Una pareja de Calgary escapó a nado del crucero naufragado
Una pareja de Calgary escapó a nado del crucero naufragado

El crucero 'Costa Concordia', la nave de pasajeros italiana más grande, que naufragó en aguas de la isla de Giglio (Italia). Foto: Franco Silvi / Efe
El Popular. Redacción.- Laurence y Andrea Davis, una pareja de Calgary, alcanzaron la orilla a nado tras el naufragio del crucero de lujo Costa Concordia el pasado viernes por la noche, frente a la costa de la isla italiana del Giglio, en el mar Tirreno.
El matrimonio se encontraba entre los doce canadienses que viajaban en el barco, todos los cuales pudieron ser rescatados sanos y salvos.
El naufragio del mayor crucero de Italia se saldó con al menos seis muertos (según el último balance de víctimas, correspondiente a este lunes) y más de una docena de personas que aún continuaban desaparecidas este lunes.
Según declaró a la agencia The Canadian Press el yerno de la pareja, David Hornstein, Laurence Davis, de 60 años de edad, y su esposa Andrea, de 52, llamaron a su familia el sábado para decir que habían escapado a nado hasta la orilla.
Hornstein dijo que no era la primera vez que sus suegros, trabajadores por cuenta propia, se embarcaban en un crucero.
La pareja estaba cenando cuando se produjo el accidente: “Nos dijeron que toda la cubertería y los vasos empezaron a caerse, y que todo el mundo empezó a refugiarse debajo de las mesas”, dijo Hornstein a The Canadian Press.
Después se dirigieron a la parte superior de la nave, “pero los botes salvavidas no estaban en condiciones, así que les dirigieron a la parte de abajo. [Mi suegro] nos dijo que parecía haber problemas para poner los botes en marcha”.
“No tenían chalecos salvavidas. Laurence pensó en volver al piso superior para conseguir unos, pero, según nos dijo, no querían separarse porque temían no poder volver a encontrarse. Nos contó que aquello era un caos, que la tripulación estaba haciendo lo que podía, pero que él sabía que lo importante era abandonar la embarcación lo antes posible. Así que decidieron olvidarse de los chalecos salvavidas, saltar al agua y nadar”, continuó Hornstein.
“Nos dijeron que tenían mucha adrenalina en el cuerpo, y que realmente no pensaron si el agua estaría demasiado fría o si tendrían que nadar mucho. Simplemente se lanzaron al agua e hicieron lo que tenían que hacer, nadar”.
El barco encalló a tan solo 135 metros de la orilla, pero estaba oscuro, y muchos pasajeros temían que el barco comenzase a hundirse rápidamente.
“Laurence nos dijo que al tiempo que nadaban seguían mirando el barco, que ya estaba parcialmente sumergido, y que temían que pudiese escorarse o caerles encima… Mi suegra nada a menudo como parte de sus ejercicios, pero mi suegro lo hace en raras ocasiones”, prosiguió Hornstein.
La pareja logró finalmente alcanzar la orilla, con algunos cortes y contusiones que se hicieron al subir por las rocas.
El matrimonio tenía previsto estar de vuelta en su casa de Calgary este lunes.
Un “error humano” del capitán
El presidente y consejero delegado de la compañía naviera Costa Crociere, Pier Luigi Foschi, admitió este lunes que el naufragio del crucero Costa Concordia se debió a un “error humano” del capitán, el comandante Francesco Schettino, actualmente detenido, “quien no respetó el reglamento”, informa Efe
Foschi agregó que “darán asistencia legal al comandante”, pero reiteró que no pueden negar “que se trató de un error humano”. “Estamos ante una tragedia de proporciones importantes”, dijo el consejero delegado de Costa Crociere.
Sobre la maniobra que realizó Schettino al acercarse a la costa de la isla del Giglio y que causó que el crucero impactase contra un escollo, Foschi aseguró que “no había sido aprobada, ni autorizada por Costa”.
En el barco viajaban 4.229 personas, de ellas 3.209 viajeros de 62 naciones.