Condenado un joven por una carrera mortal de autos
Condenado un joven por una carrera mortal de autos

Kareem Alli es dirigido por la policía tras su detención por la muerte de Christian Williams en un accidente de automóvil, cuando ambos participaban en una carrera de coches callejera, el 22 de junio de 2010
El Popular. Ottawa.- Kareem Alli, de 19 años, fue declarado culpable de conducción peligrosa este miércoles en Ottawa, en el juicio por un accidente de automóvil ocurrido en 2010 durante una carrera de autos callejera en la que murió un chico de 18 años llamado Christian (Sisco) Williams, con el que competía el condenado.
Alli fue declarado asimismo no culpable del cargo más grave del que estaba acusado, el de negligencia criminal con resultado de muerte. La sentencia está prevista para el 30 de abril.
“Obviamente estamos muy decepcionados con la decisión”, dijo Sean May, el abogado de la defensa de Alli, a la salida del juzgado después de que se anunciara el veredicto. “Es un hombre joven y tiene mucho que hacer frente en la próxima sentencia. Todo esto es muy, muy triste y muy, muy trágico”, declaró.
El 22 de junio de 2010, día en el que ocurrió el accidente mortal, Alli y Williams estaban conduciendo sus vehículos a lo largo de la carretera Claridge en la zona de Barrhaven, en Ottawa. Williams perdió el control de su Honda CRX de color plateado y se estrelló contra un poste de luz.
Christian Williams, conocido entre sus amigos como Sisco, fue descrito en la red social Facebook como un tipo divertido al que le encantaba enseñar su Honda CRX. El joven murió en el accidente, que sucedió dos días antes de su graduación, y su acompañante en el automóvil sufrió heridas leves. Alli y el pasajero de su vehículo resultaron ilesos.
Alli afirmó que ambos estaban compitiendo en una carrera de automóviles callejera. A principios de este mes, el condenado había afirmado ante la fiscalía que no tenía ningún interés en participar en las carreras de autos clandestinas que organizaban sus amigos, pero que Williams estaba decidido a competir con él.
El condenado declaró que Williams se había burlado de él en casa de un amigo acerca de su decisión de no participar en carreras de coche callejeras. Alli le explicó que no tenía licencia para conducir y que llevaba el automóvil de su tía, un Ford Mustang de color rojo, por lo que no tenía ningún interés en participar.
El joven también dijo a la fiscalía que en el momento en que ocurrió el accidente iba a 50 kilómetros por hora, el límite de velocidad marcado en la calle residencial. No obstante, su declaración entró en conflicto con el testimonio de dos testigos, quienes afirmaron que los dos autos hacían una carrera y que iban a más de 100 kilómetros por hora justo antes de que sucediera el accidente.