La polémica ley antipiratería de EEUU afectaría a Canadá
La polémica ley antipiratería de EEUU afectaría a Canadá

La ley SOPA obligaría a los motores de búsqueda, proveedores de dominios y empresas de publicidad a bloquear los servicios de cualquier página web que esté bajo investigación del Departamento de Justicia estadounidense por haber publicado material bajo derechos de autor y se encuentre en cualquier lugar

Mozilla-Firefox también se sumó a la campaña contra la SOPA. En su portada se podía leer: "Creemos en una web abierta. Y nos dedicamos a mantenerla libre, abierta y accesible"
El Popular / Efe. Montreal / Washington.- La llamada ley SOPA (Proyecto de Ley 3261), presentada en Estados Unidos, tendría también consecuencias en Canadá y podría conllevar el cierre de páginas web canadienses por infracción de derechos de autor, incluso si su actividad no va en conta de las leyes canadienses, según señaló a la agencia Postmedia News el profesor de Derecho Michael Geistl, de la Universidad de Ottawa y experto en derechos de autor.
Más de 10.000 páginas web se han sumado esta semana a una protesta cibernética en contra del polémico proyecto de ley antipiratería en Estados Unidos conocido como SOPA. La enciclopedia libre virtual Wikipedia en su versión en inglés y otras páginas de Internet cerraron sus servicios y otras, como Google, colocaron señales de queja.
Wikipedia, la sexta página con más contenidos del mundo, decidió cerrar su versión en inglés para expresar su oposición a la iniciativa, que pretende dotar al Departamento de Justicia de EE UU de la capacidad de perseguir cualquier sitio online que infrinja la propiedad intelectual.
Twitpic, WordPress, BoingBoing, Reddit o Moveon, junto al grupo de piratas informáticos Anonymous, son algunos de los mayores portales que secundaron este “apagón” con el objetivo de que los usuarios se conciencien sobre los efectos que podría tener el proyecto de ley en caso de ser aprobado.
“En gran parte, el objetivo de la ley SOPA es poder actuar más allá de las fronteras de Estados Unidos. Los sitios canadienses y los de todo el mundo están en el blanco”, dijo Geist.
El problema, explica el profesor, es que la ley trata a todos los sitios webs registrados en Estados Unidos como si fuesen páginas estadounidenses, lo que, en principio, supondría que cualquier web acabada en “com”, “net” u “org” podría ser acusada de violar la nueva legislación sobre derechos de autor y, en su caso, bloqueada por un tribunal de Estados Unidos.
El proyecto SOPA obligaría a los motores de búsqueda, proveedores de dominios y empresas de publicidad estadounidenses a bloquear los servicios de cualquier página web que esté bajo investigación del Departamento de Justicia estadounidense por haber publicado material bajo derechos de autor y se encuentre en cualquier lugar.
Ello ha suscitado el temor de que queden bloqueadas páginas legítimas en las que los usuarios comparten contenidos.
Los fundadores de los grandes sitios de Internet remitieron hace unos días una carta al Congreso en la que argumentaron que la SOPA “va a crear un ambiente de miedo e incertidumbre tremendo para la innovación tecnológica, y perjudica gravemente la credibilidad de Estados Unidos en su papel como administrador de la infraestructura de claves de Internet”.
Ante las presiones de los grandes gigantes de la red, la votación de la ley en el Congreso quedó aplazada el martes, aunque podría someterse a una votación preliminar en el Comité Judicial de la Cámara de Representantes en febrero, según el principal autor de la medida, el legislador republicano Lamar Smith.
Según Smith, el retraso en la votación definitiva del proyecto de ley se debe a conflictos de calendario de los legisladores y no a diferencias de opinión sobre la ley.
La polémica sobre la ley llevó a la Casa Blanca a indicar en un comunicado que el Gobierno no apoyará leyes contra la piratería en Internet si fomentan la censura, socavan la seguridad o alteran la estructura de la red cibernética.
Desde 1998, la ley que perseguía la piratería en Estados Unidos era la denominada Digital Millenium Copyright Act, que obligaba a retirar el material ilegal a las páginas web que hacían uso del mismo, pero no tenía competencia sobre lo que fuese publicado desde otros países.
Hasta ahora, el Gobierno canadiense no ha tomado una posición sobre esta ley. Sin embargo, Richard Walker, portavoz de ministro de Industria, Christian Paradis, dijo que el Ejecutivo permanece atento a lo que está ocurriendo en este sentido al sur de la frontera.
