Un millonario se declara culpable de recluir a una prostituta
Un millonario se declara culpable de recluir a una prostituta

David Ho, de 60 años de edad, sale de la Corte Provincial de Vancouver después de haber sido sentenciado a servicio comunitario por retener a la fuerza a una prostituta en su casa
El Popular. Vancouver.- Un multimillonario de Vancouver se declaró culpable de confinar a la fuerza a una trabajadora sexual y de posesión de un arma de fuego sin licencia y ha sido condenado a un año de libertad condicional y a pagar una multa de 5.000 dólares.
Los cargos fueron presentados tras un incidente que tuvo lugar durante una noche en diciembre de 2008, cuando la policía fue llamada a una mansión propiedad de David Ho, de 60 años de edad y con negocios en Hong Kong, quien había solicitado los servicios de una mujer de 20 años. Ho y la mujer acudieron a la casa del multimillonario, situada en un barrio de lujo de Vancouver, para mantener relaciones sexuales y consumir cocaína.
Cuando la mujer trató de irse, Ho la detuvo diciendo que fuera hacía frío y que estaba preocupado por su salud. Tras un forcejo, la mujer se rompió un tobillo y consiguió llamar por teléfono a su padre para que la ayudara, suplicando: “Papá, ayúdame. Estoy en medio de una mala cita”. La mujer también hizo una llamada al 911 aproximadamente a las 4.45 h de la madrugada.
Vestida solo con ropa interior, la mujer consiguió finalmente salir a la calle, saltó una cerca de aproximadamente ocho pies (unos dos metros y medio) y corrió hasta una casa cercana. Las cámaras de seguridad de la vivienda del magnate captaron la pelea entera entre el hombre y la mujer.
Cuando la policía llegó, encontraron en la vivienda del multimillonario una pistola Glock no registrada de nueve milímetros. Ho fue detenido y puesto en libertad tras pagar una fianza de 100.000 dólares. Su declaración de culpabilidad se entregó en la Corte Provincial de Vancouver.
Además de reclusión forzosa y posesión de armas, Ho también se declaró culpable de violar las condiciones de una fianza anterior, cuando fue descubierto con una navaja en el Aeropuerto Internacional de Vancouver en febrero de 2011. Según Ho, había olvidado que la llevaba encima.
Un cargo anterior por posesión de cocaína fue presentado como parte de un acuerdo con la fiscalía. Ho, dirigiéndose a la fiscalía, pidió disculpas a la víctima a pesar de que la mujer no estaba presente. El juez Thomas Gove le condenó a libertad condicional y a pagar una multa. El magnate también deberá asistir de forma obligatoria a sesiones de asesoramiento sobre drogas y a realizar servicios a la comunidad.
Ho, divorciado y padre de tres hijos, emigró a Vancouver en 1985 y se hizo rico en la industria del tabaco en Hong Kong y llegó a ser dueño de una planta de embotellamiento de Pepsi y de un concesionario de coches de lujo en Vancouver.
En una entrevista realizada en 2009, Ho dijo que le encantaba ayudar a mujeres errantes en el lado este del centro de la ciudad y que su único vicio era ofrecer bondad a las mujeres que lo necesitaban: “Soy adicto a ayudarlas”, dijo.