Harper vuelve a China con la energía en el punto de mira
Harper vuelve a China con la energía en el punto de mira
El primer ministro busca aumentar las relaciones comerciales con el gigante asiático ante los reveses recientes sufridos por la congelación del proyecto del oleoducto Kesystone XL por parte de Estados Unidos, o el veto a los productos de la industria de la foca en numerosos países.

El primer ministro, Stephen Harper, y su esposa, Laureen, saludan en Ottawa antes de partir hacia China, este lunes. Foto: Adrian Wyld / CP
El Popular / Agencias. Toronto / Pekín.- Una amplia representación de ejecutivos y empresarios del sector petrolero, así como varios prominentes hombres de negocios canadienses, forman parte de la delegación que acompaña al primer ministro, Stephen Harper, en el viaje oficial a China que inició este lunes, su segunda visita oficial al país asiático.
La delegación comercial, asignada al ministro de Recursos Naturales, Joe Oliver, incluye representantes de ocho compañías mineras, de hidrocarburos y de gas. Además, acompañan al primer ministro altos ejecutivos de grandes empresas de otros sectores, como Air Canada, SNC Lavalin y Bombardier, Manulife o el banco Scotiabank.
El portavoz de Harper, Andrew MacDougall, informó de que el primer ministro canadiense viaja acompañado por cinco de sus principales ministros (entre ellos los de Asuntos Exteriores, Comercio y Agricultura), y de que se reunirá con el presidente y el primer ministro chinos, Hu Jintao y Wen Jiabao.
El segundo viaje de Harper a China -el primero se produjo en 2009- se centrará en “la profundización y ampliación de la relación económica”, informó el portavoz.
China se ha convertido ya en el segundo socio comercial de Canadá, sólo por detrás de Estados Unidos.
No obstante, MacDougall negó que Harper, que en el pasado criticó con dureza la situación de derechos humanos en China, haya moderado su posición para avanzar las relaciones comerciales con las autoridades de Pekín.
En este sentido, el portavoz afirmó que el primer ministro aprovechará la oportunidad para tratar el tema de manera “franca pero respetuosa”, informa Efe.
Harper también utilizará su gira china para presionar a Estados Unidos a que acepte la construcción del controvertido oleoducto Keystone XL, que debería enviar el crudo de los yacimientos de arenas bituminosas de la provincia de Alberta a las refinerías estadounidenses.
Washington ha congelado temporalmente la construcción del oleoducto debido a preocupaciones sobre su impacto medioambiental, lo que ha provocado las críticas de Ottawa que considera el proyecto vital.
En diciembre, Harper amenazó a Washington con que Canadá venderá su petróleo a China si Estados Unidos no aprueba la construcción del oleoducto.
Canadá ya tiene planeada la construcción de otro oleoducto, conocido como Northern Gateway Pipeline, para enviar el petróleo de Alberta a la costa del Pacífico con el objetivo de ser exportado a China.
Harper dijo la semana pasada que Ottawa tiene la intención de acelerar su construcción incluso a costa de reducir los estudios de impacto medioambiental.
Harper también promoverá las ventas de productos de foca en China para contrarrestar la prohibición impuesta por la Unión Europea al comercio de pieles procedentes de la caza comercial de estos animales marinos.
En una entrevista concedida a la agencia oficial china Xinhua, Harper señaló que “como saben, nuestro país está buscando nuevos mercados para nuestros productos y servicios, y China y toda la región del Pacífico asiático son una área que representa una enorme oportunidad”. “Esperamos expandir nuestra asociación estratégica con China y, en particular, esperamos profundizar las relaciones económicas y comerciales entre nuestros dos países”, añadió
“Me complace el progreso logrado en nuestra asociación estratégica”, indicó Harper a Xinhua, añadiendo que la clave de ese éxito han sido los frecuentes contactos y visitas entre los dos gobiernos, un total de 24 a nivel de altos funcionarios y ministros.
“Este diálogo y la interacción ha generado logros reales, particularmente en el frente económico”, indicó Harper.
Desde 2009, Canadá ha abierto seis nuevas oficinas comerciales en China, concretamente en Chengdu, Nanjing, Qingdao, Shenyang, Shenzhen y Wuhan. Por su parte, China abrió un nuevo consulado general en Montreal.
“La apertura de esas oficinas comerciales en China es un tangible reconocimiento de la importancia que tiene para Canadá el establecimiento de estrechas relaciones con centros emergentes”, insistió Harper.
Desde 2005, el comercio bilateral con China ha aumentado casi 60 por ciento, y se mantuvo sólido a través de la crisis económica global. Entre 2005 y 2010, las exportaciones de mercancías de Canadá a China aumentaron alrededor de 83 por ciento, de 7.200 millones de dólares a 13.200 millones de dólares, según informó Xinhua.
Más de 232.000 visitantes chinos llegaron a Canadá en los primeros once meses de 2011, lo que supone un aumento del 24 por ciento comparado con el mismo período de 2010. Las aerolíneas chinas Hainan Airlines y Southern Airlines inauguraron vuelos directos de Pekín a Toronto y de Guangzhou a Vancouver en 2010 y 2011, respectivamente.
Por otra parte, el número de estudiantes chinos en Canadá también ha aumentado significativamente en años recientes (un 35,1 por ciento entre 2006 y 2010). En 2010 hubo 61.222 estudiantes chinos en Canadá, representando casi e l28 por ciento de los estudiantes internacionales en el país y contribuyendo con casi 1.900 millones de dólares canadienses a la economía local.
