza teatral de la dramaturga francesa Yasmina Reza, apreciada en francés y posteriormente en inglés. De allí que ahora, después de haber visto el film de Roman Polanski basado en la mencionada obra, no puedo menos que expresar mi gran satisfacción al comprobar la precisión con que el traslado al cine fue efectuado. Se trata de una pieza de cámara donde todo su desarrollo queda confinado a un solo escenario; sin embargo lejos de resultar claustrofóbica, la versión cinematográfica adquiere vuelo propio debido a la forma en que ha sido abordada. Polanski, valiéndose del guión por él escrito conjuntamente con Reza, para disimular su estructura teatral ubica las cámaras de tal modo que contribuye a que el espectador olvide por completo que está presenciando teatro filmado.
La historia de Reza es una ácida y lúcida descripción de las manifestaciones deplorables que pueden adquirir las relaciones humanas cuando la racionalidad cede paso al instinto animal.
A diferencia de la pieza teatral, el film transcurre en Nueva York en lugar de París y comienza con una secuencia que se desarrolla en un parque donde dos preadolescentes de 11 años de edad se pelean y uno de ellos golpea con un palo la cara del otro haciéndole perder dos dientes. De allí en más todo transcurre en el departamento de Penelope (Jodie Foster) y Michael Longstreet (John C. Reilly), los padres del chico golpeado, quienes reciben la visita de Nancy (Kate Winslet) y Alan Cowan (Christoph Waltz), los progenitores del niño victimario. .El encuentro tiene como propósito redactar en conjunto una carta al comité disciplinario de la escuela testimoniando lo ocurrido como así también tratar de que ambas parejas lleguen a una solución conciliatoria y pacífica.
Los dos matrimonios son clásicos representantes de la mediana burguesía. Penelope es una escritora de libros de derechos humanos, su marido un vendedor de productos hogareños, mientras que Nancy es una inversionista y Alan es abogado de una importante compañía farmacéutica. En nombre de las buenas maneras, todo comienza en forma decorosa y civilizada donde la conversación se ameniza con café y un postre servido por los dueños de casa. Cuando se cree que todo ha queda resuelto y los visitantes están por irse, surgen factores que los retienen retornando al departamento. A medida que la reunión se prolonga más allá de lo necesario comienzan a surgir comentarios incidentales de los dueños de casa hacia el hijo de los Cowan que hieren la sensibilidad de sus padres; eso comienza a desencadenar una guerra de nervios y tensiones donde los desencuentros iniciales de Penelope y Alan alcanzan niveles de discordia para luego irse extendiendo al resto del grupo.
El film que transcurre en tiempo real intercala las desavenencias de las partes involucradas entremezclados por inoportunos llamados que recibe Alan en su teléfono celular y de las comunicaciones que a su vez él efectúa, ignorando por completo la presencia de su esposa y de los dueños de casa; asimismo las conversaciones y altercados se entrecortan momentáneamente por parte del continuo llamado de la madre de Michael que en medio de la enrarecida atmósfera en que la reunión se desarrolla contribuye aún más a exacerbar los ánimos ya caldeados.
Dentro de la vorágine de situaciones que se van sucediendo en el transcurso del relato se va asistiendo a la desintegración de cuatro seres donde cada una de las parejas ataca a la otra además de las recriminaciones que se producen entre maridos y cónyuges; eso origina situaciones jocosas pero decididamente patéticas al demostrar cómo un incidente serio pero no catastrófico ponen en evidencia la fragilidad de las relaciones humanas entre personas que se muestran incapaces de resolverlo.
La autora de esta obra impone a sus protagonistas un gran desafío debido a las tensiones escénicas y los movimientos físicos a que están sujetos los protagonistas durante todo el metraje. En tal sentido la labor de los 4 intérpretes es de antología y resultaría injusto resaltar la actuación de cualquiera de los actores en detrimento de los restantes; Tanto Relly como Foster, Winslet y Waltz configuran un verdadero póquer de ases viviendo intensamente y con absoluta naturalidad sus respectivos personajes, mereciendo el respeto y decidida aprobación del público que los contempla.
A diferencia de la impresión de tristeza que deja la obra teatral, Polansky y Reza han introducido un ingenioso epílogo donde asoma una luz de esperanza. Mejor así.
- Conclusión: Una nueva lección de cine de Polanski quien acompañado de admirables actores echa una mirada mordaz e implacable a las relaciones humanas.
The Kid With A Bike (Le gamin au vélo)
Bélgica-Francia-Italia, 2011
Un film escrito y dirigido por Jean Pierre Dardenne y Luc Dardenne.
Los hermanos Jean Pierre y Luc Dardenne hacen un cine que se distingue por su estilo realista y humano que en mucho se asemeja al neorrealismo italiano de los años 40. En este film sobre un niño en procura de afecto, los realizadores apuestan nuevamente al estilo que los caracteriza. Sin emitir juicios valorativos, en forma depurada, austera y concisa se remiten a exponer una visión del mundo actual demostrando que la vida no es color de rosa aunque siempre se atisba la esperanza de un porvenir mejor.
El debutante Thomas Doret personifica a Cyril, un niño preadolescente de casi 12 años que vive temporalmente en un centro infantil de Bélgica al haber sido abandonado por su padre (Jérémie Renier) y sin otra idea fija en su mente que tratar de localizarlo. De naturaleza inquieta e hiperactivo, impulsivamente huye del hogar en que se encuentra, para llegar al departamento donde su padre solía vivir pero lo halla vacío y sin que estuviese la bicicleta que tenía. El encuentro circunstancial con Samantha (Cécile de France), una joven peluquera de barrio que intuitivamente comprende que el niño está ávido de cariño, hace que ella se encargue de cuidarlo durante los fines de semana, logre recuperar su bicicleta y finalmente le ayude a ubicar a su padre. Cuando Cyril finalmente logra contactarlo en el lugar donde trabaja, su progenitor termina rechazándolo, produciendo en el chico un sentimiento entremezclado de frustración, rabia y dolor. Lo que continúa se asemeja a una crónica de un niño herido que es fácil presa de las tentaciones del delito ofrecido por las relaciones peligrosas que ofrece la calle y que afortunadamente tendrá su “hada madrina” en Samantha, dispuesta a rescatarlo de las fauces del mal.
El espectador asiste a un conmovedor cuento de hadas que de ningún modo desborda en barata sensiblería. En todo caso es una historia dura pero hermosa sobre la infancia desamparada que llega fácilmente a cualquier tipo de audiencia. Relatado en forma concisa pero segura, los Dardenne han contado con dos actores estupendos; Doret sorprende con su talento ofreciendo una notable caracterización del chico huraño abandonado que se encuentra ávido de cariño y de un padre que llegue a aceptarlo; por su parte de France ofrece dulzura, compasión y abnegación en un personaje que se gana la total simpatía de la audiencia.
Por primera vez los realizadores han recurrido al uso de la música aunque en forma dosificada; eso se debe porque creyeron que la misma podía actuar “como una suerte de caricia apaciguadora para Cyril”. Indudablemente, la hermosa música de Beethoven cumple muy bien su cometido.
- Conclusión: Una notable película narrada en forma concisa que se distingue por su humanismo y calidez.