Las mejores películas de 2011
Las mejores películas de 2011
Como es costumbre, los cronistas de cine pasan revista a lo que han visto durante el transcurso del año que acaba de finalizar para destacar lo que más les ha impresionado. En lo que a mi respecta no puedo quejarme porque fácilmente he podido reunir más de los 10 títulos que generalmente conforman la lista tradicional. Solamente he tenido en cuenta los filmes que han tenido exhibición comercial en Canadá, excluyendo por lo tanto algunos valiosos títulos vistos en festivales pero que recién serán estrenados durante el transcurso de este nuevo año.
He aquí los filmes que he seleccionado y listados alfabéticamente:
50/50 (Estados Unidos). Teniendo en consideración la difícil batalla personal emprendida por un joven contra una enfermedad que parecía terminal, el guionista Will Reiser vuelca su propia experiencia en un relato de ficción que el realizador Jonathan Levine logró transmitirlo con honda ternura y gran simpatía. Excelente interpretación de Joseph Gordon-Levitt.
Another Year (Gran Bretaña). Mike Leigh ofrece una comedia dramática costumbrista reflejando la dicha hogareña de un matrimonio maduro con más de 30 años de vida en común y la interrelación mantenida con familiares y amigos cercanos expresando sus diferentes estados de esperanza, dolor, pena, soledad y fraternidad durante las diferentes estaciones del año. Una cálida crónica de la vida ordinaria, capaz de interesar y emocionar.
Carancho (Argentina). Pablo Trapero, un realizador comprometido en documentar los problemas de la sociedad contemporánea argentina vuelve a ofrecer otro testimonio social enfocando a individuos inescrupulosos que lucran con la desgracia ajena. En un buen relato de cine negro, Trapero expone un mundo turbio donde la fragilidad del marco legal se combina con la marcada corrupción de quienes explotan un negocio inmoral. Muy buena interpretación de Ricardo Darín.
Carnage (Francia-Alemania-Polonia-España). El director Román Polanski traslada excelentemente la obra teatral de la dramaturga Yasmina Reza contando con cuatro estupendos actores (Jodie Foster, John C. Reilly, Christoph Waltz y Kate Winslet); el resultado es una comedia ácida, mordaz y despiadada sobre las variadas formas que pueden adoptar las relaciones humanas.
Certified Copy (Francia-Italia-Irán). El cineasta iraní Abbas Kiarostami deja de lado temas de naturaleza existencial para ofrecer una historia que sorprende por su originalidad. Trasladando a la vida real lo que en el mundo del arte se califica como una obra artísticamente auténtica en oposición a aquella otra que no lo es, el relato -que está dividido en dos partes bien estructuradas- adopta la forma de un espejismo donde resulta difícil distinguir la realidad de la imaginación. A través del fascinante ensayo propuesto por el realizador, el film se prestigia aún más con la radiante interpretación de Juliette Binoche quien ofrece una inusitada intensidad y vitalidad al rol que le toca asumir.
Hugo (Estados Unidos). Esta remarcable obra cinematográfica es la más personal, original, audaz y la mejor del gran realizador Martin Scorcese. Basándose en un cuento ilustrado para niños, el cineasta lo transforma en un relato para adultos donde su calidez y encanto permiten que pueda ser considerado como un film para toda la familia. Con su inmensa pasión por el cine y por la preservación de filmes, Scorcese homenajea a George Meliès, uno de los pioneros de la primera época del cine mudo.
Le vendeur (Canadá). El director y guionista Sébastien Pilote ofrece de las películas más hermosas del año. El relato impregnado de lirismo y melancolía se centra en un exitoso vendedor de automóviles en una pequeña ciudad de la provincia de Quebec cuya vida tranquila y feliz como marido y buen padre de familia sufrirá un cambio inesperado cuando la tragedia golpea la puerta de su hogar. Con sutileza y notable realismo, Gilbert Sicotte se destaca en el rol central ofreciendo una interpretación antológica de un personaje fascinante; con sus miradas y expresiones faciales, logra una interpretación inmensamente conmovedora que despierta admiración.
Le Havre (Finlandia-Francia-Alemania). El director finlandés Aki Kaurismäki aborda la inmigración ilegal a través de un conmovedor relato donde un ex escritor (André Wilms) convertido en bohemio lustrabotas que habita en Le Havre decide proteger a un muchacho indocumentado de Gabón que llega a este puerto francés refugiado en un contenedor. Todo el film discurre como una fábula impregnada de entrañable humanidad que sutilmente critica la política represiva de Francia con respecto a la inmigración proveniente de África.
Midnight in Paris (España-Francia). Aunque no sea su mejor película, esta agradable comedia es un tributo que Woody Allen le dedica a París así como a la época dorada que esta luminosa ciudad experimentó en los años 20 del siglo pasado. La la vivaz ingeniosidad de Allen logra que Pablo Picasso, Ernest Hemingway, Gertrude Stein, Luis Buñuel, Thomas S. Elliot, Henry Matisse, Salvador Dali, Joséphine Baker y otros grandes nombres de la cultura universal cobren vida en esta deliciosa fantasía.
Monsieur Lazhar (Canadá). Dentro de un cine que llega fácilmente al corazón del público, este meticuloso film de Philippe Falardeau es un relato que desborda humanidad a raudales. A través de las experiencias de un inmigrante argelino que aguarda obtener una respuesta favorable a su solicitud de refugiado político para residir en Canadá, el film analiza su particular experiencia de reemplazar como docente a una maestra de sexto año elemental que se suicidó en la escuela. El público asiste a una sensible película que constituye un verdadero retrato de la vida real y que cuenta con una inigualable interpretación de Fellag en el rol titular así como la de los niños Emilien Neron y Sophie Nelisse, entre otros. Con una temática universal, excelentes diálogos y una magnífica descripción de los ambientes en que transcurre la acción, éste es uno de los grandes filmes canadienses de 2011.
Nostalgia de la luz (Chile-Francia-España-Alemania). Patricio Guzmán ha realizado un muy buen documental señalando que la memoria no puede ni debe desaparecer porque de lo contrario la existencia humana carece de vitalidad. El realizador se vale de su pasión por la astronomía para ofrecer una analogía entre la misma y los crímenes cometidos durante el régimen de Pinochet, buscando como objetivo que la memoria colectiva de su país natal no llegue a transformarse en amnesia para evitar el riesgo de que la trágica experiencia de los años de la sangrienta dictadura pueda repetirse.
Of Gods and Men (Francia). Basado en un episodio real acontecido en 1996 donde un grupo armado secuestró y ejecutó a un grupo de monjes trapistas en Argelia, el realizador Xavier Beauvois ofrece un documento sobrio y depurado de gran contenido espiritual. Al enfatizar que las diferencias religiosas no pueden ni deben interferir en la convivencia de cristianos y musulmanes, el film brinda un bello mensaje de paz, amor y confraternidad.
Poetry (Corea del Sur). El realizador Lee Chagdon impresiona por la sobriedad y delicadeza con que relata la vida de una abuela viuda que aproximándose a los 70 años comienza a padecer del mal de Alzheimer y además sufre por los actos irresponsables del nieto adolescente que tiene a su cargo. Al haberse decidido inscribir en un curso de poesía en un centro de cultura local, encuentra solaz a su existencia en la dura realidad que le toca vivir. La veterana actriz Yun Junghee conmueve en el rol de esa dama refinada cuyo rostro trasunta bondad y serenidad a pesar del sufrimiento que experimenta. Este film, uno de los más bellos del año, es una verdadera poesía del alma con un personaje central cautivante que se retiene en la memoria.
Take Shelter (EE UU). Jeff Nichols en su condición de realizador y guionista impresiona por la solidez del libreto y la eficiente forma en que aborda el tema de la esquizofrenia. Michael Shannon ofrece una excepcional actuación como un hombre casado y padre de familia que acosado por visiones apocalípticas decide construir un refugio subterráneo para proteger a su familia ante la posibilidad de devastadores tornados. Aunque este drama llega perturbar, sus importantes valores artísticos lo convierten en un film de óptima calidad.
También la lluvia (España-Francia-México). Con la buena inspiración de Paul Laverty (el colaborador habitual de Ken Loach) en el guión, la directora española Iciar Bollain ofrece un documento de gran significación social estableciendo paralelismos entre la colonización española de América Latina durante el siglo 16 con la realidad actual imperante en algunas zonas de la misma región, más específicamente Bolivia, dentro del esquema de un film dentro de otro. Evitando el panfleto demagógico, Bollain proporciona un relato sutil con personajes principales y secundarios bien caracterizados demostrando que la realidad actual no es menos cruel y amarga que la vivida hace 5 siglos cuando los representantes de la corona de España sojuzgaron a la población indígena de América Latina.
The Artist (Francia). Ha sido la gran sorpresa de 2011. Cuando se asiste a una época en que la tercera dimensión llegó para no irse, resulta increíble que un film mudo rodado en blanco y negro y sin destacables efectos especiales pueda impresionar tan gratamente como lo hace esta pequeña joya escrita y dirigida por Michel Hazanavicius. En una historia que recuenta las experiencias de un actor hollywoodense de películas no sonoras de los años 20 que cae en desgracia con el advenimiento del cine parlante, el público aprecia un film cálido y emotivo donde queda remarcado el supremo valor de las imágenes que pueden perfectamente reemplazar la ausencia de diálogo auditivo. Con logradas interpretaciones de Jean Dujardin y Bérénice Bejo, todo hace suponer que este film es un firme candidato para ser nominado en los Oscars de los mejores filmes del año.
The Descendants (Estados Unidos). Alexandre Paine logra con este drama el mejor film de su carrera enfocando las penurias de un hombre de mediana edad que además de sufrir por un grave accidente de su señora que está próxima a morir en estado de coma, se entera por una de sus hijas que ella lo estaba engañando con otro hombre. George Clooney en una gloriosa actuación prueba una vez más su versatilidad artística al transmitir con gran sobriedad el dolor, la frustración, e impotencia de un hombre que no puede revertir el curso de los acontecimientos.
The Help (Estados Unidos). Aunque el tema resulte familiar, es refrescante el tratamiento que Tate Taylor ofrece sobre el predominante racismo sureño de Estados Unidos durante la década del 60; una época en la cual se desarrollaba una larga lucha no violenta de los ciudadanos negros para lograr que ellos no siguieran siendo discriminados y tuviesen el acceso pleno a los mismos derechos civiles de la población blanca. El público asiste a un film que aunque no perfecto es de considerable calidad y permite ilustrar a los jóvenes de la generación actual sobre una página de la historia estadounidense poco encomiable.
The Kid With A Bike (Bélgica-Francia-Italia). Este humano relato dramático de los hermanos Jean Pierre y Luc Dardenne, se centra en la infancia marginalizada y en el enorme poder de la compasión como medio de cambiar una vida. Narrado con sobriedad y en forma concisa, el film cuenta con la excelente actuación protagónica de Thomas Doret acompañado muy bien por Cécile de France.
Win Win (EE UU). Tom McCarthy es uno de los realizadores americanos que más se preocupa por el contenido humano de sus películas y ésta no es la excepción. Eenfocando a su personaje principal (Paul Giamatti) como un hombre cuya fragilidad humana lo impulsa a cometer un acto reprobable, el film transmite sensibilidad y compasión, está muy bien relatado, es genuinamente honesto y cuenta con personajes extraídos de la vida real que logran una satisfactoria comunicación con el público.