Harper: “No habrá recortes” en los ingresos para la jubilación
Harper: “No habrá recortes” en los ingresos para la jubilación

El primer ministro, Stephen Harper, afirma que los ingresos para la jubilación no serán recortados, a pesar de que en un discurso pronunciado la semana pasada afirmó que el gobierno busca manera de hacer sostenible el sistema de ingresos jubilatorios. Foto: Adrian Wyld / CP
El Popular. Ottawa.- Los miembros del Parlamento volvieron este lunes a la Cámara de los Comunes después de una interrupción de seis semanas por vacaciones de invierno y lo hicieron con un proyecto de ley para reformar los planes de pensiones que va a encabezar los debates y la agenda política de Canadá de los próximos meses.
El ministro de Estado y Hacienda, Ted Menzies, abrió ayer el debate y afirmó que las reformas en el plan de pensiones provocarían que el sistema canadiense de seguro para la vejez fuera, aún más “la envidia del mundo”.
Menzies dijo que el plan es especialmente importante para las pequeñas y medianas empresas y que proporcionará una opción de bajo costo y accesible para los ahorros de jubilación de los empleados.
“Básicamente, los canadienses van a comprar en grandes cantidades”, dijo el ministro, quien añadió que los canadienses van a terminar con “más dinero en el bolsillo”, gracias a la reforma que se está gestando en el sistema de pensiones.
No obstante, Wayne Marston, miembro del parlamento del partido NDP, criticó la iniciativa afirmando que el proyecto de ley es apresurado y una medida a medias que no llega a ser una acción real. “Los canadienses quieren y se merecen algo mejor”, dijo.
“El NDP no apoyará el proyecto de ley porque los canadienses no necesitan otro plan privado y los planes voluntarios no han funcionado en el pasado”, afirmó Marston, quien añadió: “La ampliación del plan de pensiones financiado por el gobierno costaría lo mismo”, por lo que “no hay lugar para la acción sobre el Plan de Pensiones de Canadá”.
El representante del Gobierno en la Cámara de los Comunes, Peter Van Loan, aseguró que la intención no es que las personas mayores obtengan un Seguro de Pensiónpara la Vejez (OAS, por sus siglas en inglés), sino todo lo contrario. Según Van Loan, el gobierno está considerando reformar el programa a mediano y largo plazo. Estos cambios se deben hacer ahora para asegurar que el programa sea sostenible en “10, 20 y 30 años a partir de ahora”, afirmó.
Van Loan, en declaraciones a los periodistas, proporcionó algunos detalles sobre los cambios que el gobierno plantea con el OAS. “Todas las personas mayores deben estar tranquilas ya que lo que recoge hoy el OAS lo va a seguir recogiendo sin ningún problema”, declaró Van Loan, quien continuó: “Nuestro foco está en el […] mediano y largo plazo para garantizar la sostenibilidad del sistema”.
El ministro de Finanzas, Jim Flaherty, y Menzies han estado trabajando en los detalles de las reformas durante bastante tiempo y se van a dar a conocer con “mucho tiempo” de antelación, según dijo Van Loan.
El crítico en finanzas del NDP, Peter Julian, afirmó ante los periodistas que su partido luchará para proteger al OEA y que no cree en las sugerencias de que el gobierno va a hacer una consulta a los canadienses sobre este tema.
Van Loan explicó que actualmente hay cuatro personas trabajando para cada canadiense que se beneficia del OEA. No obstante, dentro de veinte años la cantidad gastada en el OEA se triplicará y solo habrá dos personas trabajando por cada persona jubilada.
El informe actual más reciente de la OEA estima que el costo del programa se incrementará en 108.000 millones de dólares en 2030, de los 36.500 millones que costó en 2010. Las prestaciones no contributivas de vejez han sido un tema dominante en la Cámara de los Comunes desde las elecciones de mayo.
El gobierno, asimismo, ha insinuado que después de esta reforma irá a por la personas en los servicios públicos y a por las llamadas pensiones doradas de los miembros parlamentarios como parte de la reducción del gasto para equilibrar el presupuesto.
“No creo que sea justo que se pida a todo el gobierno y a todos los canadienses aceptar un ahorro en todos los ámbitos si no lo hacemos nosotros mismos”, declaró Van Loan, quien agregó que actualmente se está buscando una “acción real”.
El primer ministro, Stephen Harper, desató la alarma sobre la reforma en el sistema de pensiones cuando afirmó durante su intervención en el Foro Económico Mundial, celebrado en la localidad suiza de Davos la semana pasada, que se van a realizar cambios en el sistema de pensiones de Canadá.
Sus declaraciones desataron una ola de especulaciones en cuanto a lo que estos cambios pueden ser, incluyendo el retraso de la edad elegible para jubilarse y pasar de los 65 a los 67 años.
Eso sería “una bofetada en la cara” de las personas mayores de Canadá, afirmó ayer ante los periodistas Julian. Pero según el gobierno de Harper, el “largo plazo de longevidad” del sistema de pensiones es objeto de examen y lo que se vaya a cambiar vendrá con una notificación de antemano y un periodo de ajuste.
“Los canadienses pueden seguir contando con nuestro gobierno para avanzar en la creación de empleo y el crecimiento y mantenimiento de nuestros compromisos para hacer las cosas”, concluyó Van Loan.
Harper aseguró ayer que no se van a realizar recortes en el OAE, sino que se van a revisar los “desafíos” a los que se enfrenta el sistema de ingresos de jubilación. “Nos aseguraremos de que nuestros programas vitales son sostenibles a largo plazo y para las generaciones futuras”, declaró el primer ministro, quién matizó: “La realidad es que no estamos recortando los programas para personas mayores”.
Además de una reforma en las pensiones, el gobierno también priorizará los recortes presupuestarios. Departamentos federales ya han pedido recortar sus presupuestos entre un 5 y un 10%, pero el presidente del Consejo del Tesoro, Tony Clement, afirmó que los recortes finales podrían ser mucho mayores. El gobierno está buscando recortar entre 4.000 y 8.000 millones de dólares.
Otras de las prioridades legislativas del Gobierno para el próximo periodo de sesiones van a ser la modificación de la Ley de Inmigración y un proceso de revisión del proyecto para la construcción de un oleoducto desde las arenas bituminosas de Alberta hasta las refinerías petroleras del Golfo de México, en Texas, Estados Unidos.